𝟬𝟬𝟳.

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Emma se sentía... mal, un mal presentimiento, no es que pensara mal del señor Afton, pero todo fue muy rápido y solo se dejó llevar, era atractivo, pero no era Francis Mosses.

Algo de Mosses la hipnotizaba, le atraía, quería saber más de él, esperaba que ya fuera hora para verlo, quería que Mosses la invitara a salir, pero aún se preguntaba que hacia el señor Mosses ese día en el restaurante, solo, y mirándola. No esperaba que estuviera celoso, ¿o sí? Es decir, Mosses apenas le habla algunos días y otros la trata como si fuera su amante, además, creo, es casado.

Y se sentía peor, tal vez Mosses era un mal hombre y esposo, pero ella aun deseaba verlo, y no importaba si la tratara como si fuera basura o si la tratara como su esposa, simplemente quería sentir algo de él, pero si tuviera esposa, ¿Qué más da? Ella no haría nada al respecto, solo es un platónico, solo eso.

Era el séptimo día de trabajo, su jefe le había dado la opción de darle un descanso pero Emma necesitaba el dinero para unos materiales y además, quería ver a Mosses, necesitaba verlo, no importara que fueren 5 minutos, solo quería verlo.

Emma cubriría turno de la tarde y madrugada ya que al día siguiente, no tenía clases, además el de madrugada era sencillo, podías dormir de 12am a 5pm y nadie lo notaria, y tal vez tendría oportunidad de ver al señor Mosses salir.

Eran las diez y cuarto, cuando algunas patrullas llegaron al edificio, algunos policías entraron y se acercaron a la portera.

— Buenas noches, señorita. Deseamos entrar al apartamento del señor Afton, ¿podría indicarnos cuál es?

— Lo siento, el señor Afton no ha llegado — respondió Emma.

— Lo sabemos, lo encontraron muerto esta mañana.

— ¿Q-que sucedió? — a Emma comenzó a temblarle la voz, no puede ser.

— Fue encontrado en un contenedor de basura, parece que un animal lo ataco. Tiene cinco días de putrefacción.

¿QUE?

Pero, ayer habían tenido una cita.

El policía noto que Emma estaba en shock, así que paso una mano frente a ella.

— ¿Señorita?

— D-Disculpe oficial.

— ¿Tenía algún tipo de relación con él?

— N-no, no, solo, llegamos a hablar unas pocas veces.

— Entiendo, ¿puede ayudarme con el departamento?

Emma les indico el departamento del señor Afton, sentía nauseas, confusión, no sabía que estaba pasando, ¿estaré loca?, pensó.

Tampoco sabía si tenía que decir algo al respecto, ayer había salido con él, y hoy está muerto, pero tiene días que lo está, ¿Cómo podría ser posible? No quería problemas, decir algo seguro los traería, pero quería respuestas, pero tal vez puedan culparla a ella de un delito que jamás se le pasaría por la cabeza. No puede ser posible.

No... No. Mosses estuvo ayer, en el restaurante, si él dice una palabra... la culparan a ella, de una forma u otra, aunque las fechas no coincidan, algo habrá. Tenía que hablar con él, de inmediato.

Pero, ¿y si fue Mosses? Tiene sentido, si habla, la culparía a ella. Tal vez han tenido roses en algún pasado y solo buscaba alguien a quien culpar.

Emma agitaba la pierna con ansiedad, solo esperaba que Mosses llegara. Emma se tomaba del cabello con ambas manos, sus codos estaban recargados en la mesa, sentía unas ganas de llorar, de vomitar, de gritar.

— ¿Estás bien?

Esa voz que podría reconocer a mil metros, ahí estaba, había llegado.

Emma inmediatamente se paró, jalo a Mosses del brazo, haciendo que este entrada al cubículo del portera, bajo la cortina y cerró la puerta. Mosses estaba confundido y con justa razón.

— No sé qué hacer, señor Mosses.

— ¿Qué sucede? — El tono de voz de Mosses era calmado, pero había un poco de preocupación en él.

— El señor Afton... lo encontraron muerto esta mañana. — Mosses abrió los ojos y ligeramente la boca.

— Pero ayer...

— Sé que ayer... puta madre, ayer lo vimos, estaba bien. No que sucedió, creo que me volveré loca, Mosses.

— Pero no... no tienes que preocuparte si eres inocente.

— El oficial... — le estaba costando hablar, estaba a punto de llorar — el oficial dijo, que tiene cinco días de fallecido.

Mosses quedo en un shock total, no sabía si creerle. Emma soltó un sollozo, rápidamente cubrió su boca con su mano.

— Pensaran que fui yo.

Mosses estaba a punto de decir algo, pero fue interrumpido por una voz al otro lado de la puerta.

— ¿Señorita, que hace con el señor Mosses? — Era el oficial.

Encerrarse con el señor Mosses no fue buena idea, podrían acusarlos, cuando ellos no tienen nada que ver. Emma miro con miedo a Mosses, no le salían las palabras.

Mosses se acercó a Emma rápidamente.





Holaaa, me siento muy agradecida con ustedes, en tal solo cuatro dia la historia ya tiene 10k en vistas y 1000 votos, me siento muy contenta y feliz por el apoyo que le han dado a la historia, y también muchas gracias por los comentarios, me hacen reír mucho JAJAJAJ, trato de ver todos pero últimamente hay mucho. Muchas gracias de verdad, así me dan más ganas de escribir más jajaja.

Estaba pensando en hacer un grupo de WhatsApp, para que me compartan sus ideas y algunas recomendaciones, me dicen que piensan<3

Muchas gracias<3

𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐈𝐋𝐊𝐌𝐀𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora