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—Riki, ¿qué hacés?

Preguntó Alvin, entrando a la habitación.

Esta vez no se fueron juntos del comedor. Riki había terminado rápido y le dijo a Alvin tenía que irse rápido al dormitorio.

—Estoy escribiendo —contestó, en la cama con un bolígrafo concentrándose en escribir bien.

—¿Escribiendo? —se sorprendió el menor.

—No importa —paró de escribir, dejándolo a un lado y levantándose —te voy a hacer un tour.

El menor se extrañó.

—¿Un tour?

—Sí, del internado, aún veo que sigues perdido.

—¿Y el mapa que..-?

Fue interrumpido.

—Aún le falta —mintió el de lentes —a parte, un tour sería lo mejor para tenerlo proyectado en el mapa. Vamos.

Alvin simplemente obedeció, acompañando al mayor.

—Te tardaste mucho en venir, lo que implica que seguramente te costo encontrarme —indicó Riki.

Alvin solo afirmó lo que dijo, pues era verdad.

—Ya sabía yo que te habías perdido de nuevo.

Se sentía extraño.

Era muy extraño.

Todo era muy raro.

Alvin notaba que algo no iba bien.

Riki tenía una sonrisa, actuaba como si nada hubiera o fuera a pasar.

Alvin sabía que estaba sonriendo, pero no era una sonrisa de alegría, era más una sonrisa vacía.

El ambiente se sentía pesado a comparación de otras veces.

—¿Qué tal va tu terapia con Alejandro? —intentó aliviar el ambiente el mayor.

—Estoy cansado, pero la verdad me va bien —respondió vagamente, no sabía que más decir.

—Me alegro —respondió de vuelta, con una sonrisa más amplia.

Y solo estaban caminando, ya que preferían empezar por el inicio, desde la entrada, para ahí poco a poco enseñarle el lugar.

Otro silencio.

—Alvin —decidió romper el silencio Riki, mientras seguían recorriendo por pasillos para dar con la entrada.

Este lo miro, esperando su respuesta.

—Pronto es mi cumple —dijo sonriendo.

Ese dato lo hizo alegrarse.

—¿Enserio? ¿Cuándo? —preguntó el menor.

—31 de octubre. Sí, en Halloween —se rió el de lentes.

—Eso es como... ¿en una semana no?

El mayor asintió.

—Ay, pues no tengo nada preparado.. —murmuró el menor apenado.

—No te preocupes —se giró Riki para mirarlo, con una sonrisa —¡me conformo con tu amor!

Dijo para robarle un beso.

El menor puso la cara roja.

A pesar de ya llevar días saliendo, aún parecían como si fuera su primera vez.

Como diría Riki, eran unos polacos enamorados.

¿A qué se refería con eso? Ni idea.

Unos tortolitos.

—Te amo Alvin, ¡sigamos! —exclamó el mayor para llegar al patio.

Alvin tuvo que reaccionar rápido, pero en verdad estaban tan feliz de tener a alguien como Riki en su vida. Nunca nadie le había expresado muestras de amor, pero gracias a Riki cada vez entendía más el concepto y estaba muy agradecido.

Prosperaba por que no pasará nada.

—Pues.. este es el patio, ya lo conocés.

Iban a empezar el tour con el patio.

Ambos se dieron un beso, solo que esta vez el patio estaba lleno de gente.

—Ewww, que asco, ¿se acaban de besar? —exclamó alguien de pelo azul con gorra roja, poniendo una cara de asco.

—Ya ya, tampoco es para tanto, algún día también besarás a alguien —le respondió un niño pelirrojo, tirando a naranjado.

—Upaa pues ojalá que no —puso una cara de espanto.

Alvin los escuchó y se asustó por un momento.

—Alvarito no pasa nada, Cris no es homofóbico, simplemente le da asco el amor —le susurró Riki.

—¿Le conocés?

—Rober le habló una vez, nos cayó bien.

Y ahí empezó el verdadero tour.

Riki le enseñó primero los lugares que más iban habitualmente, le enseñó a localizar su dormitorio y el de él, donde estaba la biblioteca y el comedor y en general un poco de todo.

Fue un día agotador.












































que puto asco de capítulo

tampoco tuve mucha inspiración acá :(

nomas quise poner a Cris y al de porfiado Paul

El internado | Cuarteto de Nos | ALVIKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora