La sombra del viajero.

Capítulo 1: Un nuevo comienzo.

Era de día, los rayos del sol iluminaban el rostro de Aether, quien había dormido sorprendentemente bien a pesar de las pesadillas, esas mismas que empezó a tener desde aquel día, se dio un baño rápido y en el espejo se podían apreciar múltiples heridas y cicatrices, el día que las demás naciones lo quisieron juzgar se pasaron con a fuerza.
Paimon lo esperaba en la sala de su nuevo hogar, la pequeña sabía que Aether podía aparentar estar bien, pero en el fondo estaba repleto de odio y decepción.

Paimon: -Aether date prisa, o Candace nos regañará por llegar tarde.-

Aether: -Dame dos minutos, estoy vistiéndome, ya desayunaste comida de emergencia?-

Paimon: -Deja de decirme así!!!- La enana se enojaba cada que su amigo le decía ese apodo.

Aether se apresuró y fueron corriendo hacia donde estaba Candace, quién los vio llegar casi sin pulmones.

Candace: -Buenos días viajeros, seguros que llegaron enteros?- La chica se ríe por verlos arrastrándose.

Aether: -Buenos días, si , seguimos vivos.- Aether estaba sofocado, pero seguía en pie.

Candace les ofreció agua y se dispusieron a entrenar, Paimon solo veía como los dos practicaban con sus lanzas, Aether le ponía mucho empeño para poder ser mejor. Desde el día que Aether llegó, Candace supo toda la verdad, ella nunca lo atacó o intentó entregarlo, así que cuando le pidió asilo, la chica no dudó en dárselo, después de todo el era una víctima.

Pasaron todo el día entrenando, Candace le había tomado un gran aprecio a Aether, el la ayudaba a proteger la aldea de los forasteros, y ella lo protegía cuando alguien preguntaba por el, fueron varias veces en las que recibió solicitudes de Liyue e Inazuma para poder buscarlo en el desierto, pero ella les decía que era imposible sobrevivir ahí.

Después de un rato y de poder re hidratarse, recibieron una llamada de Nahida, la arconte sabía que Aether estaba ahí y le juró que nadie sabría dónde se ocultaba.

Nahida: -Hola a ambos, nada más les llamo para decirles que una comisión de Mondstadt irá mañana,  seguro quieren preguntar pro el paradero de Aether, ya sabes que decir Candace.-

Paimon: -Se puede saber quienes serán? Es para estar preparados para algo tranquilo o una pelea.-

Aether observa esto con cierta emoción, pues será la primera vez que alguien de Mondstadt entra al desierto de Sumeru.

Nahida: -Bueno, dijeron que sería la Gran Maestra de los caballeros de Favonius, la bibliotecaria y uno de los caballeros de infantería.-

Aether sabe inmediatamente de quien se trata, Jean, Lisa y Kaeya, sabe que debe mantenerse calmado y callado para no ser descubierto.

Candace: -Entendido, gracias por avisarnos, estaremos listos.-

Los tres van a dormir y a prepararse para la visita, desde el día que Aether fue acusado, todas las regiones lo han buscado sin parar por todos lados, incluido el desierto de Sumeru. Parte de la fachada que usaban para que Aether no fuera visto, era que Candace llevaba a unos guardias completamente cubiertos de pies a cabeza, por lo que nada se Aether se veía.
Al otro día, muy temprano, Aether y los otros guardias se preparaban, ninguno hablaría para que no se levantaran sospechas, ya listos salieron a la entrada de la aldea a recibir a los 3 caballeros, Aether sintió una pena e ira enormes al verlos, ya que recordó como lo trataron cuando fue falsamente acusado.

Candace: -Saludos viajeros, me informaron que vendrían, pero deben saber que aquel a quién buscan no está aquí.-

Jean, Lisa y Kaeya observan a los guardias cubiertos, sin saber que el más cercano a Candace es Aether, ellos dan una ojeada a la aldea antes de que Jean hable.

Jean: -No queremos importunar su estilo de vida, pero tenemos sospechas de que el viajero y criminal conocido como Aether, fue visto por esta zona, si pudiera dejarnos ver en la aldea...-

Candace: -Imposible, mi señora solo me indicó que vendrían a una visita rápida, nunca dijo nada de una estancia más larga, sepan que el viajero pasó por aquí hace mucho, le dimos provisiones para que pudiera sobrevivir al desierto.-

En ese momento los tres se exaltaron y le gritaron a Candace, Aether veía todo tan tranquilo que hasta parecía ya no importarle.

Kaeya: -Le dieron provisiones a ese monstruo?! Porque harían algo como eso?!-

Candace: -Cuida tu tono de voz niño, o te haré pagar, y respecto a eso, el viajero jamás hizo algo malo en la aldea, se le tendió la mano como a todos los viajeros que pasan por aquí.-

Candace bajó hasta donde estaban y se paró firme frente a ellos, haciendo que los tres caballeros dieran un salto hacia atrás.

Candace: -Se muy bien de que falsos testimonios lo acusan, la destrucción y muerte que pasaron, pero por el tiempo que lo conocí, me cuesta creer que el haría algo así.-

Lisa: -Pero lo hizo, y debe ser tratado como un criminal por eso.-
Las palabras de Lisa estaban llenas de resentimiento, sin saber que Aether se decepcionó mucho de ella.

Jean: -Así que por favor, dinos en qué dirección se fue, debe ser juzgado por sus crímenes.-

Candace los observa detenidamente y con su lanza señala hacia el mausoleo del Rey Deshret.

Candace: -Fue por allá, aunque su búsqueda puede ser inútil, con las provisiones que tenía y su mal estado, es posible que el desierto se lo tragara, pero aún así, les deseo suerte.-

Candace se despide de los tres, quienes observan por última vez a los guardias que la acompañan, antes de partir hacia el mausoleo, después de asegurarse que ya se han ido, Aether se quita el uniforme.

Candace: -Estaban muy molestos, dudo mucho que quieran escuchar tu versión.-

Aether: -Lo sé, por eso el dialogo ya quedó atrás.-

Mientras tanto, en el Irminsul...

-Estás seguro de esto?, usar el Irminsul es peligroso.

-Paciencia, la Princesa del abismo quiere la guerra con estos mortales, así que, para asegurar su victoria, debemos matar la moral de estos ineptos.-

Ambas figuras observan el Irminsul, y usando unos artefactos mágico, transmiten a todo Teyvat...

-Buenos días Teyvat, somos magos del abismo, y hoy...conocerán su pecado, conocerán la verdad...