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—Tito, ¿qué haces?

—Nada, solo escribo una carta.

—¿Sobre qué? ¿Para qué?

—Por si me muero.

Topo quedó en silencio, mirándolo extrañado. Roberto no se inmutó en decir algo.

—Roberto —era la primera vez que lo llamaba por su nombre, este solo paró y lo miro extrañado —no te vas a morir. No estás muerto. Estás aquí conmigo, ¡no te puedes morir!

Un período de silencio.

—¿Y cómo asegurás eso?

—¡¡Porque no te vas a morir!!

—Tampoco es como que pueda evitarlo.

—¡Pues entonces yo me encargaré de evitarlo!

—Igual me gustaría dejaros algo lindo para cuando eso suceda.

Otro corto período de silencio.

—¡Qué no vas a morir! —le quitó la libreta y el lápiz —te pasas todo el día escribiendo y todo, estás completamente sano Tito, ¡y si te sucede algo me encargaré de protegerte!

La escena fue interrumpido con la llegada de Tavella.

—Chicos, chicos, ¡mirar lo que traje! —Exclamó Tavella con algo en la mano.

—¡Es una cámara de fotos!

—Está algo vieja, lo encontré cerca de un basurero. Aún funciona, nos da para hacernos unas fotos.

—¿No está sucia? —cuestionó Roberto, prestando su atención.

—La acabo de pasarlo con un trapo, está genial.

Llegó Marre.

—¡Hey! Mira lo que he encontrado —se giró Tavella para enseñarle la cámara.

—¿La agarraste de a-fuera? —Tave afirmó —¿cómo te h-han dejado entrar c-on eso?

—Eso no importa, ¿nos tomamos una foto?

—Va, pero, ¿donde están Riki y Alvin? —preguntó Topo.

—Se estarán dando besitos afuera —respondió Roberto, causando una risa entre todos —hace rato me preguntó por él, seguramente estarán en ese hormiguero de siempre.

—Desde la ventana se podrá ver-los —afirmó Marre.

—Tienes razón, saquémosle una foto.

Entonces los 4 se fueron hacia la ventana de la biblioteca, lamentablemente esta estaba tapada por unas persianas de madera, tapándoles la vista.

—¿¡Y esto desde cuándo está aquí?! —se frustró el del ojo desviado.

—Tapan está ventana-que justo da con el-el patio pero no las otras donde Tave se escapa, es que no lo entiendo —expresó Marre.

Entonces Tavella se subió por la ventana.

—Tranquilos, yo me ocupo —dijo mientras intentaba abrirlo —con un poco de esfuerzo —y se escuchó un ruido satisfactorio —y ya está abierto.

Los demás se asomaron por la ventana, logrando ver a Riki y Alvin observando el hormiguero.

—¡Que chiquitos se ven!

—Y gays —comentó el hermano.

—¡Tomémosle una-una foto! —sugirió Marre.

Entonces Tavella tomó su cámara y los apuntó, tomándoles una foto.

—Tave, ten cuidado, ¡que no se caiga la cámara! Está bastante alto desde aquí.

El internado | Cuarteto de Nos | ALVIKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora