Euphoria Kookmin

Un cambio de look.

La buena fortuna parecía abrazar al recién bendecido matrimonio en la ciudad de Oregón, desde el nacimiento de su pequeña hija, su entorno había cogido un aura de serenidad y amor, Daeyung estaba la mayor parte del tiempo presente pero, en ocasiones por su agitada agenda de trabajo se veía en la obligación de viajar y estar fuera de casa, Jimin por su parte se mantenía en casa, con la ayuda de la niñera se organizaba para tomar su tiempo justo para pintar, aún tocaba algunos instrumentos en horas de la tarde, también tenía reuniones en casa con los asesores, gerentes, y publicistas de la galería, al finalizar su día, amaba ir por su pequeña y llevarla a su habitación, colocarla en la cama en medio de su cuerpo y el del azabache.

Nueve y media de la mañana, Daeyung se había despertado horas antes ya que tenía un importante asunto que atender, su abogado lo había visitado para informarle el fallo final en la audiencia de los enjuiciados por el homicidio de la doctora, hasta ese punto los enjuiciados no están conformes con la cantidad de dinero que habían recibido sus familias, por lo que estaban exigiendo más dinero a cambio de su silencio, sin embargo Daeyung agotaría todos los medios por evitarse esa recurrente molestia.

Jimin despertó un poco más tarde debido a que se desveló con su pequeña, quien se había despertado dos veces en el transcurso de la madrugada por su biberón por lo que para la última toma Jimin la dejo en su cuna al cuidado de su niñera. Tomó un baño y al salir peinó su cabellera, se quedó viendo unos segundos sus mechones dorados, mientras un insistente deseo golpeaba su cabeza, bufo y caminó hasta su closet donde seleccionó su oufits del día, optando por unos pantalones de mezclilla negros, un suéter beige y nos zapatos negros, usó un reloj de la colección de Tiffany&Co, esparció un poco de su colonia preferida por su cuerpo, colocó bálsamo en sus labios y listo.

Jimin se dirigió a la habitación de su pequeña, quien estaba profundamente dormida, acarició sus suaves cabellos por unos minutos, para luego dejar un tierno beso en su cabeza, unos minutos después bajo a desayunar topándose con el azabache.

"Buenos días sr. Jeon" — exclamó Daeyung al notar la presencia de su esposo.

Jimin sonrió, lo besó con delicadeza y tomó asiento. — ¿Que tienes para el día de hoy? — preguntó mientras le ponían su desayuno en la mesa.

Esta tarde debo salir del país, es un asunto muy importante para la empresa cariño. — respondió odiando la idea tanto como su esposo.

Jimin no estaba tan feliz con la noticia del viaje pero, desde que tenía uso de razón Daeyung siempre se comportó así, hermético y dedicado con sus negocios y es algo que Jimin optó por respetar siempre, a pesar de todo odiaba esos viajes, aunque ahora evidentemente las cosas serían distintas, no podía entristecerse ni sentirse solo ya que tenía a su bebé.

¿Por cuánto tiempo será? — preguntó llevándose un bocado a la boca.

No tengo claro cuánto tiempo tomará resolver esta situación pero, te juro. — tomó las manos del rubio en las suyas — Que estaré con ustedes lo más pronto posible, no demoraré, no debo estar tanto tiempo separado de mi esposo e hija. — besó las manos del rubio para luego apresar sus labios.

Jimin y Daeyung se despidieron, a pesar de que viajaba por la tarde aún tenía que pasar por la empresa, el rubio se dirigió al jardín, enseguida fue abordado por el ama de llaves para tratar algunos temas del nuevo menú.

¿Quería saber que le parece este menú? — La señora le entregó un portafolio con un extenso menú de tiempos de alimentos en el que balanceaba muy bien cada platillo.

¡¡Me parece perfecto!! — respondió con gentileza Jimin apenas hojeando en menú.

"Sobre las flores gusta usted que..." — de pronto el mayordomo se acercó anunciando la presencia de la señorita Moore.