8 Esto en secreto

20 2 0
                                    


Zans lo apretó esperando que ese momento no terminara nunca, deslizó su beso por el cuello del chico de pelo rojizo y olió su perfume cubriéndolo con su cuerpo, no quería moverse de allí y se quedó estático para evitar que corriera.
-Hace frío -soltó sonriendo y Zans intentó mirarlo para descifrar qué rayos quería decir con eso- Vamos a casa -susurró corriendo la mirada y bajando de sus piernas. El más alto asintió apurado y se removió tomando su ropa algo alterado, le había dicho de ir a casa en vez de pelear o huir y para él era más que suficiente, ahora sabía que lo mejor era mantenerse callado. Se cruzó a la parte delantera y sin esperar ni un segundo encendió el auto directo al departamento. Chui lo imitó pero moviéndose lentamente hasta que terminó vistiéndose casi por completo y se quedó tirado en la parte trasera del auto, podía sentir su propio semen secándose por el calor de la calefacción al máximo del auto, su trasero latía, sus ganas de descansar en la cama se hacían más grandes, sólo quería ducharse y dormir. Zans miró para atrás, lo vio dormido y suspiró, al fin dormiría junto a él como tanto lo había deseado.

-Chui...- susurró- ya llegamos -lo movió suavemente, el pelirrojo abrió los ojos y se bajó del auto entredormido caminando directo al baño del departamento, Zans no podía evitar sus ganas de seguirlo y entró junto a él quitándose la ropa evitando mirarlo para no alterarlo. En verdad estaba jugando con fuego al acercarse a Chui y lo sabía, pero el pelirrojo entró somnoliento y desnudo a la ducha como si ignorara su presencia y comenzó a bañarse.

Se metió tras él en el pequeño rectángulo, el agua estaba tan caliente que inundaba todo de vapor. Las suaves ondas de su pelo negro y corto se deshicieron con el agua y se quedó allí imitándolo apenas rozándolo. Se moría por abrazarlo bajo el agua, por lavarlo con sus propias manos, recorrerlo contando las marcas de su cuerpo, siguiendo las venas que se marcaban bajo su piel pero se retenía lo más que podía hasta que lo abrazó por atrás en un impulso.
-Estás tentando tu suerte ¿Lo sabes?- soltó el pelirrojo girándose a él alejando el rostro. Zans asintió besándole el hombro bajando una mano hasta su entrepierna.
-¿Quieres que te ayude?- dijo despacio mirando lo que tenía entre sus dedos, resbalando su otra mano por atrás de su compañero. Chui sonrió, estaba demasiado cansado como para pelear.
-No. Vete-
-Quiero saber que no te hice daño -deslizó poco a poco uno de sus dedos hasta el trasero de Chui que gimió tensando su cuerpo agarrándolo con fuerza por la muñeca- Déjame limpiarte y saber que estás bien, puedo enseñarte cómo -movió sus dedos buscando el semen que quedara en su interior.
-Diablos -se quejó cerrando los ojos, recibiendo los besos que le daba en el cuello- No soy tu novia Zans, puedo hacerlo solo -dijo, pero no intentó correrlo y lo dejó hacerlo.
-Mírate... eres tan lindo así -se acercó besándolo, ayudándolo a limpiarse mientras el agua caliente los mojaba a ambos.
-Ya basta, quítalos -le corrió la mano para liberarse- Qué puto eres maldición -su respiración seguía agitada y fingió desinterés mientras seguía lavándose el cuerpo. Zans volvió a acercarse
-Ahora déjame limpiarte el resto, te manchaste por mi culpa -Pasó la mano por su pecho volviendo a tocarlo viendo cómo estaba duro de nuevo- Te manchaste por aquí - dijo besando su hombro, agachándose hasta besar su pecho y continuar bajando. Chui no pudo evitar sentir eso como una invitación
-Más abajo hay más -y mordiéndose el labio le empujó suave la cabeza. Zans no dudó en metérselo en la boca y comenzar a chuparlo. Chui apoyó la mano en la pared sintiendo sus lamidas que volvían a elevarlo, podía ver desde donde estaba cómo él se masturbaba excitándolo más, recordaba lo que había pasado la otra noche queriendo repetirlo y lo apretó contra su cuerpo escuchándolo ahogarse haciéndolo gemir- Carajo, eso es tan... -cerró los ojos relamiéndose, tomándolo del cabello entrando tan profundo como le era posible, llenándose de placer mientras lo obligaba a aumentar el ritmo de sus movimientos, mirando cómo disfrutaba de tenerlo en la boca sin dejar de tocarse. Zans era algo muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Quería acabar y ver cómo lo tragaba, ver sus ojos mientras lo hacía y en un impulso lo alejó- Abre la boca -le ordenó- Mírame -continuó ahora con su mano moviendo su pene con rapidez, sabía bien lo que tenía en mente y verlo frente a sus ojos de esa forma lo volvía loco. Zans se veía hermoso arrodillado ante él. El pelirrojo lo tomaba del cabello observando cómo lo miraba con la boca abierta junto a su pene- carajo -susurró y dejó escapar los primeros disparos que cayeron en la lengua de Zans, y volvió a metérselo en la boca esperando sentirse caer en su garganta. Su compañero se ahogaba, pero seguía manteniéndolo por completo haciéndolo explotar de placer al saber que llenaba su boca. Tiró de su cabello húmedo para mirar nuevamente su rostro, notando que aún se estaba tocando mientras lo miraba con el rostro cargado de lujuria.
-Más te vale mantener todo esto en secreto -se agachó tirando de su cabello y lo sintió derramarse antes de llegar a tocarlo mientras gemía sin dejar de mirarlo.
-Chui -susurró con la respiración agitada, moría de solo saber que al fin lo tenía. Mirándose ambos a los ojos y sintiendo esa presión entre ellos volvieron a besarse. No sabían cuál de los dos estaba más desquiciado ni estaban seguros quién se rendía ante quién, solo tenían claro que aquello recién empezaba y se quedaron allí, en el suelo húmedo de la ducha, besándose con el agua cayendo sobre ellos.

Chui se secó el cabello y lo revolvió devolviéndole la vida a ese cabello rojizo y lacio, apenas largo y tan incontrolable como él. Zans lo observó mientras se tiraba en la cama, esta vez no quería dormir con ropa como cada noche y se quedó en ropa interior al igual que Chui esperando a que su compañero se relajara para acercarse poco a poco. Tantas noches deseando algo como eso, tantos días observándolo dormir a su lado tan cerca y tan lejos, pero ahora podía al menos intentarlo. Deslizó su mano por el brazo de Chui que con una mano en la nuca miraba el techo y continuó acercándose hasta poder sentir el calor de su cuerpo, su corazón se agitaba más que nunca, dormir junto a él era algo que nunca creía posible y ahora...
Dejó caer su brazo sobre él y se acomodó terminando de abrazarlo. Ahora lo tenía y no podía evitar sonreír. Quizás al día siguiente lo ignoraría, quizás volvería a irse a mitad de la noche pero nada importaba, era suyo y le era suficiente por ahora. Oler su perfume, tenerlo a su lado. Comenzó a besar su hombro deslizándole la mano por el pecho con una dulzura que puso tenso a Chui.

- Me gustas tanto...- susurró sin darse cuenta
- Que mierda contigo Zans -suspiró- no te ilusiones, sólo estamos cogiendo y durmiendo juntos, no somos nada más ¿Está claro? -cerró los ojos
- Por supuesto -Sonrió de forma poco convincente- eso... ¿Significa que no puedo abrazarte? -parecía una broma, pero en verdad quería saberlo y Chui comenzó a reír.
- Has lo que quieras -se dejó abrazar, de todas formas ¿Qué podía decirle? Él mismo se había buscado ese tipo de problemas y además se sentía bien el calor de su cuerpo, estaba asustado y confundido, pero no valía la pena salir corriendo para estar solo sí allí...
Zans lo abrazó de nuevo acomodándose junto a su pecho, pasando la pierna sobre las de él, oliendo su perfume, dándole pequeños besitos cada vez con más dulzura.
– No te pases -lo frenó el pelirrojo. Para Chui ese había sido un día difícil. Ver llegar a Zans como si nada hubiese pasado, como si se hubiera olvidado de lo que habían hecho lo había vuelto loco de rabia ¿Cómo era posible que pudiera no importarle? A él le consumían los nervios por dentro. Apenas si podía hablar mientras Zans actuaba como si nada, aunque ahora quería besarlo todo el tiempo atado a su cintura sin poder contenerse. Le gustaba saber que en verdad Zans había estado fingiendo, saber que él se sentía así calmaba sus nervios. Giró su rostro e inhaló un poco sintiendo el perfume de su cabello. "Es solo sexo" se dijo, no había nada de malo en dejarse llevar un poco y probar cosas nuevas, eso era lo que siempre le decían las putas. Sólo estaban disfrutando el momento y luego lo olvidarían "Solo sexo y ya" pensó y cerró los ojos para dormir, mientras que Zans lo apretaba cada vez más cerca de su cuerpo con una sonrisa hasta sentirse satisfecho y dormirse con él así, entre sus brazos. 






............................................................................


Rayossss...
me perdí en estos capitulos, creo que los voy a volver a leer... (un par de veces más)

¡Tan lindo él! 💕 Zans me parece un grandote pero chiquitin ¡Ayuda ya me enamoré! 🤓

..................................................................................

Si de todas formas iremos al infierno (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora