Roier es un joven omega embarazado que es abandonado por su familia, desesperado sin saber a donde ir, se encuentra con Cellbit, un alfa, dueño de una tienda de musica rock que sueña con tener su propia banda
Descubre como evoluciona la relación de...
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Roier vio como Cellbit se iba dejándolo solo en la habitación, pudo jurar que alcanzó a ver como el alfa lloraba, su corazón dolió como si lo apretaran y solo hasta que se quedó solo se dio cuenta de las rosas en el suelo y los chocolates en la mesita, los regalos que Cellbit dijo que le había comprado, se sintió horrible por haberle gritado al alfa de esa forma y corrió detrás de él llamándolo, pero no había ningún rastro de Cellbit ni de su motocicleta.
–Por favor Cellbit – dijo Roier, llorando mientras tomaba su celular y marcaba el número del alfa, pero el aparato sonó dentro de la casa, Cellbit se había ido sin nada más que sus pantalones de pijama – Lo siento, lo siento mucho – se disculpó Roier tomando el celular de Cellbit – Por favor, vuelve... por favor no me abandones
Roier no sabia que hacer, le temblaban las manos, su pecho dolía demasiado y le costaba respirar, tenía mucho miedo, se culpaba por todo lo que había pasado, se arrepentía de haberse comportado tan vulgar al desear a Cellbit de esa manera, al fantasear con él, cuando el alfa nunca le había dado señales de querer algo más íntimo con él. Desesperado tomó su celular para hacer una nueva llamada, esta vez a su mejor amiga
–Ro ¿Como estas? – preguntó su amiga al otro lado de la línea
–Jai... lo arruiné todo – dijo Roier comenzando a llorar desconsoladamente
–Voy para allá, llego en cinco – dijo Jaiden antes de colgar la llamada
Roier se sintió más tranquilo cuando su amiga llegó a verlo, la chica respiraba agitadamente y parecia que habia corrido un maraton, pero sonreía de manera comprensiva
–Cuéntamelo todo – dijo Jaiden, tomando la mano de su mejor amigo y sentándose en el sillón con él – ¿Qué pasó? ¿Dónde está Cellbit? – Roier se puso a llorar cuando escucho el nombre del alfa
–No está aquí, se fue... yo le dije cosas muy feas
–¿Pelearon?
–No... – Roier no sabía por dónde empezar a contar su historia, le daba un poco de vergüenza admitir que había estado teniendo sueños húmedos con Cellbit, pero necesitaba decirlo todo, necesitaba aclarar sus ideas y solo Jaiden lo podía ayudar con eso, así que le contó todo a su mejor amiga
–Ya veo... Roier ¿Te gusta Cellbit? hablo de manera general, no solo físicamente sino también sentimental ¿Sientes algo por él? – preguntó Jaiden una vez que escucho todo el relato de lo que pasó en entre sus dos amigos
–Yo... siento algo por él, pero no se exactamente que es y sí... me gusta
–¿Y por qué no se lo dijiste?
–¿No escuchaste nada de lo que te dije? – preguntó ofendido Roier – Él está conmigo por deber no por que yo le guste ¿Cómo puedo declararme a alguien que sé que me va a rechazar?