Capitulo 9

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—Vaya, vaya, vaya, mira a quién tenemos aquí —dijo Daniela con una sonrisa burlona.

—No molestes, adiós —dijo Mariam, intentando mantener la calma.

—E, e, e, no os vayáis —intervino Valeria, agarrando el brazo de Mariam.

—¿Qué pasa, tenéis miedo o qué? —preguntó Daniela con sarcasmo.

—¿Miedo? ¡Pero qué ladras tú, niñata! Te voy a dejar peor que te dejó Mariam el otro día si no te vas —le respondí, mientras empezábamos a alejarnos.

—¡Epaa, esperad! —gritó Valeria, mientras le quitaba el pañuelo a Mariam.

Mi corazón se aceleró al ver cómo le quitaban el pañuelo a Mariam. Corriendo, me lancé hacia Valeria y empecé a arrancarle los pelos uno por uno. La situación se salió de control rápidamente hasta que Mariam llegó y me separó.

—Tía, no vale la pena pelear. Recuerda que no está bien eso en el deen, vámonos —me dijo Mariam, intentando calmarme.

Estábamos a punto de irnos cuando Valeria dijo:

—Ahora de repente os vais. ¡Qué cagadas por Dios! Ninguna puede conmigo —se burló Valeria, riendo.

—Mariam, la voy a matar si no se calla —dije, mientras me contenía las ganas de pegarle.

—Tranquila, no vale la pena —intentó calmarme Mariam.

—Sí, sí, eso hazle caso a tu amiga, pringadas —dijo Daniela, con una risa despectiva.

Iba a ir hacia Valeria porque realmente estaba harta de sus provocaciones, pero antes de que pudiera hacerlo, un chico se acercó y dijo:

—Dejadles en paz ya.

—Ya ves, hemos visto todo. Parece que no tenéis vida, ¿eh? —dijo su amigo.

El chico era alto, moreno con el pelo rizado, y su amigo también era alto, moreno, con el pelo ondulado. Me preguntaba quiénes eran y qué hacían allí.

—¡Callaros ya, niños! Que no sabéis nada —dijo Valeria con desprecio.

—¿Niños? Por lo menos te superaré por unos dos años o más. Vete a estudiar algo, anda —dijo el chico, desafiando a Valeria.

Mariam y yo estábamos confundidas. ¿Quiénes eran estos dos chicos?

(Narra Mariam)

Miré a Soukaina confundida y le hice una señal con los ojos de que nos fuéramos. Ella entendió rápidamente y nos alejamos del lugar sin decir una sola palabra. No quería que nos involucráramos más en esa situación.

—Ya llegamos —le dije a Soukaina, al llegar a la mezquita.

—¿Qué? ¿Y la sorpresa? —preguntó, visiblemente intrigada.

—Bueno, pues mira —dije sonriendo—, cuando me fui a casa, nos apuntamos a clases en la mezquita para aprender a escribir árabe y saber el Corán de memoria.

—¿Gulii wallah?(juramelo por Allah) —dijo Soukaina, emocionada.

—¡Sí, wallah! —le respondí riendo.

Se nos acercó una señora mayor que nos preguntó si éramos las nuevas. Le dijimos que sí, y supimos que era una de las profesoras de la mezquita. Nos acompañó a la clase y nos presentó a los alumnos.

—Assalamu alaikum. Ellas son nuevas aquí. Vienen a aprender el Corán y a escribir en árabe, como todos los de aquí. Por favor, tratadlas con respeto y ayudadlas si tienen alguna duda —dijo la señora a los alumnos.

Nos sentamos detrás del todo porque no había más sitios libres. Pasaron unos 10 minutos y de repente vimos entrar a los dos chicos que nos habían defendido antes. No nos defendieron en el sentido tradicional, pero nos habían separado de la pelea a su manera.

Miré a Soukaina y ella estaba distraída, mirando por la ventana. Le di un codazo para que se diera cuenta.

—¡AUUCHHHH, ¿TÚ ERES TONTA?! —gritó Soukaina, y todos se giraron a mirarla.

—¡SUKTIII! ¿Qué haces, chiquilla? ¡Siéntate! —le dije, mientras le pellizcaba como una madre marroquí.

—Vale, vale, dime qué pasa —me preguntó Soukaina, recuperando su compostura.

—Mira quién está allí —le susurré al oído para que nadie más lo escuchara.

Soukaina miró hacia la puerta y reconoció rápidamente a los chicos. Nos miraron con la misma sorpresa y confusión que nosotras les dábamos. La situación se volvía cada vez más intrigante

Buenos chicas , quetal estais , espero que super bien ,

Espero que os este gustando el libro. Cuidaross gpass adioss 💟💟💋💋

Centradas en el DeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora