𝟬𝟭𝟬.

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Emma despertó al día siguiente, el brazo de Mosses le rodeaba la cintura, trato de no moverse rápido y alcanzo su celular, tenía llamadas perdidas de su madre y de Dylan, preguntándole donde estaba ya que no había llegado a casa ni a la universidad.

Le dejo mensaje a su madre que había dormido con Anna y a Dylan que su celular se apagó y no escucho la alarma.

Emma se colocó boca arriba durante algunos minutos, procesando lo que había pasado ayer y que había hecho cosas que nunca pensó que haría, bueno, faltar a la universidad una vez al semestre no pasa nada, pero, ¿ni siquiera avisarle a su madre donde pasaría la noche? ¿Tener relaciones con alguien que no conocía hasta hace una semana?

Mosses abrió los ojos y miro a Emma, quien tenía la mirada en el techo y con su mano tomo su mentón y lo giro hacia él. Emma se acercó a él y le dio un beso en los labios.

— Buenos días — susurro Mosses.

Mosses la tomo del cuello dándole otro beso más intenso y se colocó encima de Emma.

— ¿Segundo round? — Pregunto Emma, Mosses sonrió.

Siguieron besándose durante unos minutos, hasta que Mosses coloco en cuatro a Emma, la tomo del cabello para que se mirase en el espejo que había en frente de la cama.

— Quiero que mires lo bonita que te vez mientras entro en ti.

Emma soltó una risa nerviosa y miro hacia el frente, en su reflejo.

— Buena chica — Mosses sonrió y fue entrando en ella — ¿Dónde quieres la leche?

(***)

— ¿Quieres salir a comer? — pregunto Mosses

— ¿Eh?

— Sí, quiero conocerte, pero de la manera en que la gente normal se conoce.

— ¿A dónde le gustaría ir, Mosses?

— Por favor, nos hemos visto en todas las posiciones posibles, no me llames Mosses, puedes llamarme Francis.

Emma rio, ambos se cambiaron de atuendo y salieron, eran las once y treinta y aún quedaban tres horas para el turno de Emma. Se tomaron de las manos y salieron del edificio, caminaron hacia el restaurante que estaba a cinco cuadras y entraron.

— ¿Qué edad tienes, Francis?

— 27, ¿tu?

— 20.

— Eres pequeña aun.

— Francis, ¿puedo preguntarte algo?}

— Claro.

— Te vi en el restaurante cuando el señor Afton me invito a salir.

Emma noto que el rostro de Francis cambio, su semblante. Parecía estar molesto y algo tenso.

— El no parecía tener buenas intenciones contigo.

— Entiendo... pero, no hiciste nada al respecto, ¿verdad?

— No, Emma, no lo mate — dijo, ya sabía que Emma sospechaba mínimamente de él.

Emma regreso al edificio a las tres acompañada de Francis, se despidieron en la puerta ya que él iba a su trabajo y a realizar algunos pendientes.

— Regresare por ti — le dijo Francis antes de irse.

A las nueve y veinte, Emma recibió una llamada de su jefe, pidiéndole si podría tomar el turno de madrugada y le pagaría triple, acepto, viendo una oportunidad para estar con Francis.

A las diez y cuarenta, Emma esperaba ansiosa a Francis.

— Hola — era la voz de él, Emma levanto el rostro con una sonrisa pero él tenía el mismo semblante serio de todos los días. Francis estiro la documentación que Emma le pedía a todos los residentes. Emma pensando que era una broma, soltó una risa.

— ¿Estas bien, Francis? — El hombre la miro con confusión.

— ¿Francis?

Emma se dio cuenta que su confusión era genuina, así que vio su documentación y lo dejo entrar.




Holaaa, queria agradecerle a dos personas x el apoyo al fanfic jiji.

Lizbeth y Cristal, muchas gracias, las tqm

𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐈𝐋𝐊𝐌𝐀𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora