Un pequeño daltónico y uno ciego. Un duo dinámico de mejores amigos que crearán su propio mundo de colores
O...
La historia de dos amigos de la infancia que vuelven a encontrarse años después donde las cosas cambiaron bien cabron.
SANWOO (SAN TOP...
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Los domingos por la tarde con el paso del tiempo se iban haciendo cada vez más aburridos. Su madre iba a un asilo para ayudar con algunos ancianos, llevarles ricos platillos saludables y se quedaba hasta tarde jugando bingo con los dulces ancianos que la abrigaban con cariño; su padre, por otro lado, se iba a ver un partido de básquetbol con sus compañeros de trabajo y regresaba hasta la cena luego de reunirse en un bar con todos los que asistieron al dichoso partido, pero nunca volvía ebrio.
A él no le llamaba hacer ninguna de esas cosas, su temperamento le haría enfadar a cualquier persona mayor y su poca paciencia no le ayudaría a la hora de asistir a un partido de básquetbol con las personas más expresivas de este mundo. Así que antes de que YeoSang anduviera con JongHo, salían al cine o veían películas en casa de alguno, pero estos últimos años se limitaba a encerrarse en su habitación, pedir pizza con la tarjeta de su padre y ver películas, o cuando el día era soleado salía en bicicleta y buscaba algún lugar lindo y tranquilo para dibujar.
Esto segundo era su pasatiempo favorito, por ende lo hacía incluso cuando no iba a la escuela, casi estaba seguro de que ya tenía todo su alrededor dibujado en su cuaderno.
Pero este domingo era tan diferente, su vecina le pidió que le cuidara a su perro, un Poodle blanco aún cachorro, y además estaba WooYoung, que era como tener a un niño hiperactivo obsesionado con la compañía del perro. Estaba en la cocina haciendo hot cakes con fresas y miel mientras escuchaba las risas que provenían del living. Y gracias a la barra desayunadora, donde preparaba todo, podía ver perfectamente lo que hacían.
WooYoung cargaba al pequeño cachorro al mismo tiempo que bailaba de un lado a otro con tranquilidad, en la tele había una canción con la letra pero WooYoung no la seguía y solo veía al perro, como si este fuese el amor de su vida, y con una voz más grave se dedicaba a cantar solamente el título:
-When you're smiling ~
San reía en silencio cuando notó que eso era lo único que WooYoung se sabía, negó divertido y tomó los dos platos hasta llevarlos al comedor y servirle croquetas al Poodle.
-El desayuno está listo - dijo con una amplia sonrisa, WooYoung y el perrito lo miraron maravillados, el can saltó de los brazos del menor y este se acercó casi corriendo hasta pararse a su lado y ver con admiración ambos platos.
San no dejaba de sentirse incómodo, todo esto se sentía demasiado hogareño, como si ambos fueran familia; ni a YeoSang le hacía el desayuno ni le prestaba su ropa, a WooYoung fue todo lo contrario, como si lo conociera de toda la vida y ahora fueran una joven pareja, WooYoung no dejaba de usar su ropa, incluso sus zapatos o la ropa interior, y lo que más le avergonzaba era que ahora WooYoung olía por completo a él luego de ducharse y robarle un poco de su perfume, era como un matrimonio de semanas en un domingo ameno.
Alto... ¿matrimonio?
-Qué rico se ve - WooYoung lo sacó de sus pensamientos sin apartar aquella mirada soñadora de unos simples Hot cakes deformes y casi quemados, con fresas mal cortadas y la miel era lo único que se salvaba, aún así lo veía como si fuese lo mejor que haya admirado en este mundo. Sin ver a San y lo repentinamente nervioso que estaba, se sentó y comenzó a comer -¡Buen provecho!
