Un pequeño daltónico y uno ciego. Un duo dinámico de mejores amigos que crearán su propio mundo de colores
O...
La historia de dos amigos de la infancia que vuelven a encontrarse años después donde las cosas cambiaron bien cabron.
SANWOO (SAN TOP...
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La mañana pasó de ser jodidamente fría a subir de temperatura a eso de las 12 del medio día, la escuela ya se estaba vaciando aunque era temprano para salir, lo único que quedaba eran los talleres, esos de teatro, música, cocina y demás mientras que los maestros tomaban sus cosas y, al igual que los alumnos, se iban para comenzar con sus vacaciones de verano. Y es que hoy es el último día y realmente no hay muchas cosas por hacer, así que el directivo dejó salir temprano a los estudiantes y docentes, cosa que todos agradecieron.
Pero él en especial no tiene nada que hacer en casa que no sea dormir y aguantar la ironía de su madre y los chistes de viejo de su padre, en casa se aburre demasiado rápido, y mientras andaba por los pasillos pensando que hacer ahora que los dejaron salir antes, al doblar la esquina se encontró a MinGi y aprovechando que ya no hay más del 50% del alumnado, fueron a la cafetería a comprar de esa natilla de chocolate de la que nunca alcanzan y siempre dicen que está muy buena, razón para que se agote tan rápido quizás.
Pero hasta ahora le parece una natilla ordinaria.
Suspira, MinGi no ha dejado de hablar y eso ya es rutina, pero hoy tal vez, sólo tal vez, no quiere que se calle.
—Y bueno, va a haber DJ — comenta tratando de convencerlo (ya hace más de media hora).
Una fiesta, alcohol, sexo y drogas, a finales de las vacaciones, es decir, un día antes de entrar nuevamente.
Suena como una idea que aceptaría sólo si no le deja solo en la fiesta, pero lo último es lo que le detiene.
—Suena bien — dice sin inmutarse —, pero no lo sé, ¿quién hace una fiesta un día antes de entrar?
Rueda los ojos con fastidio —Es lo que yo le dije, es un idiota, nunca me hizo caso. — se queja chupando la cuchara plástica con restos mínimos de natilla. —Por eso avisó desde ahorita, para que lo piensen con anticipación o algo así.
Responde con un leve sonido sin saber qué más decir. En sí la idea no es mala, pero ¿quién iría a una fiesta teniendo en cuenta que al día siguiente hay escuela? Todavía van en bachillerato y muchos no tienen la capacidad de dirigirse por ellos mismos, y está bien no lo juzga, pero esa sería un impedimento para que la gente asistiera a esa dichosa fiesta, que para empezar es de universitarios y están invitando a chicos de bachillerato. ¿Eso tiene lógica?
De hecho si, una que no entiende.
—Lo voy a pensar — lanza el empaque de la natilla con la cuchara dentro y luego se dirige a MinGi, haciendo una mueca —Pero antes tengo cosas que hacer.
Bufa haciendo una media sonrisa —No lo pienses mucho, hombre — aparta la mirada y mantiene su sonrisa cínica —Y además, si encuentras a ese tal WooYoung lo puedes invitar.
—Lo de WooYoung es punto y aparte, no lo metas en esto.
—Uh, hablando de eso — se incorpora en su asiento y le dedica una mirada, esperando aprobación que San no capta —¿Me dejas tocar el tema? — suelta un bufido aceptando —Me dijeron que lo vieron preguntando por el taller de cocina, y que hubo un tiempo donde se les unió, fue hace tres días.
