𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐈𝐋𝐊𝐌𝐀𝐍

𝟬𝟬𝟱.

— ¡¿Dormiste con un sujeto que conoces hace apenas tres días?! — Dylan estaba exagerando, ¿no?

— No tenía dinero para regresar a casa, no quería molestar a mama y la verdad, me convenía.

— Pudo ser peligroso.

— Es más probable que yo lo mate a él.

— Ah, no me digas. Me dejas más tranquilo — expreso con sarcasmo.

— Da igual, no es tan idiota como creí — A Emma se le escapo una pequeña sonrisita, tenía una playera de algodón blanco que le quedaba un poco grande, que Mosses le había prestado.

— ¿Y esa camisa qué? También es de tu amiguito el lechero, supongo.

— No te preocupes por eso ya, estoy bien, aquí estoy frente a ti, intacta.

— Pero... no te toco, ¿verdad?

— Supongo que no, me habría dado cuenta y lo hubiera golpeado.

— No te pongas en más situaciones así, por favor.

— Está bien, está bien. Ya tengo que bajarme, gracias por acompañarme de nuevo al trabajo.

Dylan se despidió, con un poco de preocupación. Emma recibió un mensaje de él, pidiéndole que cualquier cosa, lo llamara, pero que ahora si lo hiciera. Emma respondido con un "OK" y guardo su celular.

Emma estaba ansiosa que llegara la hora de salida, ya que regularmente, el señor Mosses llega entre las 10:00pm y las 11:00pm. Tal vez le hablaría más, o Mosses la invitaría a pasar a su casa, de nuevo. A las diez y treinta, llego el señor Afton.

— Buenas noches señor Afton, ¿día largo? — El hombre tenía un rostro cansado y algo de ojeras.

— Si, cuando amas tu trabajo el tiempo pasa volando, pero tampoco quieres descansar — Explico tallándose los ojos por debajo de los lentes.

— Lo entiendo, espero pueda descansar — Emma le sonrió — ¿Me permite su identificación y solicitud, por favor?

— Claro — El señor Afton entrego los documentos solicitados — Tu nunca pareces cansada, para dormir poco, estudiar y trabajar a la vez.

— Lo tomare como cumplido, señor Afton.

— Llámame William.

— Bien, señor William, todo está correcto. Por favor no olvide su solicitud de ingreso a la salida.

— Disculpa, ¿tienes algo que hacer despu...?

El Dr. Afton fue interrumpido por un carraspeo, carraspeo que animo a Emma.

— Buenas noches, señor Mosses — Saludo Emma — Ya parece estar mejor, ¿Cómo se siente?

— Bien — respondido algo seco, sorprendiendo a Emma.

— Me alegro, me permite su identificación y solicitud de ingreso, por favor. — Respondió Emma de igual manera. El señor Mosses tenía la vista perdida, pero al mirar a Emma y a la playera que tenía, dejo su mirada en ella. Emma se sintió algo incomoda por su mirada, ya que parecía que estaba viéndole los pechos. Mosses se percibió de esto y desvió la mirada, ruborizado.

— Esa camisa... me resulta familiar.

— Si, supongo que si — respondido con sarcasmo. — Todo correcto, por favor no olvide su solicitud a su salida.

— Claro.

— Ahora, una disculpa, Doctor William, ¿Qué decía?

— Si usted tenía algo que hacer después del trabajo, disculpe mi atrevimiento.

Emma se quedó pasmada un momento, y el señor Mosses quien estaba por subir las escaleras, se detuvo en seco. Emma tenía entendido que el Doctor Afton había pasado por un divorcio reciente, ya que en su segundo día, su exesposa, llego a buscarlo con molestia.

— No te preocupes por el transporte a casa, yo te llevare.

Emma se quedó inmóvil, ¿quería una amiga o quería algo más...?

— Claro, Doctor William. Lo veré en veinte minutos.

— Llámame William, solo William.