Capitulo 1. Aprender a distinguir entre amor y obsesión

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POV Ginny Weasley

Crecer siendo la única hija de siete hermanos tiene sus consecuencias. Y Ginny Weasley, lo sabía.

«Nunca deben verte llorar, o creerán que eres débil».

Esa frase era muy recurrente para su madre, y se había encargado de enseñársela por activa y por pasiva. Tanto le había enseñado a reprimir sus lágrimas que, con el paso de los años, ver llorar a alguien si no era por necesidad le repugnaba, y podía contar con los dedos de la mano las veces que había llorado en su vida.

La primera fue cuando su padre, con siete años, le contó su historia. La historia de Gianna Potter, La Niña Que Vivió. Y ni siquiera lo hizo por pena, o por emoción. Ciertamente, nunca sabría por qué había llorado. Durante los años venideros que pasaría en Hogwarts, recordó esa noche como si hubiese sido la anterior: fue antes de irse a dormir, que Ron y ella estaban en el salón con su padre, sentados en el sofá, y Arthur Weasley estaba mencionando algo sobre los Lestrange, una de esas tantas familias seguidoras de Quien-vosotros-sabéis, que habían acabado en Azkaban tras su caída. Con timidez, Ginny recordó que había preguntado:

- ¿Quiénes son los motífagos, papi?

Arthur Weasley la miró unos segundos, y le hizo un gesto en el sofá para que se sentara a su lado. Ron, que leía por enésima vez Quidditch a través de los tiempos, alzó la vista para escuchar lo que su padre tuviera que decir.

- Los mortífagos son los seguidores del mago mas oscuro que ha conocido nunca el mundo mágico - la nariz de la niña se arrugó, preocupada -. Cuando cayó, algunos fueron a la cárcel por las cosas que habían hecho. Otros, mintieron para librarse, diciendo que los obligaron.

- ¿Y como cayó ese mago tan malo, papá? - preguntó Ron, intrigado. Arthur sonrió.

- Fue hace siete años. Quien-tu-sabes buscaba aún mas seguidores, y fue a por una pareja muy poderosa, los Potter. ¿Recuerdas la foto que te enseñé de la Orden del Fénix? - Ron asintió -. El hombre de gafas y la mujer pelirroja - Ron miró al suelo, tratando de recordar, y el rostro se le iluminó.

- ¿Esa mujer tan guapa? - Arthur asintió -. ¿Ellos acabaron con él? ¿Y donde están? ¿Por qué nunca los hemos visto? - el semblante de Arthur se ensombreció.

- No fueron ellos. Fue su hija - respondió -. Gianna Potter. Ellos... ellos no... - Molly, que entraba en el salón y había escuchado su conversación, chistó con tristeza.

- Fue una gran pérdida. Lily y James... eran increíbles. Y creo que Gia es adorable. Una niñita preciosa y dulce. Tiene tu edad, Ron - Ron se sorprendió.

- ¿Ah sí? - preguntó con interés -. ¿Y dónde esta? ¡Nunca la hemos visto!

- Dumbledore consideró que estaría mas segura alejada de todo esto - comentó Arthur.

- No seré yo quien cuestione a Albus, pero a veces me pregunto si tomó la decisión adecuada. Cuando esa niña llegue a nuestro mundo, se abrumará muchísimo - replicó Molly.

- Es su padrino, cariño - le recordó.

- Ya, pero... no sé... tan pequeña... aislada de todo...

- ¿Y qué pasó? - preguntó Ginny, muy interesada -. ¿Cómo lo derrotó?

- Nadie lo sabe - respondió Molly -. Fue asombroso. Gia debe ser una bruja de muchísimo poder, tan pequeñita... creo que hizo magia a los pocos meses. El mundo mágico le debe tanto a Gianna Potter... - dijo con nostalgia -. Y la pobrecita sin saber quien es.

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