Capítulo VIII. Hora diez - 4:00 a.m.

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Julia miró arriba en los ojos verdes intensos de Lena, quien probó el apretón en sus muñecas, Julia jadeó

-¿Me permites?- Murmuró Lena, y se inclinó para chupar el labio inferior de Julia con su boca. Sosteniéndolo entre sus dientes, murmuró -¿Hacemos el amor?- Julia exhaló con voz temblorosa, contenta de estar de espaldas. Seguramente sus piernas habían dejado de trabajar ya.
-Vaya, no pasó mucho tiempo para convencerte- Lena se retiró, deslizando la lengua por el labio superior de Julia.
-Eres muy persuasiva- Soltó una de las muñecas y le acarició el dorso de la mano sobre la mejilla -Lo admito, soy impotente ante esos hermosos ojos azules- Julia sonrió triunfalmente.
-Me alegra ser capaz de seducirte
-Me alegro, también
-Tengo veinte y ocho años de edad- Julia dobló sus dedos bajo la mano que todavía sostenía su muñeca, que inhala en la sensación de ser retenida -Es hora de comenzar a tomar decisiones cuestionables donde el sexo está presente...- Lena se rió entre dientes, pero sus ojos estaban serios.
-¿Crees que esta es una decisión cuestionable?- Julia sonrió.
-No, pero sé que se supone que es una- Se mordió el labio, Lena le dejó libre la mano de la muñeca atrapada.
-Te prometo que esto no se... quiero decir, que...
-No voy a flipar- Le interrumpió -Todavía te respetaré por la mañana.
-Bien, entonces- Lena empujó sus caderas contra Julia, juntando las partes inferiores de sus cuerpos -Supongo que no hay realmente ninguna razón para no arrancar tu ropa y hacerte una mujer aquí mismo y ahora.
-Supongo que no la hay- Estuvo de acuerdo Julia -Así que comenzarás con la rotura- Lena se echó a reír, pero se detuvo después de sólo un instante, su mirada estaba fija en algo en la esquina superior de la cabina del ascensor.
-Oh, mierda- Julia movió sus hombros, estirando el cuello para ver lo que Lena estaba mirando.
-Oh, mierda, ¿qué?.
-Um... ¿crees que la cámara sigue funcionando?- Julia se sentó de golpe, desalojando a Lena de su posición encima de su cuerpo. Ella puso las manos en la manta para poder mirar con la boca abierta la cámara de vigilancia montada al lado de la fila de botones en la puerta del ascensor. ¿Cómo diablos no recordé esa cosa?
-Uh...- Con el corazón palpitante, hizo una lista mental. Vamos a ver: me tienen en el suelo con mi cabeza en el regazo de Lena, Lena medio desnuda y bailando, me hace salir con otra mujer... y mis pechos desnudos. Su mente giró cuando comenzó a pensar en cómo convencer a Rocky, el guardia de seguridad, para entregar la cinta potencialmente embarazosa sobre ellas -Ah, mierda- Como sintiendo la angustia creciente de Julia, Lena le puso una mano tranquilizadora en el brazo.
-Probablemente no funciona. Si el ascensor no funciona, ¿cómo podría funcionar la cámara?
- De la misma forma que las luces de emergencia están funcionando. -Con creciente horror, Julia continuó boquiabierta ante la lente de la cámara que miraba hacia abajo.
-Oh, mierda- Lena le dio un suave apretón del brazo.
-No, está bien. Tienes hermosos pechos- Julia miró de golpe a Lena y le lanzó una mirada de incredulidad.
-¿De verdad crees que me hace sentir mejor? Yo trabajo aquí.
-La gente ve mis tetas en mi lugar de trabajo todo el tiempo- Dijo Lena, con una sonrisa burlona -No es tan grave- Julia logró una media risa, mitad gemido, escondiendo el rostro entre las manos.
-Oh, Dios mío- Esto selló el acuerdo. Ellas no podían tener sexo ahora. Ella podría hacer muchas cosas con Lena, pero ser protagonista de su propia peli porno de lesbianas no era una de esas cosas. Por lo menos no en la primera cita.
-¡Ah!- Exclamó -¡Lo tengo!- Julia destapó sus ojos y miró a Lena rebuscar por su mochila.
-Por favor, dime que tienes una práctica y excelente máquina de borrado de cintas de video que olvidaste mostrarme antes.
-Casi tan bueno- Sacó el bote de la crema batida y lo sostuvo en alto, sonriendo enormemente. Julia movió la cabeza con rechazo feroz.
-No hay modo que yo lama tus pechos ahora que somos material de reality show...- Lena se burlaba cuando se levantó y sacudió el bote antes de destapar el mismo.
-No, tonta- Se levantó en puntillas, puso la boquilla del bote en el lente de la cámara -Estoy eliminando el problema- Asombrada, Julia vio cómo cubría la lente con espesa y blanca crema batida. Aunque algunas gotas llegaron al suelo, la mayoría se quedó y bloqueó la vista.
-Eres un genio- Susurró -Por supuesto, esto no hace mucho sobre lo que ellos ya tienen- Lena se dejó caer sobre la manta junto a ella.
-Vamos a preocuparnos de eso cuando llegue el momento, ¿de acuerdo? No hay nada que podamos hacer al respecto ahora mismo- A regañadientes, Julia dijo:
-Está bien- Lena se aclaró la garganta.
-Ahora... creo que iba a hacer el amor contigo- Ella sí que sabía cómo hacer que una chica se sienta mejor. Quiso alejar su paranoia, tratando de concentrarse en cambio durante el momento a mano. Se tumbó y estiró los brazos sobre su cabeza.
-¿No estábamos más o menos por aquí?
-Oh, sí- Ronroneó Lena -Justo ahí- Tiró de su camisa sobre su cabeza sin dudarlo. Julia estaba embobada en aquellos pechos, bajó una mano para asestar un golpe en su boca, que colgaba ligeramente abierta. No importaba cuántas veces los había visto, no eran menos espectaculares.
-Perfecto- Lena comenzó a desabotonar la camisa de Julia otra vez, y esta vez su mano se movía lentamente, como si no tuvieran ninguna prisa especial en absoluto.
-Quiero sentirte contra mí- Julia se quedó silenciosa ya que la despojó de su camisa y sujetador, y miró su propio pecho elevarse y caerse con el entusiasmo. Dentro, ella era el caos total. Nunca había estado tan excitada, cada nervio terminaba en fuego. Su corazón golpeaba tan fuerte en el pecho que tenía miedo de cualquier energía que su cuerpo desviara hacia allí, y dejar de respirar. Lena se acomodó encima de ella con un gemido lánguido -Eso está mejor- Dijo, y se llevó la mano hasta enredarla en el negro cabello. Su piel era suave como la seda sobre el pecho desnudo de Julia.
-Ya te digo- El corazón de Julia latía con fuerza contra los pechos desnudos de Lena.
-Se siente maravilloso- Se inclinó y capturó la boca de Julia en un beso lento y perezoso. Separándose, colocó una mano sobre el corazón de Julia -Respira, cariño- Julia asintió con la cabeza e inhaló profundamente. El olor de Lena la hizo marear más, entonces exhaló, luego acunó a Lena y la sostuvo entre sus brazos.
-Se siente maravilloso, también- Murmuró.

13 Horas (t.A.T.u.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora