La despedida

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"Me voy mañana".

Las palabras que salieron de la boca de Itadori, fueron como un golpe en la costilla derecha para Fushiguro. ¡Claro que sabía que Yuji estaría por un corto tiempo en Japón!, pero estaba tan absorto dentro de su burbuja de felicidad que se le había olvidado por completo.

—Sí, lo sé— le respondió con una voz casi ininteligible, más bien era como si se estuviera respondiendo a él mismo.

—Quisiera que habláramos antes de marcharme—Yuji estaba dispuesto a ser muy vulnerable si Fushiguro aceptaba.

—¿De qué?

—De nosotros.

—Nosotros somos amigos...— a Megumi casi no se le escuchaba la voz.

—Yo no puedo ser solo tu amigo.

Sus miradas se encontraron un instante. Los ojos color miel de Yuji estaban brillantes y decididos, pero los de Fushiguro estaban apagados. Nada de esto tenía sentido para él, Yuji tenía esposa y el también. Sí, una esposa a la que no amaba, pero con la que tenía un importante compromiso y un acuerdo con su familia.

Al menos Itadori había logrado hacer su vida en otro país, se había alejado de la hechicería y vivía tranquilo surfeando en el mar... Al menos Itadori sí se había casado por amor, y él no iba a romper eso.

—No creo que haya mucho que hablar, nuestras vidas son muy diferentes ahora, Itadori.

—Sí, cosas han cambiado, pero tú sigues siendo el mismo.

—No lo soy—respondió desviando la mirada.

—Mírame.

No quería voltear a verlo. Le picaba la garganta y le costaba respirar, quería estar solo. Ver a Itadori significaba romperse.

Las dos manos de Yuji rodearon el rostro pálido y perfilado de Megumi para traer sus ojos azules de vuelta. ¿Por qué miraba a otro lado?

—Eso dices de la boca para afuera, pero tus ojos me dicen que eres el mismo— sus tibios labios se posaron en los del otro—. Tu alma es la misma, tu voz es la misma, tus ojos son los mismos, ¿qué tienes tan diferente ahora que no me consideras digno de ti?

—¡No he dicho eso! ¡Te fuiste y desapareciste! —el pelinegro temblaba, hablando sin pensar. Sacando de su cuerpo toda la frustración que sentía— ¡Y ahora regresas ocho años después a decirme que tenemos que hablar! ¡No hay nada de qué hablar!

Yuji miró en los ojos del otro un dolor infinito. Fushiguro había sufrido su ausencia.

—Perdona— dijo abrazándolo fuertemente, pero con voz bajita y amable—, sentía que necesitaba huir de Japón, de Tokio, de la hechicería. No soporté la perdida de Nanami, de Nobara, ni del profe Gojo. Me quebré, me rompí, quería desaparecerme del mundo. De casualidad conocí a unas turistas americanas que estaban por irse y me invitaron a su país—Megumi se retorció, no sabía si quería seguir escuchando—, vi mi oportunidad allí. Con una de ellas comencé una relación y me casé para quedarme en América indefinidamente. No te voy a mentir, la quiero, es una buena chica... pero siempre te he amado a ti, no hay día de mi vida que no te extrañe. Y hoy estoy dispuesto a hacer lo que sea para estar contigo.

—No se puede, yo...

—Sí, ya sé que estas casado, Maki me lo dijo, que te casaste hace tres años y que no te escribiera para felicitarte porque ella sabía que había sido el día más triste de toda tu vida.

—Aparte del día que te fuiste.

—Perdón, mi Fushiguro.

Yuji unió su nariz con la de Megumi para volver a besarle los labios, recorriendo con sus manos la espalda y los brazos de su amado.

Con Fushiguro había que ser directo, porque él era muy obstinado; había que ser sincero, porque no existía más tiempo para hablar; y, por sobre todas las cosas, había que ser muy amoroso.

—Te amo, Fushiguro Megumi, eres mi primer amor y mi alma gemela.

—Pero...

—Pero nada. Al llegar a América procesaré mi divorcio.

█──────♡──────█

*Al día siguiente en el Aeropuerto Internacional de Haneda, Tokio. Yuji había hecho ya su chequeo en counter y esperaba pasar al área de embarque*

—Fushiguro, ¿te acuerdas del día en que nos conocimos?

—Pasaron cosas tétricas...

—Sí, pero no me refiero a las cosas sucedidas. Quiero saber si te acuerdas de la fecha.

Megumi se rio por dentro.

—Fue en junio del 2018— respondió.

—El mes de junio es importante.

*Una señorita en el altavoz de la terminal*

"PASAJEROS CON DESTINO A LOS ÁNGELES, CALIFORNIA, EMBARCAR POR LA PUERTA 12"

—Bueno, ya tengo que irme— Yuji le pasó a Megumi un sobre blanco—. Esto lo abres en tu casa.

—¿Es una carta de amor? —preguntó Fushiguro con una sonrisa.

—Algo así. 

EL REENCUENTRO ❤️ ITAFUSHI / FUSHIITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora