"Story Time, important note."

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Hola, no sabía exactamente cómo debía hacer esto, y luché interiormente en si debía hacerlo o no, entonces llegué a la conclusión de que no es si debía más bien es que si quería hacerlo.

Cómo pueden apreciar en el título, se trata de una importante nota de la salud mental.

Creo que somos conscientes que hoy día muchas personas nos hemos visto afectados por una diversidad de problemas psicológicos, que afectan gradualmente nuestro entorno y día a día.

Quisiera compartirles mi historia, y créanme tiene mucho que ver con que los tenga esperando actualización de "Euphoria Kookmin"

Hace mucho tiempo fui diagnosticada con ansiedad generalizada, depresión severa y dependencia afectiva. Al inició fue difícil de asimilarlo y tratarlo, pues en mi núcleo familiar, se desvalorizo por mucho tiempo la atención psicológica, los problemas psicológicos y las terapias, tradicionalmente esos problemas se les llamaba rebeldía, falta de atención y muy a menudo se trataban con golpes y para terapia conductual se utilizaba el rigor en conjunto con ofensas. Por lo que me vi obligada a mantener mis crisis en silencio, en un inicio comencé a experimentar la ansiedad, las crisis eran leves, hiperventilación, dolor de pecho, luego fueron tomando cuerpo, sensación de desmayo, mareos, dolor de estómago agudo, temblores, visión borrosa, vomito, y trate de sobrellevarlo sin que mi familia lo notara, pero entre el pasado y la sobre carga de estrés se fue desarrollando la depresión, y es que no hay un orden, sin avisar comencé a experimentar más síntomas cada vez más difíciles de esconder, a menudo me quedaba dormida en plena mañana, haciendo tareas del hogar, me empezaba a ir pésimo en la secundaria, y mi cuerpo comenzaba a gritar por ayuda.

A mis 17 años tuve una relación con un chico, él era todo un Don Juan, la relación duró mucho tiempo, sin embargo con el pasar del tiempo fui notando que no era lo que esperaba, el chico era un patán, su trato era grosero e irrespetuoso, a pesar de ello yo seguía ahí, llegue a tener intimidad a mis 19 años con él y él trató era más hostil, y yo seguía ahí, comencé a cambiar quien yo era, mi vestir, mis gustos, amistades, todo, me encerré en una posición en la que vivía por él y para el. Fue entonces donde me di cuenta que estaba embarazada y me fui con el. Mi infancia y adolescencia fueron sumamente difíciles, no tenía una figura paterna, tenía un estilo de vida militarizado, y mucha presión a tan corta edad, así que pensé:

Si me voy con él quizás pueda vivir un poco más tranquila. — ¡Que tonta fui!

Literalmente fue cambiar de diablo en mismo infierno.

A pesar de mi estado, el trato no mermó por el contrario, la situación se fue tornando cada vez más insostenible, sin darme cuenta vivía en una casa en construcción, viviendo con quien era mi pareja, sus hermanos y hermana, mi habitación era un cubículo sin puerta en su lugar una cortina intentando cumplir su función, únicamente una cama y una mesa, un suelo de tierra y una ventana sumamente deteriorada, en un lapso de dos meses, fui despojada de mi teléfono y mi libertad y me tuve que poner a la disposición de toda una familia, a pesar de mi buena atención en respuesta sólo obtenía humillaciones, como en toda relación abusiva, fui experimentando los desagradables celos, falsas acusaciones, golpes, humillación, etc.

¿Porque no te marchaste? — Se preguntarán.

Me olvidé de vivir, mi agresor se volvió mi todo, literalmente no podía hacer nada sin su aprobación y fui normalizándolo.

No podía salir porque me dejaban afuera, no podía usar el baño porque a la hermana no le gustaba y mandaba a su hijo pequeño a quitar la cortina que hacía la función de una puerta, no comía, ni era tomada en cuenta y como mi pareja no estaba a nadie le importaba si comía o no, no me permitían tomar agua, así que tenía que arreglármelas, con suerte mi pareja me dejaba unos pocos pesos para comprar detergente y lavar su ropa y del sobrante compraba agua y entre agua y pan me la pasaba todo el día, mis necesidades debía hacerlas en una letrina de un baño que habían eliminado, por lo que únicamente las podía hacer a altas horas de la noche mientras todos dormían me escapaba porque si alguien me veía salir tendría problemas.

No todos los días podía comer, no todos los días podía ir al baño, pero todos los días recibía golpes, jalones de cabello, y con frecuencia era obligada a intimar aún en mi estado, aún cuando pedía que no me tocaran, si a eso con todas sus letras se le llama violación.

Mi pareja me echó a la calle con 7 meses de embarazo tras una discusión con su hermana en la que expresamente pidió que me echaran, luego de que manipuló mi cuerpo e integridad a su antojo, me vi obligada a volver con mi familia, con mi madre, la distancia y preocupación de mi estado la hizo cambiar levemente su conducta, y tomó como prioridad ayudarme a conservar mi embarazo el cual por una mala alimentación, falta de control médico prenatal, golpes y abusos, estuvo a punto de finalizar, comencé a alimentarme y a tratar de sobrellevar la separación que solo me hundió más en mi depresión y ansiedad, el apego afectivo cumplió su rol decaí y solo ahí mi familia aceptó ayudarme a recibir la atención psicológica como era debido.

Mi hija nació meses después, dejándome una profunda depresión post parto, la cual no trate ya que al muy poco tiempo de ir a terapia, decidí dejarla, no conseguí avanzar, por el contrario los síntomas golpeaban con más intensidad, me cansé, me rendí.

"Tuve múltiples intentos de suicidio"

Por lo que mi familia se lo tomó más enserio y me obligaron a retomar la terapia, la cual consiste de terapia conductual con mi psicólogo, asistencia psiquiátrica y medicamentos.

La mayor parte del tiempo la pasaba tranquila gracias a los fuertes medicamentos que mi psiquiatra me indicó, luego de cinco años de la llegada de mi hija, vuelvo a caer, a finales del año pasado y lo que llevamos de este año nuevamente estoy empeorando, actualmente me encuentro en otra relación, y nuevamente he desarrollado el apego afectivo, por lo que estoy trabajando duro para acabar con ese patrón y poder cerrar ese ciclo, sigo tratando mi ansiedad y depresión, he estado ausente estos días ya que tuve una recaída la cual tomó gran parte de mi energía, les agradezco la espera y su comprensión.

Con este pequeño resumen de vida les quiero invitar a cuidar de su salud mental, a luchar por su independencia e integridad, algunas personas están a tiempo, algunas otras estamos luchando constantemente por un corto periodo de paz, y el tiempo no se detiene.

"Hablen, lloren, busquen ayuda, no se queden callados, no normalicen los malestares, no normalicen el apego afectivo, apego emocional, la ansiedad no es un juego, la depresión es un depredador silencioso, cuiden su mente y su corazón, fluyan en amor, paz y esperanza."



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Euphoria KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora