No One Like You [Guapoduo]

Dahlia Vermelha

Roier se despertó con el sonido de la alarma, se preguntaba porque Cellbit siempre la activaba si nunca se despertaba a la hora que marcaba, la verdad a Roier no le importaba pues estaba acostumbrado a despertar temprano, se liberó del abrazo de Cellbit y se levantó dispuesto a empezar su día, al parecer hoy iba a conocer a otros dos trabajadores, de medio tiempo, que solo venían a la tienda los fines de semana, posiblemente también vendría Jaiden a verlo, porque los viernes terminaba sus clases temprano.

Salio de bañarse y se aplicó una pomada que le habían recetado para los moretones, estaba feliz de que estos estaban desapareciendo bastante rápido, cuando regresó al dormitorio notó que Cellbit seguía profundamente dormido, aprovechó para vestirse rápidamente y salir a la cocina para hacer el desayuno.

Afortunadamente Cellbit compró todo lo que se necesitaba del plan nutricional que la doctora Elena le había dado.

–¿Guapito? – Cellbit aparecio por la puerta de la habitacion, vestia con un pantalon deportivo de color gris y su torso estaba desnudo, se estiro mostrando cada uno de los musculos de su cuerpo, Roier tuvo que hacer un esfuerzo por desviar la mirada sintiendo el inevitable sonrojo en sus mejillas

–Hice el desayuno – Roier le acercó un plato con huevo revuelto, tocino y tostadas, acompañado de un café

–Amo el café – Dijo Cellbit tomando un sorbo y suspirando con satisfacción – ¿Tu no bebes café?

–No, me provoca ansiedad, pero me gusta mucho el aroma del café, es mi favorito – Respondió Roier concentrado en su plato de comida

–Mnh ya veo, mi aroma favorito es el del licor de frutos rojos ¿Sabes quien huele así? – Cellbit le guiño un ojo a Roier, sonriendo de manera coqueta

–...No – Respondió Roier bastante nervioso por el obvio coqueteo, claro que Roier sabía a qué olían sus propias feromonas, sabía que Cellbit se estaba refiriendo a él – Pero sé de alguien que huele a café – Respondió Roier, sorprendiendo al alfa, el cual solo le sonrio y continuo con su comida.

Roier estaba un poco sorprendido cuando vio a los dos chicos entrar en la tienda, los habia visto antes, pero no recordaba de dónde, un chico muy alto, delgado de cabello negro y lentes, estaba acompañado de una chica bajita de cabello rubio. El omega se dio cuenta que estos chicos vestían el uniforme de la escuela a la que él iba y entonces recordó de donde los conocía, ellos eran de un grado superior y compartían varias clases con aquel alfa que lo embarazó.