Borrachera (pasivo)

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La mañana siguiente de la fiesta dedicada a Satan, Charlie descubrió que efectivamente debía aprender a no confiar de esa forma tan ciega en los pecados ni los pecadores.

Alastor y Lucifer tuvieron que reparar gran parte del living y del primer piso, ya que incluso les habían robado muebles, el horno, vaya hasta el inodoro, ¿quién carajos iba a hacer eso de todas formas? Bueno, daba igual, para la tarde de ese día todo estaba decente y listo para continuar con las actividades de redención.

Una vez más tocaban los ejercicios de confianza, ahora que Azrael los ayudaba y él y Lucifer ya se llevaban mejor, Charlie decidió repetir la estrategia de la otra vez. Esta vez mataría a 3 pájaros de un tiro, su padre no sólo se iba a hacer amigo de Adam, también recuperaría su hermandad con Azrael, y por igual puede florecer una amistad entre Alastor y Adam.

Primero los dividió a todos en parejas, Husk con Cherri, Angel con Niffty, Vaggie con la nueva huésped, Adam con Lucifer, y por último a Alastor con Azrael, su actividad era escribir en un papel algo vergonzoso que hayan hecho, después intercambiarían, y al final quemarían el papelito del otro sin comentar.

La actividad fue muy fácil, incluso liberadora para todos; en la segunda actividad Charlie re-hizo las parejas, para que está vez Lucifer y Azrael quedaran juntos, así como Alastor y Adam.
Ahora iban a contar algo personal de su vida, algo que no le hayan contado a nadie para ser precisos.

—Entonces...— Habló Adam, rompiendo el pequeño silencio que se formó cuando se alejaron a la esquina del living, la cercana a la cocina.— ¿Empiezas tú, o empiezo yo?— Alastor se tomó un segundo para mirar sus uñas, y después sonrió filosamente al nuevo demonio.

—Empieza tú, mi estimado primer hombre, solo espero que no se repita lo de hace 3 meses.

—Aprendí mi lección Bambi.— Se cruzó de brazos, recargandose en la pared.— De acuerdo... Algo personal... Mmm...— Duda en hablar, ya sabía perfectamente lo que quería decir, el inconveniente era su vergüenza.

—¿Que pasa, en serio le cuentas todo lo que pasa en tu cabecita a medio Infierno?— Se burla el demonio de la radio, reposando ambas manos en su micrófono.

—Agh no, es que...— Alastor se da cuenta de la incomodidad de Adam, estaba rascando su nuca y alejaba la mirada; hasta que suspiró, devolviendo sus ojos a los de él.— Bien, cuando tu mocosa me apuñaló a muerte... Supe que Lute me había amado incondicionalmente a pesar de toda la mierda que fuí.— Una suave sonrisa se formó en su rostro nostálgico.— Al final solo ella se quedó a mi lado, solo ella me amó, lo asimilé demasiado tarde, y ahora lo único que me queda es soñar con nuestros recuerdos.

—Ouh, eso es inesperadamente tierno proviniendo de alguien como tú.— Adam rió amargo, mirando al otro demonio directo a los ojos.

—Soy mejor de lo que crees Bambi, necesitas entender eso.— Alastor se encogió de hombros, dando un paso adelante, en consecuencia Adam se reincorpora, demostrando la diferencia de altura.— Ahora tu turno, no solo abras las piernas, abre tu corazón.

—Ja, ibas bien estimado, sin embargo debo agradecer esa nueva faceta tuya, incluso me atrevo a decir que tu cara casi no me disgusta.— Adam vuelve a reír.

—El sentimiento será mutuo si dices algo más personal que lo mío.— Las orejas del ciervo se mueven un poco, gesto que Adam no había visto tan de cerca, y que, extrañamente, le dieron ganas tocarlas.

—Mmm... Algo como...— Apretó el micrófono entre sus manos, antes de sonreír nervioso.— Admitir que me gustaría estar en un trío, ser el centro de atención sexual, y complacer a mis compañeros toda la noche, ¿así de personal?

30 𝑑𝑖𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑂𝑇𝑃 𝐴𝑝𝑝𝑙𝑒𝑅𝑎𝑑𝑖𝑜 (+18/+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora