Escucha a tu corazón

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Tina estaba agotada, había tenido turnos muy largos, creía que la unidad de maternidad y pediatría iba a ser la más tranquila en su estadía como pasante, pero desde que apareció un brote de gripa muy fuerte que afectaba principalmente a los recién...

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Tina estaba agotada, había tenido turnos muy largos, creía que la unidad de maternidad y pediatría iba a ser la más tranquila en su estadía como pasante, pero desde que apareció un brote de gripa muy fuerte que afectaba principalmente a los recién nacidos y niños pequeños, había tenido mucho trabajo y corría de aquí para allá cuidando a sus jóvenes pacientes, se sentía cansada mentalmente y no ayudaba el hecho de que últimamente había estado pensando en la grosera señorita Bagi Lange.

Tina no sabía por qué Bagi seguía rondando en su mente, tal vez se quedó resentida con ella por cómo la trató o tal vez era por la expresión que tenía en su rostro, a pesar de su mirada arrogante y malhumorada, sus ojos estaban cristalinos como si fuera a llorar en cualquier momento, le causaba mucha curiosidad el por qué Bagi era así y qué pasaba con ella, pues la primera vez que la vió también estaba llorando

–Es como una bruja de hielo con un corazón roto... – suspiró Tina, saliendo del hospital para irse a descansar al pequeño departamento de estudiante en el que vivía

La oscuridad de la noche siempre la intimidaba, no era bueno que una omega joven y linda como ella estuviera en la calle a altas horas de la madrugada, pero no tenía opción si quería seguir adelante con su carrera y vocación, además se consideraba buena defendiéndose a sí misma.

Iba caminando por la parte trasera del hospital acompañada únicamente de la tenue luz de los faros y el ruido de las hojas de los árboles que se mecían con el viento de verano cuando sintió una mano posarse sobre su hombro, gritó aterrada y roció gas pimienta sobre la cara de la persona que la tocó

–¡Argh! ¡¿Qué te pasa?! – gritó la otra persona

–¡¿Quién eres, alguna especie de pervertido?! ¡Los guardias vendrán pronto! ¡Así que...! – gritó Tina sin bajar la guardia y sin dejar de rociar gas pimienta

–¡Soy Bagi Lange! – gruñó la joven alfa, quitándole a Tina el gas pimienta mientras con la otra mano trataba de limpiar sus ojos – ¿Por qué me atacaste? ¿Estas loca?

–¡Me asustaste! ¡Apareciste de la nada como una acosadora! ¿Qué haces aquí? ¡¿Vienes para atormentarme?!

–¡No te estoy acosando!... necesito algo de ayuda – respondió Bagi, estaba algo avergonzada porque no era la clase de persona que pedía ayuda a extraños, pero no tenía a donde ir, estuvo quedándose algunos días en el departamento arriba de su tienda, que por cierto aún seguía clausurada, sin embargo Esther casi la encuentra, tampoco podía ir a casa porque también estaba huyendo de Philza, pronto Bagi se dio cuenta que no había lugar en el que pudiera esconderse y estar tranquila, no había notado lo controlada que estaba su vida por otras personas, no tenía propiedades, no podía usar sus tarjetas de crédito sin arriesgarse a ser rastreada, no podía hacer nada porque no tenía nada que fuera realmente suyo

Tina no pudo evitar verla con algo de lástima y no ayudaba el hecho de que tenía los ojos bastante rojos y un poco hinchados debido al gas que le arrojó

No One Like You [Guapoduo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora