2 El Club de putas

24 2 0
                                    

Ya era tarde, había pasado más de una hora desde que habían entrado en el bar del Club, el viejo estaba vigilando y parecía buscar al pelirrojo con la mirada. Chui tenía varios trucos de los cuales él no estaba enterado, todos lo conocían en el Club y encontró la manera de entrar y esconderse para tomar algo con las chicas. Zans se relajaba en la barra tomando un trago mirando a la nada, le había pedido que lo espere unos minutos pero parecía que no iba a volver. Hacía varios días que estaba viviendo con Chui y creía que esta vez se quedaría a dormir allí, bebió de su trago con la mirada algo perdida.

-¿Cuánto tiempo crees que pase antes de que el Viejo vea que nunca subes con una chica?- escuchó hablar al barman y se giró a mirarlo con una sonrisa.
-Sabe que estoy con alguien y no hago tonterías -
-Bueno, ya me preguntó de donde te conocía -le sonrió. Zans se quedó mirándolo con seriedad- Le dije que de aquí -se clavaron la mirada sabiendo que era mentira, sabiendo toda la historia que había existido entre ellos.
-Vete -le dijo volviendo a ignorar su existencia
-¿Y si no es aquí donde podríamos hablar? -se burló
-Nunca fuimos amigos, limítate -sintió que su corazón palpitaba con fuerza
-Yo creo que ya se dio cuenta -
-Deja de sonreír así cuando estás conmigo -
-No es contigo, es mi sonrisa -
-Entonces vete, no quiero más problemas Paul –suspiró- y por lo que sé tienes problemas más graves, deberías dejar de hacer esas mierdas no creas que no lo sé -lo regañó casi sin mirarlo.
-¿Y qué? -dijo Paul al escuchar su consejo.
-Que enviarían a Chui por ti, entonces tendría que buscarte yo y ver cómo te mata -
-No harías algo como eso -
-Es mi trabajo, ya no hagan estupideces -
-Mejor intentaré que no vuelvas a ver nada de lo que hago -soltó
-¿Cuánto crees que tarden en darse cuenta? No se puede engañar al jefe -
-No lo sé ¿Cuánto crees que tarde Chui en notar que le gustas? -se rio- Es un idiota, pero en algún momento se va a dar cuenta y estarás en la ruina ¿O crees que saldrá del closet contigo? -se burló- te tienes mucha confianza -
-Al menos no estoy jugando a morirme -bebió del vaso viéndolo alejarse. Estaba cansado de esperar y se dispuso a irse vaciando el trago, pero una de las chicas se acercó a decirle algo en el oído y se levantó para seguirla hasta donde lo esperaba su compañero, entró en una especie de habitación privada donde sólo había unos sillones y luces tenues, incluso la música era diferente, se sorprendió, nunca había llegado más allá del Bar y todavía le faltaba ver el segundo piso.


Dos chicas toqueteaban al pelirrojo tal como sabían que le gustaba, acariciando su pecho, revolviendo su cabello. Chui observaba a la chica con una sonrisa lasciva, bebió de su vaso y acarició el trasero al descubierto de la misma. Zans se sentó frente a él en los sillones.
- ¿Qué rayos haces? ¿Para qué me llamas? -le preguntó sin dar crédito a lo que veía– Si te ven aquí van a matarnos a ambos, el Viejo te anda buscando -
-Relájate, si no estoy en el bar o en las habitaciones no me encontrará, ya extrañaba esto -le dio una nalgada a una de las chicas indicándole que vaya con Zans- ¿O qué? ¿Sigues enamorado de esa perra? -se burló. Zans suspiró y tomó a la chica de la cintura sonriéndole tímidamente. La chica se sentó en sus piernas comenzando a tocarlo, dejándose tocar por ese chico que nunca habían visto en ese lado del Club.
- ¿Qué te dijo el jefe sobre esto? -preguntó Zans sin mirarlo
-Me dijo que me vaya al diablo, que tengo prohibido entrar hasta que se cumpla la semana. Cree que le haré caso -sonrió toqueteando a la chica- Él es mi compañero, tiene el corazón roto -le comentó señalando a Zans con la cabeza
-Lili es muy buena se sentirá mejor que nunca, luego vivirá aquí como tú -respondió la chica y Zans lo miró con rabia.
-No seas así -se burló Chui al verlo– Ella me escucha y aconseja ¿Verdad Linda? -la chica asintió sin dejar de acariciarlo. Él le empujó la cabeza suavemente mordiéndose el labio, ya quería que lo chupara y ella abrió su pantalón lista para hacerlo. Zans cerró los ojos al ver que su chica haría lo mismo e intentó olvidar que su compañero estaba allí.

Si de todas formas iremos al infierno (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora