Hasta las estrellas- juantin

capítulo 4

JUANJO:

Me quedé apoyado en la puerta de la habitación de Martin unos segundos, con la mano en pomo, pensando en cruzar la delgada línea que nos separaba de la verdad y de las mentiras. Solté un gran suspiro y bajé la mirada. Estaba experimentando una sensación que nunca antes había sentido. La presencia de Martin parecía tener un efecto curativo en mi interior, como si de alguna manera estuviese sanando heridas de mi infancia que ni siquiera sabía que existían. Que me pasa a mi con este chico? de verdad que necesito descubrirlo.

Noté como un leve peso se apoyaba en mi espalda tras la puerta, efectivamente, era Martin. Estábamos en la misma posición y de alguna manera podía notar su cansado suspiro y la indignación sobrepasaba de su cuerpo al mío. Después de unos segundos, decidí levantarme y prepararme para esta tarde, tenía que avisar al resto del grupo, no iba a quedar a solas con el menor, sería raro.

MARTIN:

Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro, después de haber hablado durante más de diez segundos con Juanjo, le notaba una gran necesidad de hablar, reflejada en su expresión, pero pareció arrepentirse. No le di demasiada importancia, ya que en un rato le volvería a ver, me hacía demasiada ilusión. Usualmente no me gusta mucho salir y menos con grupos grandes, pero mi cuerpo me pedía alcohol después de una semana tan intensa, y además puede que así tenga tiempo para hablar con él y ayudarle a  recordar.

Me vestí lo más rápido posible, y llamé a mis amigos mas cercanos, para avisarles que nos íbamos de fiesta. Sin dudarlo todos aceptaron, al fin y al cabo era viernes y no teníamos nada pendiente. 

Me encontré con Lucas y Omar en el pasillo, por lo que bajamos juntos y hablamos un rato.

-Te preocupa algo, Martin? te veo cansado. -Dijo Omar, actuando como una figura paterna con todo el grupo.

-No te preocupes, solo estoy rayado. -Dije yo, bajando la mirada al suelo.

-Alegra esa cara wacho que nos vamos de fiesta, hoy no se duerme!!! -Exclamó feliz el Uruguayo.

Decidí olvidarme por el resto de la tarde de aquella pesada nostalgia que invadía mi cuerpo, pero con Juanjo delante fue bastante difícil. Aun así pasé un buen rato en la ciudad con todos, también hablé bastante con el aragonés, conversar con él se sentía como una droga adictiva de la que nunca querría dejar de consumir. Seguí actuando como si nuestras miradas nunca antes hubiesen coincidido, y esa acción me destrozaba el alma, pero tuve que fingir para que esta burbuja que estábamos creando no se rompiese. Qué hace este chico para tenerme así?

JUANJO:

Me arrepiento cada segundo que paso junto al vasco de no haberme atrevido a preguntarle, pero íbamos a pasar el día juntos, alguna ocasión tendría de encontrar. Estuvimos hablando bastante y me di cuenta de lo fácil que es sacar conversación con él y lo cómodo que me siento, nos escuchamos mutuamente y nos conocimos mejor.

- Y por qué escogiste ingeniería naval? -Me preguntó Martin, aunque sea un tema delicado para mi, estaba confiado para abrirme un poco más.

-Nunca quise hacer ninguna ingeniería, fue más por presión  y por miedo al fracaso, pensé que si escogía una carrera importante tal vez mis padres se sentirían orgullosos de mi, pero parece que nada funciona. -Dije sincerándome, pensando que tal vez hablé de más.

-Bueno Juanjo, si sientes que los demás no están, yo si voy a estar. Además puede que en un futuro si consigues tu sueño, que por cierto, cual es?