1 Sin Casa

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La luz del sol le dio en la cara al salir del Club y entrecerró los ojos, el hombre frente a él lo miraba con ganas de matarlo.
-Relájate, estoy aquí ¿No? -
-Muévete es tarde- se giró volviendo al auto. Chui miró el lugar donde había dormido con una sonrisa y lo siguió.

Zans miraba por el retrovisor con la mirada algo perdida, el maldito de Chui a veces se ponía insoportable y no tenía ganas de lidiar con él, suspiró armándose de paciencia, sentía que comenzaba a sospechar de sus sentimientos y ahora que estaba en problemas no quería lidiar también con eso. Chui se tiró en el asiento trasero y el Viejo se subió del lado del acompañante.
- Ve primero a lo del jefe - le indicó y Zans asintió acelerando el auto. Chui miró a su lado, el mismo bolso que había visto hacía varios días seguía allí.
- Oye Zans... - comenzó a reírse desde ese mismo momento- Te echaron de casa ¿verdad? -se burló sin dejar de mirar el bolso.
- Que mierda te importa, enano de porquería -arrugó el entrecejo. El Viejo lo miró y se giró para ver la parte trasera del auto donde estaba el bolso con ropa
- ¿Qué demonios pasó y por qué no me dijiste? -
- No pasó nada -siguió conduciendo.
- ¿Cómo qué no? - se giró para mirar a Chui- ¿Hace cuánto está ese bolso ahí? -. Chui lo miró moviendo su boca hacia un lado y otro. No era un bocón aunque le diera gracia la forma en que el Viejo molestaba a Zans por todo, era gracioso ver a un hombre tan alto y grande como Zans ser regañado por su padre.
- No lo sé... ¿Hoy? -mintió
- Sé que no eres idiota, si preguntas es porque lleva días ahí ¿Cuánto lleva? -. Chui miró a Zans que clavaba sus ojos negros en él a través del retrovisor y luego al viejo.
-Desde ayer- volvió a mentir, Zans corrió la mirada
-¿Pasaste la noche en el auto?- retó a su chico –Vas a volver a casa ahora mismo-
-Cállate Viejo, no es como si viviera en el auto- se defendió maldiciendo en su mente la gran bocota de Chui que reía desde atrás disfrutando de ver como toda la paciencia y tranquilidad de Zans se desvanecía por su culpa.
-No me importa, esta noche llevarás tus cosas a casa- siguió el Viejo
-Está viviendo conmigo, Va a quedarse en mi departamento- se metió el pelirrojo desde atrás
-Tú no tienes departamento- lo regañó
- ¡Si tengo! Pregúntale al jefe, casi no lo uso asique puede ir y quedarse, de eso íbamos a hablar ¿O no Zans? - se asomó entre los asientos mirándolo de cerca con sus ojos claros y mirada de trastornado.
-Sí, es cierto- le siguió la mentira algo nervioso de tenerlo tan cerca. El Viejo sabía que mentían y empujó a Chui de nuevo atrás dándole unos golpes.
-¡Ahora resulta que son amigos! -se giró bien para ver al pequeño pelirrojo– ¿Y tú lo apañas? ¿Desde cuándo tienes un maldito departamento? -
-Ya sabes... por lo que pasó esa vez -corrió la mirada mientras se encendía un cigarrillo intentando no recordar ese día.
- Más te vale que sea cierto y no vea a Zans durmiendo en el auto porque me aseguraré de que no vuelvan a dejarte dormir en el Club ¿Entendiste? -lo amenazó. Chui suspiró mirando de reojo a Zans que lo miraba por el retrovisor, acababan de meterse en un gran lío.
-Dormiremos juntos entonces -comenzó a reír– Compartiremos hasta las putas del Club y todo -. El Viejo se giró para golpearlo y Chui se alejó riendo de esa forma tan característica que molestaba a todos.
-¡Ya basta! el maldito tiene un departamento, lo llevé varias veces y me quedaré con él hasta que consiga algo mejor ¿Estás contento? No voy a volver a casa- se puso firme.

El Viejo se quedó con el jefe y ellos continuaron su camino, Chui se pasó al asiento del acompañante encendiéndose un cigarrillo y comenzó a reír.
-Así que... ¿Tu novia te echó? -lo miró suspirar intentando ignorarlo y sonrió largando el humo -De seguro es una perra... ahora vas a vivir conmigo, vamos a poder irnos de fiesta y...-
-No te emociones, no voy a ir contigo al Club más de lo normal, asique relájate ¿Tienes alguna cama al menos? ¿Un sofá? -
-Tengo una cama... si no me corren del Club no hace falta otra -le dio una pitada al cigarro. Zans lo miró con el ceño fruncido.
-¿Y qué tan probable es que no te corran?-
-¿A qué tienes miedo? -se rio- Vamos a dormir juntos -se acercó arrodillándose en el asiento- Dame un besito carajo, seamos buenos compañero -lo molestó acercándose.
-Ya basta Chui, estoy conduciendo -lo alejó.
-Que marica -volvió a fumar con una sonrisa en los labios, hacía un tiempo que había notado lo nervioso que se ponía su compañero al estar cerca y le encantaba molestarlo, había algo en verlo de ese modo que le gustaba. Se removió el pelo- No van a correrme del Club si no me peleo con nadie, así que tranquilo -. Siguieron camino.

Si de todas formas iremos al infierno (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora