#70 Título al final
Considerando la crisis que atraviesa Oscorp, es bastante extraño que permitieran una excursión en este momento, pero así son las relaciones públicas, humo y espejos. Las empresas y los gobiernos nunca revelan cuán malas están realmente las cosas y siempre intentan mantener una buena imagen pública.
A su llegada, la seguridad revisó las pertenencias de los estudiantes y las pasó por detectores de metales. No hubo incidentes a excepción de un par de estudiantes con piercings ocultos.
Los estudiantes se dividieron en grupos y se dividieron. Un anciano entusiasta con bata blanca guió al grupo de Allen en la visita guiada por las instalaciones.
"Bienvenidos a Oscorp, jóvenes científicos en formación. Mi nombre es Dr. Evans, y seré su guía en este fascinante recorrido por nuestras instalaciones", sonrió el anciano, guiando a todos con entusiasmo. "En Oscorp estamos a la vanguardia de la investigación científica y la innovación tecnológica".
"Espero tener esa energía cuando tenga su edad..." comentó Gwen junto a Allen.
"Ese científico tiene más energía que yo por las mañanas, jeje", se rió Mary Jane, agarrándose del brazo de Allen.
Esta acción no pasó desapercibida para los demás estudiantes, pero decidieron no decir nada por miedo a tener problemas con la seguridad y los profesores. Sin embargo, algunos comenzaron a grabar su afectuosa interacción.
El grupo siguió al anciano hasta el ascensor que los llevó al quinto piso.
"¡Aquí, en nuestros laboratorios, exploramos diversas áreas, desde biotecnología hasta ingeniería avanzada!"
"Señor, ¿qué tipo de tecnología crea?" Gwen tomó la iniciativa de preguntarle al anciano.
El Dr. Evans sonrió cálidamente, con una expresión amistosa y parecía una buena persona.
"Bueno, señorita, nuestro objetivo es mejorar la vida de las personas a través de descubrimientos innovadores y soluciones tecnológicas", el anciano abrió una puerta que daba a un pasillo con varios experimentos desarrollados simultáneamente. De un jetpack a una especie de exoesqueleto mecánico
.
Allen era consciente del extraño fenómeno de disparidad tecnológica en su mundo. Todo parece normal, pero de repente Tony Stark inventa un reactor capaz de sustituir la energía nuclear. Todo parece normal mientras, en un edificio, un científico crea un sol en miniatura. Todo parece normal, sin embargo, en la universidad, un joven genio llamado Reed Richards inventa una patineta antigravedad.
El Dr. Evans los condujo a una de esas habitaciones específicas donde un hombre corría en una cinta. Lo increíble fue que sus piernas parecían sintéticas y el contador de velocidad superó las cuarenta millas por hora.
El científico llamó la atención de todos mientras se ponía las manos a la espalda. "Las prótesis que desarrollamos en Oscorp se encuentran entre las mejores y esperamos que en unos años puedan ser tan funcionales y accesibles como una extremidad real".
"¿Hay algún problema con esto? Veo que está funcionando muy bien..." Esta vez fue Allen quien comentó con confusión. Quedó impresionado; el rendimiento de esas piernas superó al de un atleta profesional. El récord mundial de una carrera de cien metros era de veintisiete millas por hora.
El doctor Evans suspiró. "No tienen inconvenientes de funcionalidad... pero son costosos, requieren demasiado mantenimiento, consumen demasiada energía y no pueden usarse durante más de una hora".
