II. Segundo paso

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Habían pasado dos semanas desde aquella escena en la azotea con la pelirroja

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Habían pasado dos semanas desde aquella escena en la azotea con la pelirroja. Pocos días después de aquel momento, volví a ver a la chica rubia. Esta vez sí hablamos y, sin darme cuenta, Vivian se había vuelto la única persona con la que conversaba, y lo hacía durante horas.

Gracias a ella, las clases, los profesores y las tareas lograban que dejara de pensar en Jenn por cortos periodos de tiempo, algo que necesitaba si quería olvidarla.

—Señor Ross, ¿está escuchando?

Mierda.

—Lo siento.

—En su opinión, ¿cuál es una de las tareas principales de un director durante el rodaje de una película?

—Señalar y corregir los errores que cometen los actores.

—¡Exacto! Y es por eso que hoy nos acompañan la señorita Sallow y el señor García.

Sallow... era aquella pelirroja. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, como si su vida fuera perfecta. Cualquiera que la viera creería que aquella sonrisa era verdadera. Yo también lo hubiera creído, pero con lo poco que vi esa noche, sabía que era una actuación tan perfecta que nadie lo sospecharía.

Después de todo, nadie se imaginaría que aquella pelirroja con una sonrisa tan bonita, en realidad, hubiera estado llorando escondida en la azotea de la residencia. Además, fingía estar bien cuando no podía mantener una sonrisa sin que esta temblara o trataba de fingir su voz para evitar que sonara rota.

—En resumen, la señorita Sallow y el señor García harán unas escenas con algunos errores y ustedes tienen que identificarlos en un periodo de tiempo de 10 minutos.

—En resumen, la señorita Sallow y el señor García harán unas escenas con algunos errores y ustedes tienen que identificarlos en un periodo de tiempo de 10 minutos

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No había duda alguna, las actuaciones de ese par eran simplemente perfectas, a tal grado que parecía no haber ningún error. De las quince escenas aleatorias, solo había podido encontrar el error en seis.

Era como si ella hubiera sentido y vivido todas y cada una de las emociones de los guiones.

Y las preguntas empezaron a surgir.

Una nueva oportunidad de amar |Jack RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora