sueño

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Gordon no podía más, no podía dormir sin soñar con aquel hombre que alguna vez considero su amor, los sueños le atormentaban noche tras noche haciendo que hasta le suplicara a Castro por algo para no dormir ya que hacerlo era dolor, dolor de despertar sin ver a aquel rubio dormir hasta tarde, dolor de no reír con las bromas que solo ellos entendían y dolor de no poder abrazarlo o besarlo una vez más, se sentía culpable de su muerte y aún más sobre no haber notado los indicios de que iba a terminar con su vida.

El pelimarrón se había convertido en inspector jefe luego de lo ocurrido cosa que según su mente y corazón no merecía ya que ese puesto le pertenecía a García y a nadie más, el ojicastaño dejó unas flores en la tumba del rubio, era raro el echo de que nadie más le llevara flores excepto él, nadie le limpiaba la tumba o la decoraban aunque sea un poco dándole a entender a Gordon que el ojiceleste estaba solo, aunque lo tuviera a él. A nadie le afectaba su muerte incluso Conway "su supuesto padre" ni siquiera le importaba, no le hizo entierro al ojiceleste y si por el de las gafas fuera ni hubiera tenido tumba, Freddy quizá estaba un poco más afectado pero no lo demostraba e ignoraba lo ocurrido por otra parte Isidoro le afectó bastante pero después de varias semanas se fue de la ciudad y nunca nadie supo de él.

Ese día solo pensaba en Gustabo, todo le recordaba a él y con todo pensaba en que necesitaba besarlo y decirle lo mucho que lo ama y que no estaba solo, que lo tendría a él para siempre y que juntos hasta podrían mudarse lejos de todos y todo a otro país si hacia falta, pero juntos, vivos y felices. Aquella noche Gordon se propuso dormir esperando no soñar con aquel ojiceleste que tanto amaba, la sueños eran felices pero el despertar y no poder volver a vivir algo así y no poder verlo de nuevo lo torturaba.

El pelimarrón se tumbó en su cama y se dispuso a cerrar los ojos, hacía días que no dormía y al sentir una mullida almohada se durmió al instante sin muchos tapujos cayendo en los brazos de morfeo. Siempre era el mismo sueño que se repetía día tras día y empezaba de la misma forma.

Gustabo era algo raro según casi todos los agentes y es que había visto más de una vez al rubio dormir en el despacho del subcomisario o en la sala de archivos, ese día el inspector jefe apareció junto a Filadelfo mientras reían juntos con un café en la mano haciendo que el subinspector mirara aquella escena pasmado observando como el oficial le agarraba la cintura al ojiceleste.

-Gustabo ven un momento tenemos que hablar un momento de algo-comentó Gordon con una sonrisa forzada en el rostro arrastrando a Gustabo lejos del pelinegro quien solo dijo adiós con la mano.

-¿que pasa Gordon?-permitió que lo arrastrará mientras bebía café tranquilo observando al contrario esperando respuesta aunque imaginaba que era.

En cuanto llegaron al despacho que compartían el pelimarrón acorraló al rubio contra la pared mirándolo a los ojos haciendo que el ojiceleste se quedara sin aliento y tragara en seco antes de sentir los labios de James contra los suyos haciendo que su corazón se revolucionará, una voz resonó en la radio haciendo que la pareja se mirase mutuamente mientras reían.

-Gustabiño neno iros a daros el lote en otro lado-Freddy habló mientras reía por la coincidencia de haber visto las cámaras en el momento exacto.

-¿Vamos a patrullar Gordis?-comentó el inspector jefe felizmente para luego arrastrar a su pareja hacia el parking ya que lo que más amaba el ojiceleste era patrullar y aunque a James no le gustara siempre patrullaba con él para verle feliz.

Pasaron horas y horas patrullando aunque no todo fue bueno ya que tuvieron algunas peleas insignificantes en ese tiempo de patrullaje, cuando el rubio terminó su turno fue hacía los vestuarios para cambiarse, pero no sin antes despedirse del pelicastaño con un tierno beso, deseándole suerte en lo que quedaba de su largo patrullaje y prometiendo que esa noche haría él la cena aunque terminaron quedando en ir a cenar a algún restaurante de la zona .

Cuando le llegó la hora de hacer 10-10 al subinspector se fue rápido de comisaría ignorando a todo el mundo para que no le entretubieran ya que ansiaba estar con su rubio, cuando llegó a la puerta busco con la mirada al menor hasta que lo vio hablando con Noah quien reía con un café en la mano, al parecer el ojiceleste había aprovechado para ir con el subcomisario a tomar un café y se notaba ya que el superior no se había presentado en comisaría ni había estado de servicio desde que García hizo 10-10

-Gordon-llamó el inspector saludando de lejos con la mano y haciendo señas para que fuera hacia allí con ellos.

-buenas Holliday-saludó a su superior sonriente lo más amable que podía ya que tenía prisa y no quería perder la reserva que había estado planeando desde hace meses y en la cuál se había dejado el sueldo de tres meses duros de trabajo.

Justo cuando Noah iba a contestar al pelimarrón lo reclamaron en comisaría de forma casi inmediata haciendo que Gordon celebrara levemente ya que no se le daba bien acabar conversaciones o poner excusas ya que el ojiceleste no sabía nada del restaurante.

-adiós papá-se despidió el rubio del de la camisa color vino con un abrazo y es que aunque Conway fuera el padre biológico de Gustabo este veía al subcomisario como una figura paterna y aveces le llamaba papá al igual que a Castro mamá cuando la veía.

El ojimarrón estaba muy nervioso mientras que el ojiceleste se encontraba buscando música para escuchar en el camino, cuando observó como pasaban por todos los restaurantes de la zona le extrañó y miró a su pareja.

-te has pasado todos los restaurantes bobo-comentó el rubio mirando a la ventana sin obtener respuesta hasta que pasaron unos minutos.

-que no joder que no-dijo nervioso, sus manos temblaban levemente y trataba de conducir bien ya que no quería estrellarse.

-¿como que no subnormal? estamos en medio del bosque...oh-en cuanto vio un restaurante en la montaña se calló la boca-¿pero esto es muy caro porque estamos aquí?

-dejate llevar Gustabito déjate llevar-bajó del coche y le abrió la puerta al contrario quien salió del vehículo con una sonrisa aunque aún sin entender nada, Gordon pasó su brazo alrededor de la cintura del rubio agarrandolo mientras andaba junto a él tratando de no cagarla a partir de ese momento.

Una vez entraron la cara del menor er un poema y es que no podía creer que estubiera pisando un lugar cómo ese, era un restaurante lujoso y moderno que hacía que admiraras cada esquina con interés, las paredes eran blancas como la nieve y al tener una luz cálida hacía él lugar acogedor e incluso hogareño a cierto punto.

La cena transcurrió bien, entre risas y conversaciones agradables entre los dos enamorados ignorando el ruido externo ya que en ese momento estaban en su propia burbuja disfrutando del momento mientras comían deliciosa comida y bebían vino de calidad. A mitad de la cena el pelimarrón se levantó haciendo que el rubio lo mirara extrañado junto a mucha gente de aquel restaurante.

-¿James que haces? Te mira todo el restaurante-le susurró mientras observaba como se arrodillaba mirando a los ojos al ojiceleste quien al ver una casita acolchada se sonrojo y calló sintiendo como su corazón latía a mil por hora al pensar en lo que le iba a pedir.

-Gustabo se que me vas a decir que estoy loco, pero tengo muy claro que quiero vivir mi vida junto a ti, verte despertar todas las mañanas y acostarte todas las noches, ver tus ojos que me recuerdan al mar vivos hasta el fin de los tiempos, quiero ser feliz junto a ti de por vida y mucho más porque tengo planes de futuro y en todos estás tú conmigo, por eso y por mucho más te pregunto ¿quieres casarte conmigo?

Y cómo siempre antes de que el rubio contestara Gordon despertaba medio llorando por lo que había perdido sintiendo cómo sus sueños lo torturaban lentamente sintiéndose miserable.











Acepto sugerencias de ships para el próximo cap no se de cuál hacerlo.

Gracias por leer <33

One-shots (Gustabowl/Tonibowl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora