Capítulo 28

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— treinta y cuatro días —

La voz de Alhaitham era el único sonido que se escuchaba en toda la casa. A pesar de que el Escriba no tenia esta costumbre, colocó un calendario y comenzó a tachar los días que habían pasado desde la ultima vez que vió a Kaveh.
Hace 34 días exactamente Alhaitham había hablado con Kaveh por ultima vez. Después de aquel día lo veía de vez en cuando en la Academia, a lo lejos, nunca intercambiaron miradas, nunca estuvieron a menos de 30 metros de distancia entre ellos.
Alhaitham sabía que el arquitecto aún iba a su casa por las mañanas, a limpiar, pero siempre se iba antes de que él llegara. Varias veces intentó salir temprano de su trabajo para llegar y alcanzar a verlo, pero nunca resultó.

Las 2 primeras semanas Alhaitham se molestaba al ver que los libros y documentos que el había dejado en su escritorio ahora estaban ordenados, incluso llego a "sentir" que podía percibir el aroma de Kaveh; en las sabanas de su cama, las cortinas de la ventana y en el sofá. Después comenzó a "disfrutarlo". Dejaba mas libros fuera de su lugar y desacomodaba los sillones de la sala, y así cada vez que llegaba a su casa tocaba por encima y con delicadeza todas las cosas que Kaveh había acomodado por la mañana, así al menos podía sentir que lo tocaba, que estaba más cerca de él.
Y así pasaban sus días; cada mañana movía libros y otros objetos de su lugar antes de irse al trabajo, y cuando estaba en la academia solo pensaba en querer volver, pero lamentablemente el trabajo había aumentado de sobremanera, obligándolo a quedarse la jornada completa o incluso más tiempo. Llegaba a su casa y tocaba cada uno de los objetos que Kaveh había tocado en la mañana. Mientras pasaba sus manos sobre el sofá y los libros se imaginaba al arquitecto ordenando y limpiando todo mientras cantaba o tarareaba alguna canción. Aquellos recuerdos eran tan vividos que el Escriba estaba casi seguro de haber escuchado su voz mas de una vez a pesar de no estar ahí.
Un día, mientras pasaba sus manos sobre algunos libros como acostumbraba hacer, se detuvo en seco, pensando en lo que estaba haciendo en ese mismo momento. Recargó su frente en el librero y se pegó suavemente contra el mismo un par de veces, se sintió ridículo al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Respiró hondo antes de separarse del librero.
— Necesito un poco de aire —
Comentó en voz baja para si mismo. Fue hacia la sala, tomó sus llaves y salió de la casa.

Después de que Kaveh cerró la puerta tras de si, caminó hasta aquel lugar debajo de un árbol donde podía apreciar al Palacio Alcazarzaray

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Después de que Kaveh cerró la puerta tras de si, caminó hasta aquel lugar debajo de un árbol donde podía apreciar al Palacio Alcazarzaray. Se quedó con la mente en blanco durante varios minutos, y después soltó un suspiro, solamente había un lugar al cual ir, y aunque le daba mucha pena, era su única opción.
Fue así como comenzó a vivir con Tighnari y Cyno, y claro con sus dos hijos también. Se quedaba en un pequeño cuarto en el segundo piso. Trataba de ser lo mas limpio y ordenado posible, incluso se encargaba de las compras para la casa y de hacer la comida la mayor parte del tiempo, a pesar de que Nari le decía que no era necesario.
Temprano por la mañana salía para ir a la academia a dar clases. Sabia perfectamente donde quedaba la oficina de Alhaitham y por donde pasaba para llegar a ella, así que tomaba otro camino que era mas largo para llegar a los diferentes salones donde debía dar su clase. De vez en cuando veía al Escriba desde lo lejos, a veces cuando llegaba a su oficina, o cuando iba en busca de algún libro. Siempre se escondía cada vez que creía que Alhaitham lo había visto, a pesar de la distancia a la que se encontraban.

Todo por contrato (Alhaitham x Kaveh) BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora