Euphoria Kookmin

Por favor vuelve.

Había pasado un mes desde la desaparición de Jimin, hasta ese punto, las autoridades estaban perdiendo la fe de dar con Jimin. Sin embargo no podían rendirse sin importar cuanto tiempo pasará, el padre de Jimin no permitiría tal cosa, a pesar de ello todo el mundo se veía obligado a seguir con su vida, para Taehyung no era algo fácil, por mucho tiempo en casa fueron solamente ellos dos, ni siquiera tenían empleados de servicio pues siempre amaron sentirse totalmente independientes y en la comodidad de su espacio gozando únicamente de su compañía, la casa desde la ausencia de Jimin se sentía muerta, vacía, y para el era un martirio su hora de salida, en el hospital lograba distraerse con sus obligaciones, pero incluso ahí seguía pesando la ausencia del rubio, ya que ese también era parte de su día a día, los demás chicos a pesar de sentir igual de vacíos, trataban de darle todo el apoyo posible a la familia de Jimin, a Jungkook y a Teahyung, quienes se mostraban mas afectados con el paso del tiempo.

Es miércoles y son las ocho y media de la mañana y recibí una llamada de Hanna para avisarme que estaba en la ciudad y que necesitaba verme para hablar, hace mucho tiempo que habíamos limitado el contacto, para evitar más malos entendidos que pudieran seguir afectando, sin embargo el hecho de recibir una llamada de algún miembro de los Park hoy día, para mi es prioridad ya que puede ser indicio de noticias de Jimin.

¡Jungkook gracias por venir! — exclamó Hanna saludando a Jungkook con un beso en la mejilla al verle llegar.

Debo confesar que me toma por sorpresa, pero que me alegra. — respondió.

"Te ves muy mal" — manifestó la castaña, sintiéndose mal por sus palabras, pero siendo lo más honesta posible.

Gracias, suelo escucharlo muy seguido últimamente. — respondió a secas mientras colocaba la servilleta en sus piernas.

Quería hablarte sobre Jimin. — hizo una pequeña pausa, ante la desesperada y cristalizada mirada de Jungkook. — Le han notificado a la familia que no han podido tener avance alguno sobre la desaparición de Jimin, las autoridades piensan que él podría ya no estar con vida. — Jungkook dejó escapar un jadeo y una lágrima rodó por su mejilla, estampándose en la mesa de aquel café.

Mi padre sigue gastando hasta los últimos recursos en su investigación privada, pero no ha tenido resultados positivos, no hay forma de que sigan en el país y conociendo el antecedente clínico de Daeyung es muy probable que ya haya atentado contra la vida de mi hermano. — mencionó dejando rodar algunas lágrimas, recordando bien el infierno que vivió y que está segura Jimin puede estar viviendo o haber vivido.

Si me lo preguntas, algo me dice que no es así y él aún vive, y he tratado de descifrar hasta el último movimiento de Daeyung y no tengo éxito. — enderezó su postura. — Es por eso que necesito me ayudes a encontrar a tu madre, ella tiene que saber donde está el, y yo necesito encontrar a mi hermano.

¡No se nada de ella y no creo que de saber ella algo nos lo diría! — exclamó limpiando sus lágrimas.

Sé que ella a las autoridades le ha dado una declaración en la que afirma no saber nada de él en mucho tiempo, pero no le creo, por favor te lo suplico.

"Mírame" ¿Crees que de tener la oportunidad de encontrarlo, no lo habría intentado ya? ¿Crees que me veo fatal por gusto propio? ¡Desde su desaparición no tengo paz, mi vida en un infierno de incertidumbres y monotonía, habría dado lo que fuera, incluso mi vida misma, para garantizar que Jimin jamás cayera en manos de ese animal, Jimin es mi vida. — exclamó poniéndose de pie y abandonando el lugar.

Jungkook caminó por las frías calles, mientras intentaba tranquilizar su respiración, y acallar sus miedos de no volver a ver a Jimin, sus corazón parecía estallar y su mente le jugaba la peor carta de todas, se sentía desmayar, estaba agotado, mental y físicamente. Subió a su auto y condujo hasta su trabajo, a donde trató de sobrellevar su día con normalidad, hasta poder llegar a casa.

Cómo era de esperarse al finalizar su día Jungkook condujo a casa, y como cada noche desde la desaparición de Jimin, optó por abrir una nueva botella de whisky escocés, con el cual ahogaría sus amargas penas, y neutralizaría sus largas y oscuras noches, sabía muy bien que estaba mal, que no podría soportarlo más y que en algún momento muchas más áreas de su vida se verían afectadas, como su empleo pero, que podría ser peor, trabajó tanto para tener estabilidad y de alguna manera no volver a padecer por ello, trabajó tanto para conquistar al chico más alucinante sobre la faz de la tierra y hoy no sabe dónde está y si aún respira, de qué sirvió tanto esfuerzo si el resultado fue el mismo.

A diferencia del día anterior esta vez se quedó dormido, en el sofá del salón, entre algunas fotos y recados que solía compartir con Jimin, ya no quería que amaneciera, ya no quería que anocheciera más, ya no quería ver personas en la calle tomadas de la mano, ya no quería abrir los ojos, ya no quería ver su rostro en su mente porque lo lastimaba, le dolía demasiado, ya no soportaba escuchar su dulce risa resonar en su cabeza, eso le astillaba el alma, ya no sentía poder más.

Y se quedó dormido mientras las más hermosas palabras de Jimin seguían resonando en su mente.

"Te amo mucho Jeon"

"Pienso que eres el amor que en todas mis reencarnaciones seguiría eligiendo"

"Gracias por ser mi lugar seguro"

"Tus ojos son un sortilegio"

"Yo soy tu y tu eres yo"

"Mis días son perfectos cuando veo tus ojos"

"A nosotros nos une una fuerza que supera la razón y la ciencia"

"A tu lado encontré la persona correcta para compartir el resto de mi vida"

"Siempre seré tuyo"

"Quiero conservar tu sonrisa en mi alma por si un día me falta vida, llevarla siempre conmigo"

"Para toda la vida amor"