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Aquel lunes por la mañana era extraño ver adolescentes en la calle cuando deberían estar durmiendo por las vacaciones, además de que era todavía más extraño que estos estuvieran haciendo las compras y comparando precios

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Aquel lunes por la mañana era extraño ver adolescentes en la calle cuando deberían estar durmiendo por las vacaciones, además de que era todavía más extraño que estos estuvieran haciendo las compras y comparando precios.

Pero ellos lo hacían de una manera muy caótica.

Soyeon les había dado el dinero justo y les advirtió que no gastaran ni más ni menos y que todo en la lista debería estar en el carrito, y bueno, ellos querían helado, y el helado no estaba en la lista de compras.

Que tragedia.

WooYoung estaba dentro del carrito mientras San iba poniendo todo a sus pies y alrededor, lo único que no cabía era el paquete de papel higiénico así que WooYoung lo abrazó y así se quedó inmóvil mientras hacían de todo por que les sobrara dinero para el helado.

Pero ¿por qué carajo, y cuando se volvió más costoso el jabón líquido.

WooYoung rodó los ojos —Olvídalo San, no nos alcanza, llévate el primero que veas y vámonos, se me entumece el trasero.

—Si me llevo este nos faltaría poco — le extendió un jabón olor a coco —, pero odio el que huele a coco.

—Mejor olvidemos el helado y compremos un jabón que no sea tan mierda — compartió su disgusto por el coco comenzando a ver los demás jabones —Me gusta el de sandía.

—¿Qué tal el de cereza? — recibió una mueca contraria.

—Huele a medicina — respondió con simpleza. —Sandía.

—¿O kiwi?

—Sandía.

—Hay uno de chocolate.

—Demasiado empalagoso — negó con frenesí —Sandía, créeme cuando te digo que el de sandía va a ser la mejor elección de tu vida, entonces me vas a agradecer.

—Una vez probé el de sandía y no me gustó.

—Era sandia echada a perder, te lo aseguro — lo señaló en amenaza —Sandía o me aviento del segundo piso de tu casa.

De nuevo rió dejando en su lugar el jabón olor a coco para tomar el de sandía en su lugar, y lo puso a los pies de WooYoung; con fuerza empujó el carrito y la mirada del menor se mantuvo fija sobre él mucho tiempo.

Hasta que habló, luego de admirar cada gesto por varios minutos.

—¿Sabes? No cambiaste demaciado desde que eras un niño.

—La pubertad.

Resoplo aguantando una risa —Hablo en serio, me hubiera gustado verte en persona y no en una foto. Cuando vi por primera vez mi madre me dio la foto que nos habían tomado, y me sentí ridículo porque te había imaginado de otra manera cuando toqué tu cara.

—¿Te decepcionó la realidad? — su tristeza fue notoria, pero WooYoung siguió viéndolo, analizando cada gesto y mínimo rasgo de su rostro, hasta sonreír de lado.

NOMAS PORQUE SI //SANWOO (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora