𝟬𝟬𝟲.

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A las 11:00pm en punto, bajo el señor Afton de su apartamento, espero un poco a que Emma acomodara unos papeles y salieron del edificio.

— ¿A dónde te gustaría ir, Emma?

— Mmm, no lo sé, donde tú quieras está bien.

Afton camino hacia su auto y abrió la puerta del copiloto, dejando entrar a Emma. Afton entro al auto y lo prendió, duraron unos quince minutos en silencio.

— Y... ¿Cómo te va en la universidad, Emma?

— Creo que bien, hace unos días tuve una presentación y tuve la mejor nota.

— Wow, veo que eres muy aplicada, tus padres deben estar orgullosos.

— Sí, mi madre lo está.

— Oh... lo siento, no quise...

— No te preocupes, mi padre dejo a mi madre hace algunos años.

— Lo siento.

— Está bien, estamos bien.

Minutos después paro frente a un restaurante 24horas, Afton fue todo un caballero, abrió la puerta del auto y el establecimiento, recorrió la silla hacia atrás para que Emma pudiera sentarse.

El Doctor Afton era muy atractivo e inteligente, era alguien muy tímido, era caballeroso, aunque carecía de carisma, era alguien muy amable.

Emma buscaba lo más barato en el menú ya que solo contaba con cinco dólares, bueno, tres ya que lo demás era para su transporte.

— No te preocupes por el dinero, yo te invite, yo pagare.

— Doctor Afton... no es necesario.

— William, por favor tutéame. Yo invite, yo pago. Puedes pedir lo más caro del menú si es que así lo quieres.

— Está bien, William.

Emma siguió husmeando el menú, todo parecía delicioso pero opto por un plato de spaguetti con ensalada y un filete de pollo, de tomar pidió un refresco.

— Bueno Emma, ¿Qué edad tienes?

— Cumplí 20 en octubre, ¿y tú?

— 29.

Conversaron un rato más, sobre todo de gustos de cada uno. Emma se levantópara ir al baño y en la esquina del restaurante visualizo a Mosses, bebiendo unvaso de leche, mirándola fijamente. Emma entro al baño rápidamente, abrió el grifo, se inclino para estar a la altura de este y lavo su rostro varias veces. Se sentía sumamente extraña e incómoda con la presencia de Mosses. Cerró los ojos y al abrirlos, el señor Afton se encontraba detrás de ella.

— ¿Estás bien, Emma? — pregunto con una tranquilidad perturbadora.

— Eh... sí, estoy bien, gracias — A Emma comenzó a temblarle la voz.

William se acercó a ella, quien lo veía a través del espejo, acerco su mano al cabello de Emma y comenzó a acariciarlo, acerco la otra mano a su cuello, tocándolo superficialmente, pasó ambas manos a la espalda de la chica, haciéndola inclinarse y acostarse sobre el lavadero, tomo ambas manos de la chica y las coloco en su espalda. Todo esto de manera lenta y delicada. El señor Afton acerco su cuerpo al de Emma, pegando su entrepierna a su trasero. Emma sintió un bulto, un gran bulto. Emma soltó un pequeño gemido.

— ¿Quieres que lo haga, aquí, ahora? — Afton se inclinó acercándose al oído de Emma, susurrándole.

En ese momento entro una empleada del restaurante, obligándolos a salir de este por conducta inapropiada. Durante el trayecto a casa de Emma, hubo un silencio algo incómodo.

— Te veré luego, Emma.

𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐈𝐋𝐊𝐌𝐀𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora