Capítulo 21. El fin de una era

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POV Draco

- Sabía que eras tan cobarde como tu padre.

La voz de su tía Bellatrix estaba cargada de odio, frialdad y decepción. Tampoco esperaba nada mejor si se ponía a pensarlo fríamente. Había sido un buen plan, un plan inteligente, y sabiendo que el plan original siempre había sido que Snape matara a Dumbledore... Draco pensó que no había salido tan mal, en realidad. A su lado, en el sofá, su madre alargó la mano para acariciársela, y se sintió, si no mejor, algo mas reconfortado.

- Ahora nos despreciará - insistió paseándose por el salón -. No seremos nadie para él, ¡nadie!

Días después de la noche en la torre de Astronomía y tras volver a su casa escoltado por Snape y el resto de mortífagos, Draco vivía recluido en la mansión, a la espera de que el Señor Tenebroso, que normalmente vivía en el otro lado de la misma, decidiera llamarlo para que encarase su fracaso. Por una vez, Draco lo esperaba con ansia. No porque supiera que fuera, quizá, a perdonarlo por ser un adolescente, si no porque quería acabar con todo esto cuanto antes. Y procurar estar lo bastante borracho como para no sentir tan apenas los achaques de las cruciatus que sabía que le caerían.

Su tía Bellatrix estaba decepcionada, por supuesto, y se contuvo (Draco no sabía como) de lanzarle ella la maldición porque decía que quería que sintiera el peso de su error por completo en su cuerpo. Que sintiera las consecuencias de haber fallado al Señor Tenebroso. Su madre, sin embargo...

Su madre lo miraba con gesto ausente, y a Draco le habría gustado tener la habilidad de Legeremancia al menos del Señor Tenebroso para saber lo que Narcisa Malfoy pensaba. ¿Estaba decepcionada? ¿Preocupada? Eso seguramente. ¿Se alegraba de que su hijo no fuera un asesino? Draco no se atrevía a preguntar, por miedo a la respuesta. No esperaba mucha diferencia por parte de su padre cuando lo liberaran de Azkaban, pues sabía que se venía una nueva fuga masiva de la prisión y que pronto volvería a casa. Al contrario; supuso una reacción muy similar a la de su tía.

«Eres una decepción»

«No esperaba que lo consiguieras»

«Decepcionante. Ahora tendremos que ver como arreglamos este desastre»

«No hay nada que arreglar», pensaba Draco para sus adentros.

Tan apenas dormía. Pasaba las noches tumbado en la cama, o bien mirando al techo o bien de lado, mirando a la pared, y como no había dormido mucho durante el curso, no notaba la diferencia. Horas y horas pensando, cavilando.

Pensando en si a él le parecía que todo aquello había sido un fracaso... o el último intento por parte de Albus Dumbledore por enseñarle algo a uno de sus alumnos, uno que siempre se había mostrado reacio a aprender de él.

***

POV Gianna

- Ven, Gi...

- No.

- No puedes quedarte aquí, Gia... Vamos, ven conmigo...

- Era mi padrino. Tengo todo el derecho del mundo.

No quería marcharse del lado de Dumbledore. La mano de Hagrid temblaba en su hombro. Entonces otra voz dijo:

- Ven, Gia.

Dos manos tiraron de ella para que se levantara. La muchacha obedeció sin prestar atención. Cuando ya habían echado a andar, escuchó el característico ruido de unas botas de tacón y se dio cuenta de que eran Pansy y Hermione quienes tiraban de ella. Oía voces ininteligibles; sollozos, gritos y lamentos hendían la oscuridad, pero ellos siguieron su camino, subieron los escalones de piedra y entraron en el vestíbulo. Gia  veía caras cuyos rasgos no distinguía; sus compañeros la miraban con ojos escrutadores al tiempo que susurraban y se hacían preguntas, y los rubíes de Gryffindor brillaban en el suelo como gotas de sangre mientras ambos se dirigían hacia la escalinata de mármol.

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