La sombra del viajero.

Capítulo 22: Confrontación con la bruja de la Rosa púrpura.

Nahida encuentra a Lisa en su proyección, la lechuguita se mete en sus sueños para comenzar a hacer lo que quiere.  Nahida entra en el sueño de Lisa y ve que la mujer está soñando con el día en que se despidió de Aether, la escena es bastante romántica pues el sol se ocultaba en el horizonte, el cielo se había teñido de un color naranja que hacía la atmósfera más hermosa. (El evento reciente de las pociones, para que Aether esté en Mondstadt sin que pase taaaaaaaanto tiempo)

Aether: -Debo irme Lisa, aún tengo que encontrar a mi hermana, si es que sigue por ahí, pero prometo que regresaré pronto.-

Lisa: -Si, te deseo mucha suerte cariño, gracias por ayudarnos con las pociones, tal vez cuando regreses te de una recompensa generosa.- Dice en tono coqueto mientras le guiña el ojo.

Aether: -Eh no será necesario, no quiero que te molestes con algo así.-

Lisa: -Tonterías, siempre será un gusto consentirte.-

Nahida observa esto y se pone furiosa pues la lechuguita ya sabe que Lisa era una mujer que sólo se aprovecha de la amabilidad de Aether. La Arconte entonces comienza a manipuleos sueños de Lisa, hace que Aether desaparezca y deja a Lisa en un lugar oscuro.

Lisa se asusta y grita al ver que Aether se desvanece como polvo en su sueño, la mujer grita desesperada mientras trata de evitar que el rubio desaparezca.

Lisa: -No, no, no, no...NO!!!! Por favor no me dejes!!!! No me dejes...- La mujer cae de rodillas mientras intenta tomar el polvo en el que Aether se convirtió.

Nahida se ríe y aparece frente a Lisa, la pequeña Arconte observa a Lisa mientras comienza a pensar en todas las formas en las que Paimon y ella planean hacerla sufrir.

Lisa: -Nahida!!! Gracias a los Arcontes que estás aquí, por favor, ayúdame a salir de esta pesadilla, ayúdame a volver a ver a Aether.-

Nahida: -Y porqué habría de hacer eso? Que haz hecho tú para merecer a Aether?-

Lisa: -Nahida no es momento para esto, Aether desapareció y luego...-

Nahida: -Es una pena que Aether ya no esté a tú lado, oh espera eso no es cierto, después de todo tienes a Kaeya para seguir coqueteando.-

Lisa se molesta y se levanta con los ojos llorosos, furiosa por las palabras de Nahida.

Lisa: -No te atrevas a usar eso contra mi, Kaeya no significa nada!!! Aether es la única persona que amo!!!.-

Nahida: -Y si tanto lo amabas...porque siempre coqueteabas con Kaeya cuando Aether estaba contigo?-

La lechuguita le muestra a Lisa todos esos recuerdos, le enseña cómo Aether siempre buscaba llamar su atención siendo amable y atento con ella, incluso haciendo su trabajo mientras ella se iba a beber con Kaeya a la taberna.

Nahida: -Eres una hipócrita, casi caigo en tus mentiras, pero se te olvidaron dos cosas: que puedo leer las mentes y que tengo acceso al Irminsul...nada se esconde de mi.-

Lisa: -Está bien!! Si hice eso, salía beber unas cuantas veces con ese idiota de Kaeya, pero nunca pasó nada más, lo juro por...por mi vida!!!.-

Nahida comienza a reírse mientras ve a Lisa quebrándose de a poco, la lechuguita le sonríe mientras le da una palmada en la espalda.

Nahida: -Ya lo sé Lisa, te he estado observando, sé que siempre actúas como una mujer coqueta pero muy dentro...eres una mujer insegura, una que siempre buscó poder...y por eso te estabas muriendo.-

Lisa tiembla y asiente levemente, pues su pasado no puede ser ocultado a la Arconte. La mujer solloza mientras mira a la lechuguita.

Nahida: -Te dije que sé todo de ti, sé que dejaste la academia de Sumeru porque viste lo que hacían con el Dios falso, sé que llegaste a Mondstadt porque era la nación que nunca te preguntaría sobre tus experimentos con la energía del Abismo...y sé que esa misma ambición te estaba matando.-