Capitulo 19 - El Dolor del Conocimiento

14 2 0
                                    

- Jiyumi con emoción tomo el bastón y lo abrazo contra ella dando vueltas - ¡Yey! Tengo mi propia arma

- Kenji se acerca un poco estirando su mano hacia la de Jiyumi con la cual ella sostenía el bastón - Recuerda que tiene una forma de tomarse, si lo tomas de manera errónea este mismo puede tener fallas o no funcionar como debería - Aunque cuando su mano rozo con la de Jiyumi combinado con los vestigios de Xirar guardados en el bastón, un fugaz recuerdo se cruzo por su mente como si de un destello se tratase.

[Año: ?????
 Lugar: Desierto del Tormento - Gehena]

Una Lani herida yacía en los brazos de Shiruma, quien la sostenía con dolor mientras observaba los últimos momentos de quien consideraba su amada.

- No tienes por qué llorar, Shiru... - Susurró Lani con voz débil, mientras colocaba su mano sobre la mejilla de Shiruma - Las diosas tenemos... una segunda oportunidad si morimos... Por eso te pido que... - Antes de que pudiera continuar, una tos violenta sacudió su frágil cuerpo, acompañada de sangre que manchaba sus labios - ...Me busques en la tierra... Te prometo que renaceré como humana...

- Shiruma, a pesar de su semblante endurecido, se encontraba en un momento de debilidad, llorando por la impotencia de no haberla podido proteger - Lani, resiste un poco más, por favor... Solo un poco más... - Susurraba con desesperación y voz entrecortada mientras la abrazaba, su mirada buscando ayuda en cada rincón, como si esperara que otras diosas acudieran en su rescate.

- Te encargo mi bastón... Guárdalo por mí, lo volveré a usar algún día... - Concluyó con una sonrisa y una débil risa, dejando escapar su último suspiro y cerrando los ojos para siempre.

Shiruma sujetaba con fuerza el cuerpo inerte de Lani, su corazón latiendo desbocado en su pecho mientras las lágrimas inundaban sus ojos.

- ¡No! ¡No puedo perderte, Lani! - Exclamaba con voz entrecortada, su voz temblorosa resonando en todo el lugar mientras se aferraba con desesperación a la esperanza, aunque esta se desvaneciera con cada latido de su corazón.

En un acto de negación y desesperación, Shiruma se inclinó sobre el cuerpo de Lani, buscando desesperadamente algún signo de vida. Sus manos temblaban mientras acariciaba su rostro con suavidad, como si con ese gesto pudiera devolverle la vida.

- Por favor, Lani, despierta... - Murmuraba entre sollozos, sus palabras resonando en el silencio del lugar.

Pero la tragedia se cernía sobre el como una sombra oscura. En un instante de furia y desesperación, Shiruma alzó la mirada al cielo, sus ojos llenos de lágrimas reflejando un tormento inimaginable. Un poder incontrolable comenzó a brotar de su ser, una explosión de Xirar desgarradora que amenazaba con consumir todo a su paso.
Aquel desierto temblaba bajo el impacto de su dolor, la arena vibraba y el suelo se sacudía violentamente. El poder desatado por Shiruma era tan intenso que amenazaba con destrozar todo a su paso, sumiendo el lugar en el caos más absoluto.
Abatido y exhausto, Shiruma dejó caer la cabeza, sintiendo cómo el dolor físico se sumaba al tormento emocional que lo consumía por dentro. Cada latido de su corazón resonaba con el eco de la tragedia, recordándole su propia impotencia.
El calor de la sangre que brotaba de sus heridas era un cruel recordatorio de su fracaso, un reflejo tangible de su incapacidad para proteger a quien amaba. Con cada gota derramada, parecía desvanecerse cualquier vestigio de esperanza que hubiera quedado en él.

 Con cada gota derramada, parecía desvanecerse cualquier vestigio de esperanza que hubiera quedado en él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Tercer Armagedón: RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora