Olympia tenía la vida que siempre soñó, pero no sabía que eso pronto acabaría.
Al tener el corazón destrozado ella decide ir a estudiar a Francia dándose una nueva oportunidad para empezar, donde conocerá a Jack Ross que también tenia el corazón rot...
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Dos meses atrás.
-Eres tan tonta e ingenua que fue demasiado fácil quitarte tu vida.
-No lo entiendo ¿Qué fue lo que te hice? ¿Qué es lo que ganas tú con esto?
-Me quitaste algo invaluable Olympia, así que mi única ganancia fue ver como te convertías poco a poco en una espectadora solitaria de lo que fue tu vida.
-¿De qué estás hablando? Antes de Diciembre, no sabía de tu existencia.
-Es cierto.
-¿ENTONCES PORQUE ME HICISTE ESTO?
-El día no estaba nublado.
-¿Qué fue lo que dijiste?
-Lo que escuchaste, el día no estaba nublado.
-¿Te has vuelto loca? ¿De qué estás hablando?
-El día en que te conocí no estaba nublado.
-¿EN SERIO ME ESTÁS DICIENDO QUE TODO ESTE MALDITO TEATRO FUE PORQUE EL DÍA NO ESTABA NUBLADO?
-Relájate, Olympia todos nos están viendo. Y Stella no mentía, todos en el restaurante nos veían.
-Entonces explícame esto por qué no lo entiendo. Ella sonrió, pero esta sonrisa no era como aquellas tiernas que siempre solía dar, esta era burlona cargada de autosatisfacción.
-Sabes, antes de aparecer en tu vida yo había tomado la decisión de que si el día estaba nublado seríamos las mejores amigas y nada de esto hubiera pasado, pero si el día estaba despejado me encargaría de hundirte en el mismo abismo de soledad en el que yo estaba.
-Eres una maldita enferma mental.
Tenía miedo, por primera vez en mi vida tenía miedo hacia alguien más que mis padres.
-Es una lástima que tú no tengas la misma suerte que él.
-No te atrevas a meterlo en esto.
-Tranquila leona, cuando lo conocí el día estaba nublado- ella me sonrió descaradamente antes de seguir hablando- en fin, si te atreves a decir algo de esta conversación, lo que aún te queda se irá por un tubo.
-Así, dime ¿Cómo planeas hacerlo?
-No es algo que tú debas saber. -¿Qué?
-Sorprendida ¿Verdad?, El imitar la voz de otros es mi mejor don.
-Eres una maldita psicópata.
-Bueno, ahora que lo sabes, más te vale tener la boca cerrada.
La bomba exploto
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