No One Like You [Guapoduo]

Tu lado salvaje

Esa noche Cellbit se quedó a dormir con Roier, había decidido que volvería a dormir con él todos las noches, tal vez iría a su casa un par de veces para que Bagi o su tía no lo estuvieran molestando, pero la decisión ya estaba hecha. Cellbit se dio cuenta que desde que había dejado de dormir con Roier este se comportaba extraño, no sabía si era por el embarazo o por algún otro factor, pero ya no podía descuidarlo más, se preocupaba mucho por él y no saber lo que le había pasado le causaba mucho estrés.

Llegaron al departamento de Cellbit y este tuvo que cargar a Roier hasta la cama, el pobre omega estaba tan agotado que se había dormido durante el camino de regreso. Cellbit aprovechó que Roier dormía profundamente para quitarle la ropa a excepción de la interior, revisó su cuerpo en busca de algún golpe o herida, pero no había nada, tampoco había aromas de alguna otra persona, el alfa lo volvió a vestir, esta vez con una de sus pijamas y curó las pequeñas heridas que tenía en los nudillos, Roier había golpeado a alguien, eso era obvio, la pregunta que se hacía Cellbit era a quién, ya le preguntaría mañana si es que Roier tenía ganas de hablar de eso.

Cellbit se fue a dar una ducha, lo necesitaba, había sido un dia muy largo, cansado y lleno de emociones, cuando volvió a la cama se acercó a Roier dispuesto a acurrucarse con él cuando noto algunos rasguños en la nuca de Roier que no había visto antes, se asustó al ver eso, no parecía que haya sido atacado, pero al parecer alguien había tratado de quitar el collar.

El alfa quitó el collar con facilidad y pasó un algodón con desinfectante por la zona y cuando terminó volvió a colocarlo dejando un pequeño beso sobre este, abrazó con fuerza a Roier y dejó suaves caricias en su vientre hasta quedarse dormido.

Roier despertó algo aturdido por lo que había pasado el día anterior, parecía un mal sueño, pero todo había sido real, demasiado real, Roier había soñado con Natalan, pensar en él hacía que su corazón latiera con fuerza, se metió a la ducha dejando que el agua fría despejara su mente, él había estado tan enamorado de Natalan tanto que hubo un tiempo en el que deseaba con todas sus fuerzas que el alfa correspondiera sus sentimientos y el dia anterior le había dicho que le gustaba, eso era lo que Roier tanto había querido, pero por alguna razón esa confesión se había sentido muy mal. Roier tenía que poner las cartas sobre la mesa, para empezar Natalan lo había abandonado despues de prácticamente abusar de él, era un alfa malo, despues le había dado una disculpa de mierda, que mas que una disculpa era un reproche por su comportamiento, Natalan era una mala persona con él, entonces por qué su corazón latía al pensar en él, por qué seguía guardando sentimientos hacia él, eso era lo que Roier no comprendía y ese sentimiento lo hacía enojar, empezó a soltar feromonas y a respirar pesadamente, deteniéndose al momento que escuchó una puerta cerrarse.

Salió de la ducha solo para ver que Cellbit ya no estaba ahí, casi nunca se levantaba temprano así que se sorprendió al notar que el alfa había salido de casa, una parte de él lo agradecio bastante, no estaba de humor para lidiar con las preguntas que sabía que Cellbit le haría, pero otra parte de él quería que Cellbit lo consintiera y lo abrazara hasta quedarse dormido