maga || enzo vogrincic

12. primer día

tw: intento de abuso sexual

Era su último primer día de clases en la universidad... Si es que todo iba bien.

Había imaginado este día por muchísimo tiempo, pensaba que estaría viviendo en la residencia, por un tiempo pensó que quizá viviendo con Ramiro. Sin embargo, estaba acá, viviendo con un hombre que le encantaba, al que había besado intensamente una noche y con él que no hablaba al respecto.

— Ya me tengo que ir, suerte con tu primer día nena.

Maga estaba desayunando en el comedor, se despidió de Enzo con una sonrisa, pero él decidió acercarse y darle un beso en la mejilla para luego salir rápidamente, pues tenía una entrevista en la radio a primera hora en la mañana.

Habían pasado los días así después de lo que pasó en Los Ángeles, eran cariñosos el uno con el otro, pero sin discutir lo ir ambos se morían por decir o preguntar.

¿Qué eran?, ¿Qué significaban el uno para el otro?, se gustan, y eso es claro para cualquiera , menos para ellos.

Después del desayuno, Maga caminó hacia su facultad. Le quedaba a una media hora caminando, lo que era fantástico.

Las clases estuvieron bastante tranquilas, la chica entendió todo y sintió que todo el estudio del verano valió la pena. Se junto con algunas amigas de la facultad, no muy cercanas pero al fin y al cabo gente con la que se llevaba bien, y almorzó junto a ellas.

Su nuevo horario de ese ciclo era un poco complicado, los lunes empezaba sus clases a las 10 de la mañana y terminaba a las 8 de la noche, algo un poco agotador, pero era lo que le tocaba.

Al salir de su última clase, tuvo que ir rápido hacia el patio pues a esa hora cerraban ya la facultad. Aprovechó de sacar su teléfono y mandarle un mensaje a Enzo contándole de lo bien que estuvo su día.

"Me alegro muchísimo nena, venite a la casa que después salimos a cenar algo para celebrar", le escribió él de vuelta.

La chica se emocionó, una cena ellos solos sonaba a una cita, quizá se lo preguntaría una vez que lo viera.

Mientras caminaba y escuchaba en sus audífonos No existe de Soda Stereo, comenzó a pensar en cómo se lo preguntaría.

"¿Me estás invitando a una cita?, ay no, suena muy formal", pensaba.

Pasó casi todo el trayecto así, pero cuando tan solo faltaba una cuadra para llegar, sintió como alguien la tomaba de la cintura y la llevaba a un callejón oscuro que había ahí.

Maga quiso gritar, pero al ver la cara de la persona quedó desconcertada.

— ¿Que hacés, Ramiro?
— Dale, Maga, arreglemos las cosas por favor.

La chica soltó una risa irónica.

— No, además, ¿qué tenés en la cabeza que pensas que está es la manera de arreglar las cosas?

Ella estaba a punto de irse, pero Ramiro la tomó de la muñeca.

— Maga, no me digas que no me has extrañado.
— Tengo un novio, y solamente pienso en él.
— Mentira, yo sé que antes de que él llegara a tu vida aún pensabas en mi.

La chica se sintió estúpida, pero no respondió, le concedió aquella suposición con su silencio.

El hombre se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, mientras la estrechaba a la pared de aquel callejón.

A Maga se le nubló por un momento la mente, pero no tardó en recordar lo que realmente era Ramiro, un tipo que no le había importado jugar con sus sentimientos y sus sueños, que le había hecho muchísimo daño y que la había humillado.