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—¿Te molestan?

—Muchísimo.

—¿Y yo no?

—Tonto, claro que no. Ellos son tremendos escandalosos.

Alvin se rió.

—¿De qué te ríes? —preguntó sonriente al menor.

—Es increíble como siempre buscas cualquier momento para estar a solas conmigo —respondió.

—Es para besarnos, ya ye dije.

Alvin se quedó en silencio, un poco rojo por lo que dijo, se recostó en las piernas de Riki. Este posó una sonrisa.

—Tenés un pelo muy lindo, Alvin —halagó mientras lo desordenaba un poco.

El mencionado no supo que responder, alzó su brazo para tocarle el pelo de vuelta.

—Tú también lo tenés muy lindo, me encanta tus rulitos.

—¿Tenés frío? —preguntó el de rulos al notar las manos frías de este.

—Un poco, pero estoy bien.

—¿Querés que vayamos al dormitorio?

—No, aquí estoy bien —le respondió, sonriéndole.

—Me encanta tu sonrisa, es hermosa, ¡vos deberías sonreír más seguido!

Alvin solo se quedó en silencio, ruborizándose. Riki solo se rió por la reacción del menor, también sonrojado.

—Por cierto.. sobre el mapita que te estaba dibujando, ya casi lo tengo listo. Lo quiero terminar antes de que sea demasiado tarde —dijo, mientras sacaba un papel doblado que tenía en el bolsillo.

—¿Demasiado tarde para qué? —preguntó alertado Alvin.

—Antes de que se me olvide y me distraiga con otra cosa —fue lo que respondió, con una sonrisa. —Estuve en la clase boceteando un poco, me regañaron después pero qué importa.

Lo desdobló para enseñarle el croquis que tenia, aún estaba inacabado pero había un avance desde la última vez, que fue cuando lo dibujo por primera vez.

—¿Aquí es donde estamos nosotros? —preguntó Alvin, apuntando hacia un rectángulo que ponía "biblioteca".

—Ay Alvarito, mirá que sos tonto —se rió, obviamente no lo dijo con mala intención —estás apuntando en la primera planta, nosotros estamos en la segunda y última, esa es la biblioteca principal, la que estamos es aquí —dijo apuntando hacia un recuadro más apartado y lo que aparentaba una segunda planta —debería marcarlo... No me dio tiempo antes.

La expresión del menor mostraba una de haberlo entendido, al principio estaba un poco apenado por su pregunta.

—Debería considerar mi habilidad en el dibujo.. es que soy todo un artista, viste, solo que los demás no entienden mi arte —se indignó a propósito Riki, bromeando y causando una risa al menor.

—Y un comediante también, considéralo —bromeó de vuelta el menor.

—Igual el bocetito aún no está terminado, le falta unos retoques y que se entienda mejor, aún no pongo los nombres de los lugares. Aquí está el comedor si preguntás.

—¿Y el patio donde está?

—El patio aún no lo dibujo, está por acá, en este espacio en blanco sería el patio.

Después de señalarlo, ambos cruzaron miradas, quedándose en un silencio bastante cómodo.

—Contame sobre vos, Riki.

—Pará... yo ya hablo mucho, ¿por qué no mejor me cuentas sobre ti? —hubo un silencio por parte del contrario. —Oh, oh cierto, lo siento. No quería... sabes, incomodarte, enserio lo siento mucho.

—Tranqui, no pasa nada.

Hubo otro silencio, hasta que Riki respondió su pregunta.

—Bueno, sobre mí la verdad-

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?

—Che pará, no me interrumpas —se rió —bueno, la verdad llevo desde que era un niño aquí, bastante joven junto mi hermano —respondió —también tengo una hermana que se fue al extranjero con un familiar, de vez en cuando nos visita, hace poco, bueno hace poco pará, unos años me regaló un libro sobre... ¿ay cómo era? ¿Recetas...? No sé qué, donde habían unas recetas muy raras, con insectos y todo, le pregunté si estaba la tortilla de hormigas y al parecer no está. No, yo tampoco sé por qué me lo regalo la verdad, y tampoco recuerdo lo que dijo, ya no nos ha vuelto a visitar desde entonces.

Eran el uno para el otro, uno siempre estaba hablando y el otro escuchando. Un balance perfecto. Riki siempre pasaba de su conversación a expresar sus ideas locas que se le venían en la cabeza, hablando incluso bajo el agua, en cambio Alvin solo se limitaba a escucharlo, y no se quejaba, le encantaba escuchar su voz y prestar atención en lo que decía.

—También mi madre, bueno nuestra madre, con Rober, hace unos meses fue ingresada al hospital tras un derrame, básicamente se le reventó una arteria cerca en el cerebro lo que causó que tuviera que ser ingresada, pero yo sé que ella estará bien. Logró despertarse, solo que ahora no recuerda casi nada, a penas se acordá de sus hijos, o sea nosotros y todo, pero yo sé que ella superará esto, solo habrá que esperar —dijo alegremente.

Alvin no supo que responder, solo le sonrió comprensivamente.

—Por cierto, mi hermana también me regalo toda la colección de Harry Potter.

—¿Harry Potter? —esbozó una sonrisa Alvin —yo siempre quise leer los libros.

—Pues deberíamos leerlo juntos —sugirió —llevo días estancado en las primeras páginas, del primer libro, con mi déficit y dislexia, y encima que veo como la mierda, me cuesta concentrarme y enterarme de lo que estoy leyendo.

—En ese caso.. tendré que leerlo para ti —dijo tímidamente Alvin.

—Efectivamente Alvarito —sonrió Riki para después tocarle la nariz.

El internado | Cuarteto de Nos | ALVIKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora