8. matías

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A pesar de lo que podría creerse, pocas veces Matías o Malena buscaban a otra persona con la cual estar. El acuerdo de su relación abierta tenía que ver más que nada con encuentros orgánicos que se dieran con otras personas.

Como Matías con Maga.

Un sábado poco movido, algo raro desde que la película se había estrenado, Lía había sugerido a las tres parejas cenar juntas. Era un intento de la chilena en que las cosas sigan yendo bien entre todos, después de los problemas que tuvieron en el pasado.

A penas se lo comentó Enzo a Maga la chica aceptó con emoción la invitación, pues le caían muy bien la pareja chileno-argentina. No conocía mucho a Matias, pues en Venecia no tuvieron mucha oportunidad. Sería buena oportunidad para hacerlo.

Así, la cena se dio en casa de Lía y Agustín, pues ir a un restaurante no era algo muy cómodo en esos momentos.

— Estás linda.

Escuchó a Enzo decirle mientras se tocaba los pendientes que se había puesto, insegura de su elección.

— Quizá estoy demasiado elegante.

La chica amaba vestirse poco casual a veces, adoraba arreglarse y a veces ello desembocaba en llegar a lugares donde era la única que estaba así de elegante.

— No te preocupés, si hay alguien que adora arreglarse ante cualquier oportunidad, es Lía.

Quiso preguntarle si aquello era una de las cosas que le gustaba de esa chica, pero cuando estuvo a punto de hacerlo, la puerta se abrió, revelando a una -por supuesto- Lía completamente elegante, que desentonaba con lo casual que llevaba Enzo.

— Ay, ya llegaron.— dijo feliz— Hola chicos.

Los abrazó a cada uno, cariñosa como ella era y luego de elogiar el estilo de Maga, los dejó entrar a la casa.

Una vez dentro, Maga se dio cuenta de que tanto ella como la chilena desentonaban con sus novios y con Matías, que iban totalmente casuales.

— Ya ves que estos no se esfuerzan mucho.

La chica rió ante el comentario de Lía. Saludó a Agustín y a Matías, que notó que estaba solo.

— ¿Y Male?
— Tenía una cena familiar, no podía venir.

Pronto los anfitriones sirvieron la comida que habían preparado en la mesa, y junto con una botella de vino la cena comenzó.

— Uh, está buenísima esta pasta.— dijo Mati.
— Sí, y el vino debe ser el mejor que he tomado en mi vida.— dijo Maga
— Es chileno.— dijo Lía, guiñando un ojo.

Agus puso los ojos en blanco, pero le dio un beso en la mejilla a su chica de todas formas.

— Bueno, he de decir que en realidad no estoy acostumbrada a tomar buen vino.— dijo Maga— vino en caja en las fiestas de la facultad es suficiente.
— ¿Qué estás estudiando?— cuestionó Mati
— Abogacía, este año terminó mis cursos.
— Mirá, que interesante.

Ambos hablaron muchísimo durante la cena, evidentemente también intercambiando palabras con el resto. Pero se notaba que quienes llevaban la conversación eran aquellos dos.

No era extraño que Maga fuera la que llevara la batuta en una conversación, era muy extrovertida y tenía muchísimas cosas que decir. Eso no significaba que el hecho de que a Maga se le saliera por los poros lo genial que era y que Matías pareciera fascinado con ella, no le molestara a Enzo. Es más, era un poco evidente, pues, como solía hacer cuando estaba enojado, casi no habló.

— Me estás jodiendo.
— Te juro que no.
— No podés tener de Beatle favorito a George.
— ¿Por qué no?
— Porque la cosa siempre es entre John o Paul.
— Pero George tiene lo mejor de los dos, la capacidad musical de Paul y la reflexión de John.
— Sí, pero nada reemplaza la carrera solista de John.
— O sea que tu beatle favorito es John.
— Sí.
— Que obvio.

maga || enzo vogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora