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Todos buscamos algo en la vida ya sea un futuro feliz, formar una familia o cumplir algún sueño fallido, todos tenemos un objetivo e Isidoro no era menos, tras su fachada de mujeriego en el fondo Gonzalo estaba enamorado hace bastante tiempo de Gustabo y es que al darse cuenta de sus sentimientos hacia él empezó a dejar de sentir amor hacia su mujer haciendolo sentir mal ya que había estado con ella desde hacía 10 años y romper aquella relación no era fácil y menos para el pelinegro quien sabía que no era correspondido por el menor.

-¿Y si en lo que sale una alerta vamos al callejón y nos liamos?-comentó el ojiverde mirando a Gustabo quien ante aquella pregunta se quedó en silencio ya que no se la esperaba.

-¿cómo que liarnos?-trato de comprenderlo el rubio pero siguió sin entenderlo muy bien y puso cara confusa.

-pues liarnos, nos vamos al callejón y nos damos tres besos-se acercó con la moto mientras sonreía levemente esperando respuesta afirmativa pero sabía que le iba a decir que no y se iba a ir.

-anda a comisaria, anda a cambiar la moto-fue lo único que dijo el ojiceleste antes de irse corriendo en la moto dejando al contrario suspirando apoyando sus codos en los manillares de la mary.

El de ahora rastas en el cabello se moría por tener algo con aquel rubio que le sacaba suspiros y hacía que se sintiera mal cuando le decía que no lo había extrañado, no podía acercarse mucho al ojiceleste ya que solo quería besarle y demostrar su más sincero amor hacia él, le costaba ser solo su simple amigo ya que lo único que deseaba era abrazarle, besarle y prometerle que nunca lo abandonaría.

-Isidoro vas a venir ya a comisaría ¿o que? Te estoy esperando-Gustabo habló por la radio harto de esperar a su compañero quien tardaba demasiado en ir al parking de comisaría y no sabía la razón de tanta tardanza.

-perdón Gustabito, voy para allá tardo cinco minutos-fue rápido donde se encontraba el subcomisario García el cuál estaba apoyado en el coche mientras le esperaba, se acercó a él y le sonrió antes de subir al coche de piloto para conducir.

-código 3 en moto, guarda el coche y vamos en mary-Gustabo corrió a agarrar una moto y anunciar por radio que iban ellos a aquel atraco a amunation.

El ojiverde trato de seguirle el ritmo al rubio quien parecía emocionado por aquel atraco ya que en todo el día no había pasado nada interesante, cuando llegaron a aquella tienda se encontró que dos compañeros los cuáles había llegado a la vez que ellos, el subcomisario iba a irse pero el oficial no iba a permitir que le quitaran su persecución.

-compañeros, nosotros hemos dicho antes que íbamos a este robo a si que iros yendo a tomar por culo-señalo la salida del parking donde se encontraba la tienda de armas la cuál estaba siendo robada, los dos agentes que se encontraban ahí sólo se fueron molestos ya que no había más alertas de robos y la ciudad estaba tranquila

Gustabo abrió la puerta de la tienda observó al atracador que en cuanto lo vio se acercó a él ante la mirada de Isidoro quien estaba solo observando al rubio que era lo único que acaparaba su atención sin poder evitarlo.

-aún no he terminado bizcochito de fresa dame un minuto-en cuanto escuchó aquello el ojiverde apretó su mano derecha haciendo un puño y es que estaba celoso, celoso de que aquel atracador le haya dicho aquello al ojiceleste pero sobretodo de que el menor le estuviera siguiendo el rollo cuando si el ojiverde hacía lo mismo le mandaba a tomar por culo.

-¿apostamos algo?-propuso el pelinegro tratando de disimular sus celos ante la cercanía repentina del atracador y el subcomisario.

-venga, si lo atrapas te doy un beso-propuso riendo el rubio porque sabía que no lo iban a atrapar y ese beso no llegaría, pero por parte Isidoro que hubiera dicho eso lo motivo para ganar por primera vez esa apuesta y conseguir aquel beso tan deseado.

-yo a este lo atrapo Gustabito-comentó confiado el más alto golpeando su pecho levemente en señal de confianza.

-venga corazón de limón te damos las nino nino y sales con la moto-avisó Gustabo montandose en su moto y poniéndose su casco-vas en cabeza Isidoro, referencia rosa moto-fue lo único que dijo el rubio el cuál miraba como el atracador subía a su moto y arrancaba para luego cuando las sirenas se escucharon salir con mucha velocidad siendo seguido por el ojiverde quien no hablaba ni por radio ya que estaba concentrado en no perder al sujeto.

Luego de unos largos quince minutos de persecución pudieron detener a aquel maleante el cuál se quejaba sentado en el bordillo de la acera esposado mientras que Gustabo e Isidoro estaban junto a él sentados esperando a sus compañeros los cuáles se iban a encargar de empapelar al ladrón.

Una vez llegó aquel patrulla de refuerzo para llevarse al detenido le explicaron los cargos que debían meterle y el Z se fue dejando al rubio y al pelinegro sentados en aquel bordillo al sol, el mujeriego miraba a su compañero atento y se acercó a él quedándose sentado muy cerca del contrario.

-¿nos vamos? A esta hora empiezan los robos de casa-anunció el menor antes de ser detenido por el contrario quien le agarró el mentón y le plantó un beso en los labios de forma suave pero desesperada como si fuera un beso que estubiera esperando toda la vida, en cuanto el oficial se separó de aquel beso el subcomisario se levantó y miró al contrario confuso y nervioso ante tal acción tan repentina.

-gane la apuesta, ese era mi premio por atraparle-el de menor rango se acercó y puso su mano en la cintura del contrario de forma leve antes de besarle de nuevo dejando al ojiceleste confundido, alejó al contrario y se montó en la moto para luego irse a comisaría dejando a Isidoro suspirando feliz por aquel acercamiento sabiendo que quizá Gustabo ya no patrullaría con él por días aunque la apuesta haya sido idea de él.








Alguna idea de ship para el siguiente capítulo? Me sirve cualquiera, hasta el más raro que se os ocurra no importa

One-shots (Gustabowl/Tonibowl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora