Zans volvió de comprar viendo el auto de Chui mal estacionado como siempre y sonrió. Al fin volvía después de haber pasado varios días con el jefe y en verdad lo había extrañado, se bajó rápido de su coche y se apresuró para volver a verlo. Esos días sin él le habían hecho darse cuenta lo mucho que se estaba acostumbrando a dormir a su lado, a saber que estaba ahí incluso cuando todo quedaba en silencio. Había estado pensando en todo lo que había pasado entre ambos y las ganas que tenía de ser algo más, de besarlo sin apuro aunque no sea necesario.
Abrió la puerta para verlo sentado en el pequeño comedor con el teléfono en la mano.
-Hey, volviste -le sonrió incapaz de contenerse. Chui le dio una mirada fugaz sin dejar de ver su móvil.
-¿Trajiste comida? Te estoy esperando hace como una hora – siguió en lo suyo.
-Si -sacó un paquete de papas fritas- ¿Cómo te fue? -se acercó para poder besarlo, pero Chui corrió el rostro a propósito tomando las frituras haciéndolo sentir esa opresión en el pecho - mierda, supongo que mal -apretó los labios.
-No -levantó las cejas como si ignorarlo fuera lo más normal en el mundo- de hecho nos fue bastante bien -abrió el paquete que tenía en la mano- ¿No compraste algo dulce? -
-No Chui, no compré una mierda dulce para alguien que no estaba, carajo que idiota -se sentó cansado de que lo haga sentir como un imbécil.
-Vete a la mierda ¿Y ahora que te pasa? -
-Estoy cansado, solo eso -corrió la mirada a la nada. La noche que pasaron practicando tiro había sido la última que habían estado juntos, y lo recordaba más como en esa tarde donde se tomaron de la mano que como era realmente, no esperaba que lo rechazara igual que siempre y había dolido ¿Qué le costaba ser más como esa día donde le dio un beso sin pensarlo?Chui se acomodó la entrepierna deslizándose en la silla relajado, feliz de poder volver a ese estúpido departamento que antes odiaba y que ahora, se sentía un hogar con las pocas cosas que Zans había agregado a su vida.
-Te envié un mensaje, pero te olvidaste el teléfono quería comer algo dulce -miró el interior del paquete defraudado.
-¿Y por qué no fuiste? Sabes a donde voy siempre -. Pero antes de que Chui pudiera responder se escuchó el sonido de la cortina del baño cayéndose y ambos comenzaron a reír -¿Cuándo vas a aprender a tratar esa mierda con cuidado? no se cayó ni una vez cuando no estuviste -
-¿Yo? A ti también se te cae no me jodas, tus arreglos son una mierda -se largó a reír pensando en que deberían comprar una nueva- Extrañé estar en casa -se le escapó haciendo sonreír a Zans.
-¿Y me extrañaste? ¿Extrañaste dormir conmigo también? -lo miró ilusionado por escucharlo decir algo más. Chui sintió esa sensación subir por su cuerpo dando un sobresalto.
-Déjate de mariconadas -le lanzó el paquete- no tengo ganas de lidiar con tus idioteces hoy -se paró para irse, pero Zans golpeó con fuerza la mesa.
-¡Mierda Chui! -se acercó con una expresión de enojo atrapándolo antes de que pudiera irse y esconderse en la habitación- Ya me lo tomé con calma -cambió la expresión a esa de ojitos de cachorrito- con demasiada calma para mí gusto y estoy harto -se apoyó en la pared detrás de Chui haciéndolo tragar saliva por la situación incómoda.
-¿Qué carajo te tomaste con calma? Vete a la mierda idiota -se escabulló con las manos algo temblorosas sin dejarlo continuar. Jamás se podría sentir atemorizado por Zans, pero que se acercara tanto con esos ojos lo hacía sentir ese vértigo inevitable que le terminaba revolviendo el estómago- sigue con lo tuyo y olvídate de... -
-¡Ya cállate! ¿Crees que soy un idiota? -Volvió a retenerlo acorralándolo como pudo, haciéndolo caminar hacia atrás sorprendido de su reacción- ¡Te dije que estoy cansado de esto! no quiero solo sexo contigo, quiero algo más y tú también así que ven -lo tomó del rostro con fuerza mientras el pelirrojo por instinto intentaba zafarse- dame un beso y dime cuánto te gusta estar conmigo, di que me extrañaste maldito -intentó besarlo. Chui solo podía quitárselo de encima con un golpe que no quería darle.
-¡Déjame! -se retorció- maldita sea ¡Suéltame! -corrió el rostro evitando el beso
-¡No! ¡Estoy harto de ti! -lo zamarreó con fuerza- harto de que me trates como si fuera una de tus putas ¡Bésame! -volvió a intentarlo logrando llegar a sus labios sin dejar de forcejear y haciendo fuerza con una mano le abrió la boca para meter su lengua. Chui respiró agitado como si jamás se hubiesen besado antes y recibió la lengua mezclándola con la suya, sintiendo el alivio de volver a probarlo. Zans lo sintió titubear un segundo y aprovechó para tirar todo el peso de su cuerpo contra él acorralándolo de nuevo contra la pared, continuando ese beso completamente fuera de sí por algunos segundo, para luego alejarse mirando sus ojos azules, respirando agitado y excitado.
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Si de todas formas iremos al infierno (BL)
RomanceSe supone que son solo compañeros en una mafia, pero el tiempo juntos los lleva a probar más que sus labios. Si ya han cometido todos los pecados ¿Qué importa uno más?