Euphoria Kookmin

Estamos embarazados.

Daeyung despertó temprano, salió a la terraza de su habitación y contempló el reciente amanecer, meditó un poco, había muchos nuevos hábitos que había adquirido desde que aceptó sus sentimientos por Jimin, hábitos que lo hacían sentir diferente, la terapia que estaba recibiendo también era un factor para su gran cambio, le ayudaba a comprender muchas cosas, que con honestidad habría deseado entender antes, se encontraba en una etapa muy vulnerable, comenzaba a comprender la magnitud de los atroces actos que había cometido, con su familia y con Hanna, aún existía una enferma rivalidad con su gemelo pero, poco a poco iban concientizando en su conducta. La presencia de Jimin en su vida cambió tanto su perspectiva de ver la vida que hasta había olvidado el que por mucho tiempo había llamado "objetivo de vida" y era acabar con cada miembro de su familia.

Miró hacia atrás donde se encontraba el rubio aún bajo las sábanas, antes que pudiera dar un paso, su celular comenzó a sonar.

¿Qué demonios quieres? — preguntó en un tono molesto.

¡Necesito verte! — respondió una chica al otro lado de la línea. — Hace mucho que no respondes a mis llamadas, mails, ni recados. — concluyó.

Será porque no quiero verte o no puedo. — exclamó con sarcasmo.

Deberías poder, deberías querer, he escuchado que el chico y tú se muestran como el gran matrimonio, seria una pena que él descubriera que dicho matrimonio es solo una farsa. — respondió.

¿Como te atreves a amenazarme a mí? — inquirió Daeyung.

No deberías hacerme a un lado, después de todo compartimos secretos que nos pueden llevar a cualquier lado. — respondió sin tapujos.

"Tienes razón" — exclamó Daeyung — Te veré mañana por la noche, saldremos a cenar y dormiremos en uno de los mejores hoteles de la zona.

Gracias cariño, recuerda que no tenemos porque llegar a estos límites. — respondió finalizando así la llamada.

Daeyung apretó con fuerza su celular, a él nadie lo amenazaba y nadie amenazaba con acabar su relación con Jimin y viviría para contarlo, tendría que encargarse de ese molesto asunto, pero sería luego, ese día se lo entregaría por completo a Jimin, Daeyung camino hasta la cama mientras el rubio se acurrucaba en él reclamando su calor.

¡Despierta mi amor! — susurró acariciando sus mejillas con sus dedos. — ¡Iremos a un hermoso lugar!

Jimin abrió sus grises ojos de golpe, emocionado se abalanzó a su mayor, repartiendo tiernos besos por todo su rostro, mientras este los recibía gustoso, Daeyung sé puso de pie y halaba al rubio intentando sacarlo de la cama mientras este se resistía, ante la resistencia del rubio no tuvo más opción que obligarlo a ceder con una guerra de cosquillas, Jimin se retorcía mientras soltaba efusivas carcajadas, dándole la victoria a su esposo.

Ambos se ducharon y caminaron hasta el closet dónde seleccionaron sus oufits del día, Jimin optó por un jeans de mezclilla, una camiseta blanca y sobre ella un suéter de lana cuadriculado, el cual completo con unos burros y un reloj en conjunto con su argolla de matrimonio, Daeyung por su parte eligió usar un pantalón baige con una camisa over size blanca y una chaqueta café con detalles de mezclilla, completo su atuendo con unos tenis color nude y su reloj, cadena y argolla de matrimonio. La pareja estaba lista, bajaron a desayunar algo ligero, frutilla, unos sándwich de huevo y espinaca, jugo de naranja y un poco de yogur, la pareja subió a su auto, condujeron hasta el crater lake national park.

En donde emprendieron marcha a una caminata, que permitía admirar hasta la más recóndita maravilla del lugar, Jimin y Daeyung se tomaron muchas fotos, hicieron una parada para almorzar algo ligero, mientras conversaban de todo un poco, de pronto el celular de Jimin sonó, la pareja se entusiasmó tanto al ver el remitente.

"Bueno" — respondió Jimin cubriendo sus labios con su mano, sonrojado de la emoción.

Daeyung se pegaba al teléfono del rubio intentando escuchar, pero Jimin no se lo permitía, de pronto Jimin se puso de pie a caminar en círculos atentó a la información que salía del celular, Jimin cortó la llamada y se giró en silencio con una expresión de nerviosismo cual no podía ocultar.

¿Qué sucede? — preguntó Daeyung nervioso.

Jimin se abalanzó sobre Daeyung. — ¡Estamos embarazados! — gritó con euforia.

Daeyung alzó a Jimin encerrándolo en un abrazo girando en su lugar, no cabía de la emoción, finalmente tenían lo que tanto habían esperado, la confirmación del embarazo, ahora si todo se estaba alineando para concederles la oportunidad de formar una familia.

La pareja terminó su recorrido más animados de lo que habían llegado, en su rostro se había formado una sonrisa imposible de empañar, Daeyung y Jimin salieron del lago y se dirigieron a casa, antes de ello se desviaron a una famosa repostaría. Jimin y Daeyung se debatían en si debían escoger el famoso pastel de moras de Marion o el pastel de nueces, el pastel de moras parecía ir ganando, de un momento a otro la vista de Jimin se nubló y todo comenzó a girar, Daeyung enseguida lo tomó de la mano, algunas personas se acercaron al ver la preocupación del azabache, unos lo abanicaban, otros le acercaban una botella con agua, y Daeyung internamente solo pedía que regresara siendo el mismo, su Jimin, su Seojun.

Jimin tomó asiento en una silla, mientras bebía un poco de agua, las personas alrededor tomaron distancia prudente permitiéndole el aire, las visiones al pasado de Jimin iban cambiando gradualmente, esta vez no solo escuchaba las voces en su entorno, también podía ver aunque con un poco de dificultad algunos rostros, en esta ocasión no tuvo tanta suerte, pues parecía estar frente a un café, de pronto alguien lo sometía por la espalda, la voz era tan familiar, recuerda haber sentido un objeto punzante en una de sus costillas, y eso había sido todo, miro a su esposo quien estaba sumamente preocupado y le regaló una sonrisa, este intentaba indagar sobre su recuerdo pero, Jimin le restó importancia diciendo que no había sido la gran cosa, ademas ese día debían enfocarse en celebrar la llegada de su hijo únicamente.

Guardando para sí mismo uno más de los muchos recuerdos que estaban por llegar.