¿Quien rayos es Jimin?

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La pareja se encontraba a muy poco tiempo de la llegada de su bebé, por lo que estaban terminando algunos detalles para que a su llegada todo estuviera perfecto, les causaba mucha ilusión esa nueva etapa a la que se estaban adentrando, Daeyung era un esposo muy amoroso y siempre estaba cuidando de Jimin haciéndolo sentir amado pero, a pesar de todo ese amor y atención seguía sintiéndose vacío, solo. El deseo de ser padre golpeó fuertemente su corazón, solo podía imaginar una pequeña personita que correteara por todo el lugar y le causara alegrías inexplicables, alguien cuya pureza inundara su hogar, y aunque Daeyung en un inicio no se mostró tan convencido, en la larga espera por su bebé le demostró que realmente estaba tan emocionado como él, sin haber nacido la criatura Daeyung se mostró como un padre presente durante todo el proceso, fue sumamente paciente, y persistente, ya que los resultados de una inseminación muchas veces requieren tiempo y paciencia, junto con Jimin se encargó de preparar la habitación de su hija. Daeyung había pintado personalmente junto al rubio la habitación de la pequeña, optando por un estilo clásico al mismo tiempo colocaron detalles minimalistas muy característicos del gusto de la pareja.

Jimin seguía asistiendo a terapia, a Daeyung no le terminaba de gustar la idea, desde la operación del rubio trató de aplazar las terapias el mayor tiempo posible, temía el resultado que estás pudieran tener en el rubio, sin embargo la pérdida de memoria de Jimin se mostraba como una pérdida permanente de la memoria, lo que le permitió confiarse y no fue hasta tiempo después que los recuerdos comenzaron a llegar, alarmando al azabache pues aunque no quería aceptarlo en ese instante el rubio ya se estaba convirtiendo en su más adictivo vitamina.

Jimin se encontraba en una tienda para bebés, miró a su alrededor y sintió un látigo de nostalgia golpear su pecho, en la tienda habían muchas madres en espera, algunas estaban acompañadas de sus esposos, otras de sus madre o amigas, y él se encontraba solo, con un guarda espalda que se encontraba en la entrada de la tienda, trató de vaciar su mente de sus pensamientos y metió a su carrito algunos biberones y mamelucos, el closet de su pequeña estaba completamente lleno, pues desde que descubrieron el sexo del bebe, Jimin comenzó a comprar sus oufits y todos los productos para el cuidado de su bebé, sin embargo para Jimin sentía no ser suficiente y en el último mes se encontraba más ansioso que de costumbre, liberando su compulsión por las compras.

Al llegar a casa el ama de llaves le notifico que su esposo ya había llegado, por lo que él rubio subió a la habitación, Daeyung se encontraba saliendo de ducharse.

¡Ahí estás! ¿Porque no llamaste para avisar que saldrías temprano? — preguntó Jimin acercándose a besarlo — "Pudimos haber ido a la tienda juntos" — continuó diciendo, hasta sus ojos notaron algo que lo desconcertó por completo.

¿Qué sucede? — preguntó Daeyung al notar la seriedad del rubio.

¿Que significa esto? — preguntó en un ligero hilo de vos, mientras giraba al azabache para quedar de frente al espejo, en el que a causa de su desnudez se podía apreciar unos rasguños y un chupeton en su clavícula.

¡Jimin no es lo que te imaginas! — respondió nervioso sin poner atención a sus palabras.

¡¡Jimin!! ¿Quien rayos es Jimin? — preguntó aún más molesto, mientras Daeyung trataba de abrazarlo y el rubio luchaba por librarse de sus brazos.

¡¿No, que?! — reaccionó Daeyung — Lo siento no sé qué estoy diciendo, pero te juro no es lo que parece. — exclamó en un intento por justificarse.

Jimin no le dio la oportunidad así que abandonó la habitación de un portazo, y se encerró él la habitación de al lado poniendo seguro, se metió al baño abrió la llave dejando el agua correr con su cabeza gacha en él lavabo,  alzó su mirada contemplando su rostro en el espejo, el cual estaba sonrojado del coraje, lágrimas de decepción rodaron por sus mejillas, y su mente comenzó a maquinar miles de posibles escenarios en los que su esposo con el tal Jimin se burlaban de él.

¡Mi amor, por favor ábreme! — gritaba Daeyung mientras golpeaba la puerta, Jimin salió del baño y se acercó a la puerta. — ¡No quiero escucharte mentirme ni una tan sola vez más! — respondió con firmeza.

Daeyung se dejó caer sentándose en el suelo. — ¡Te juro que nuestra hija y tú son lo más importante para mi! — respondió afligido.

"No te atrevas a mencionar a nuestra hija, tú no pensaste en ella cuando decidiste fallarme" — exclamó Jimin dejándose caer al suelo y sentándose en el mismo. — ¿En que momento? ¿Porque lo hiciste? — preguntó — ¡Teníamos tantos planes y tú lo has hachado a perder!

Daeyung guardó silencio, Jimin tenía razón y había sido un grave error decirle Jimin al rubio, ya que el rubio podría reconocer el nombre en sus recuerdos, si Jimin volvía a escuchar ese nombre estaría perdido, por otro lado no mentía realmente vivía por y para Jimin, y el rubio lo complementaba muy bien.

¿Cómo? ¿Cómo hacerle entender al rubio que había sido un encuentro de una sola noche?

Que solo quería satisfacer su lado sádico y con él no podría porque no quería lastimarlo.

Jimin gozaba de un lado de Daeyung que nadie conoció jamás, ni siquiera Hanna gozó de su atención y delicadeza total, con Jimin finalmente pudo entregarse por completo y no a medias, y no quería renunciar a él.

Esa noche Jimin se fue a la cama sin cenar, estaba muy triste, por mucho tiempo se creó la vida perfecta en su mente, si su esposo buscaba a otra persona evidentemente es porque no estaba a gusto con su matrimonio.

¿Y porqué? ¿Porqué no haberlo expresado?

¿Porqué dejarlo jugar a la familia feliz?

Jimin se adentró al baño y llenó la bañera, vacío una pastilla de baño, y algunas gotas aromatizantes, prendió algunas velas y se despojó de sus prendas, las lágrimas aún amenazaban con salir pero, ya no quería derramar ni una sola lágrima más, no quería seguir pensando las cosas, porque solo se lastimaba a sí mismo, colocó su playlist y se adentró a la bañera.

Daeyung terminó de vestirse, se colocó un buzo deportivo una camiseta, sudadera, sus tenis, tomó sus llaves y celular y salió directo a su auto, aún no sabía cómo arreglaría las cosas con a Jimin pero, tenía mucha rabia de haber provocado esas lágrimas en el rostro del rubio y la indiferencia de Jimin lo mataba, necesitaba descargar su ira, por lo que condujo hasta el motivo de su primer discusión matrimonial.

Euphoria KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora