No One Like You [Guapoduo]

Pequeño zafiro

Cellbit estaba en la habitación de hospital, sentado viendo como dormía Roier, la respiración del omega era tranquila y ya había recuperado por completo el color bronceado de su piel, el alfa no había soltado su mano en ningún momento desde que lo transfirieron ahí, acariciaba su cabello mientras liberaba un poco de sus feromonas y tarareaba una canción, aún se sentía muy alterado por lo que había pasado, creía estar listo para cuando Bobby naciera, pero estaba muy equivocado, la situación lo tomó por sorpresa y sintió mucho miedo por lo que fuera a pasar con ambos, Bobby aún seguía en observación, estaban haciendo unos estudios de rutina y podría verlo cuando terminaran

–Cellbit – El nombrado volteó hacía atrás encontrándose con su padre – Tus amigos ya se fueron, llevaron a la chica de cabello celeste a su casa, pero dijo que volvería más tarde con algunas cosas para ustedes

–Sí, está bien – dijo Cellbit, devolviendo su atención hacia Roier, inclinándose y apoyando su frente contra la de él

–Tú también necesitas descansar – dijo Philza, acercándose a su hijo y sobando su espalda – Yo cuidaré de él

–No, estoy bien me voy a quedar con él hasta que despierte – Cellbit se moría de sueño, pero no quería separarse ni un segundo de Roier, le preocupaba que algo le fuera a pasar mientras él no estaba, a pesar de que Elena le aseguró que el omega ya no corría ningún tipo de riesgo

–Entonces te traeré algo para que puedas comer – Philza salió de la habitación, dirigiéndose a una máquina expendedora, comprando unas galletas y un jugo, cuando volvió se dio cuenta que Cellbit se había quedado dormido, sonrió al ver la tierna escena que tenía delante, los chicos tenían sus manos entrelazadas y los rostros tan cerca uno del otro que Philza juraba que podían sentir la respiración del contrario

Philza se sentía orgulloso, nunca se imaginó que vería a su hijo así, tan tranquilo y feliz con una familia, se aseguraría de cuidar de él esta vez, enmendaría sus errores empezando por ser un padre de verdad y si los chicos se lo permitían, podría ser incluso un buen abuelo y suegro. Dejó las cosas que compró sobre la mesita a un lado de la cama y salió del lugar, quedándose en la sala de espera, quería ir a hablar con Bagi, necesitaba arreglar las cosas con ella también y por lo que vio, la situación con ella era más complicada, pues no tenía idea de que tan manipulada estaba por Esther.