capítulo 5

2.4K 105 3
                                    

JUANJO:

Fue un camino muy largo, me encontraba en un estado de embriaguez moderado, lo suficiente como para que unos movimientos fueran un poco torpes, pero no tanto como los de Martin, quien estaba visiblemente ebrio. A pesar de mi mal cuerpo, accedí en llevar al vasco a caballito a la residencia, ya que apenas podía mantenerse en pie. 

Mientras caminábamos por la fría y solitaria carretera, el silencio fue interrumpido.

-Que suave eres Juanjo y que bien hueles. -Decía Martin mientras se agarraba fuertemente de mi cuello.

-No me sobes tanto cojones, que apestas a alcohol. -Dije apartando sus brazos de mi, no me gustaba recibir contacto físico de las personas, y menos de un hombre.

Anduvimos durante 10 minutos más, ya casi no sentía las piernas pero me daba igual, necesitaba cuidarle, el alcohol me estaba haciendo demasiado vulnerable, por lo que aceptaba el sufrimiento para estar a cargo de mi amigo, además solo quedaban un par de calles.

-Y esos quienes son? dan un miedo que te cagas, que chungos. -Tras escuchar las palabras del menor, giré la mirada y vi un grupo de unos chicos de mi universidad, no eran amigos míos, de hecho a nadie les caía bien, eran bastante agresivos.

-Vámonos de aquí, evitémonos  problemas. -Dije girando a la calle de al lado y bajando al vasco de mi espalda, ya que nos quedaban 5 minutos escasos.

-Eh tú maricón, que miras payaso? tienes algún puto problema? -Dijo uno de los jovenes del grupo, acercándose a Martin. Se notaba que ellos también iban colocados.

-Eh perdona pero el único maricón aquí eres tu, y el problema que tengo es que me estés tocando los cojones. -Dijo el vasco, es la primera vez que le veo así de enfadado, me sentí orgulloso tras su respuesta pero tuve que intervenir para que esto no acabase mal.

-Venga Martin déjalo, vámonos ya. -Le agarré del hombro para girarnos y pasar de ellos.

-Pero mira quien está aquí, Juanjo Bona, que pasa ahora tu también eres maricón? , por qué te juntas con esta gentuza? No me des la espalda si no quieres una paliza.

Me di la vuelta ofendido, casi saliéndome humo por la cabeza, eché a Martin detrás mío y me arremangué la camisa. -Escúchame payaso, yo no soy un maricón y si quieres pelear ten los cojones de hacerlo.

MARTIN:

No pude ser consciente de la situación, me cabreé al escuchar la palabra maricón en su boca, por lo que salté a la defensiva, acto que tendría que haber evitado para que no se formase ninguna pelea. Ahora tenía a Juanjo delante, defendiéndome, pero sus palabras "no soy un maricón" en cierta parte me dolió, como si me estuviese insultando a mí.

El aragonés y el grupo de maleantes siguieron discutiendo verbalmente durante unos minutos hasta que uno de ellos se nos lanzó y se creó una horrible escena de gente por el suelo, sangre y puñetazos. Caí al suelo casi inconsciente, solo recuerdo los brutales golpes que recibí en la cara, giré la vista y vi a Juanjo tirando al suelo al resto, no supe reaccionar, me sentía inútil, hasta que vi cómo mi agresor se caía al suelo tras recibir un golpe en la cintura, se apartó de mi y es entonces cuando apareció el mayor, me agarró de la espalda y de las piernas, y me llevó hasta el cuarto de su residencia, mi estado no era demasiado crítico pero me dolía todo, me fijé en las heridas de sus puños y mi alma se derrumbó, nunca imaginé ver esa imagen tan dolorosa, por lo que me puse a llorar.

-Lo siento muchísimo Juanjo, todo esto es por mi culpa, estoy demasiado borracho y no sé por qué reaccioné así, nada de esto hubiese pasado si me hubiese callado la puta boca. -Dije lamentando la situación.

-De lo único de lo que te tienes que preocupar ahora es de tu salud y de tu cara, espera aquí un segundo, traeré cosas para curarte. -Dijo el mayor, dejándome suavemente en su cama, con una delicadeza tierna. Su preocupación más grande en ese momento no era la pelea ni sus heridas, sino mi salud.

Me quedé mirando al suelo durante unos segundos, intentando que mi cabeza dejase de dar vueltas. Caían gotas de sangre de mi boca al suelo, y yo aún no era consciente de mi situación, por lo que me levanté con cuidado y me miré al espejo más cercano. Tenía un ojo morado, rozaduras en los pómulos, los labios y las encías llenas de sangre, mis ojos rojos debidos al exceso de alcohol. Nunca me había visto peor en mi vida, no notaba la mitad de la cara debido a los múltiples golpes, y un par de lágrimas recorrieron mis mejillas. Soy estúpido, por qué he tenido que beber y por qué tuve que abrir la boca? 

JUANJO:

Fui lo antes posible a la enfermería a robar un par de medicamentos, antiinflamatorios, gasas, betadine y tiritas para curar todas las heridas. Estaba de los nervios y mis manos temblaban, tenía miedo, un miedo que nunca antes había sentido, parece como si tuviese 5 años otra vez y solo fuese un crío asustado de lo que me pasaría en un futuro. Aguantando mis lágrimas, volví corriendo a mi habitación, donde me encontré a Martin en mi cama, muy cohibido, escondiendo su rostro entre sus rodillas y sus brazos, estaba llorando.

Me senté a su lado, intentando que se tranquilizara, cuando levantó la mirada nos quedamos en silencio, simplemente le dije:
-"Les has plantado cara y eso ha sido muy valiente, eres la polla pumukis."

Cerré la boca al darme cuenta de lo que acababa de decir, las palabras se me atascaban en la garganta tras formarse ese pesado nudo que me impedía hablar, el corazón me latía rápido, y su asombrada mirada me fulminaba, como si hubiese dicho el secreto mejor guardado del mundo, parecía que su estado ebrio desapareció al instante.

-Pumukis. -Susurró Martin antes de soltar una leve carcajada y una sonrisa sincera, ambos sabíamos de lo sucedido, por fin.

-Pensaba que nunca me daría cuenta, la canción me abrió los ojos, un momento tan especial en mi vida estaba acompañado. -Dije yo, mientras curaba las heridas del vasco con delicadeza, intentando que le duela lo mínimo.

Después de limpiar y curar todas las heridas, dejé a Martin dormir en mi habitación y yo me iría a la suya.

-Ya hablaremos todo mañana, ahora estás demasiado borracho como para formular una frase. Te puedes quedar a dormir aquí y yo me iré tu habitación, así no tienes que andar mucho. -Dije mientras apagaba la luz y me daba la vuelta para irme, hasta que noté su fría mano agarrarme con fuerza por la muñeca, me impidió seguir andando.

-Puedes dormir conmigo? por si vomito o algo, me da miedo quedarme solo, por favor. -Dijo susurrando, con miedo de que le dijese que no.

-Ni de coña duermo contigo, pero me puedo quedar en la otra cama, el grupo no llegará hasta las 10 así que no creo que les importe. Si te encuentras mal avísame. -Dije con un poco de rechazo, pero de verdad este chico me preocupaba, quería protegerle para siempre, tenía miedo de perderle de nuevo. Es la primera vez que alguien me importa.

*+4 Llamadas perdidas "La Rusli"*
*Llamada perdida "Wacho" *
* +9 mensajes nuevos "Twinka" *




Nuevo capítulo bastante intensito sorry
quería drama y creo q me pasé JAJA
pobrecitos mis niños
espero q os haya gustado muchoo
no os olvideis de votar plis<3
y comentarme si os gusta o debería
cambiar alguna cosillas plis
os amoo❤️

Hasta las estrellas- juantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora