maga || enzo vogrincic

13. daño

Las cosas no iban como ninguno de los dos esperaban que fueran.

Por un lado Maga estaba harta de la actitud de Enzo, habían pasado ya dos meses desde lo ocurrido, y el chico aún la trataba como si estuviera a punto de quebrarse.

Era cierto que al principio necesitaba el espacio que él le dio, el cuidado con el contacto físico y el no hablar sobre los besos que se habían dado. Pero ya no. Estaba harta de, a sus ojos, ser solamente lo que había pasado con Ramiro.

Mentiría si dijera que ya no le causaba nada, porque aún dolía, pero estaba cansada de solo ser la víctima, ya no quería ocupar ese rol, era mucho más que solo eso y lo único que deseaba era "volver a ser normal".

No tenía muchas amigas, pero Lía, se había convertido en una muy cercana esos últimos meses que se venían conociendo, y al corroborar lo linda persona que era, sintió que podía confiar en ella para desahogarse.

— Por dios, Maga, olvidé por completo que es lo que estudias.

La rubia se rió. Habían decidido ir a un café que, por suerte, se encontraba bastante vacío.

— Abogacía.
— Cierto... espera.— la chilena se puso pensativa y después sonrió— ¿estudias Derecho y eres rubia? literalmente eres legalmente rubia.

Maga asintió con una sonrisa.

— Legalmente rubia es una de las razones por las que elegí Derecho.— dijo — Que gran película.
— ¡Sí!, y muy mirada en menos, pero es una obra de arte.— dijo Lía— vamos a ser buenas amigas nosotras.

Ambas soltaron unas risas, pero después de un par de conversaciones más, Maga se puso seria.

— Yo... yo ya te considero una amiga.
— Obvio, yo también, decía lo otro por bromear.
— No sí, lo entiendo.— dijo Maga— Yo... no tengo amigas muy cercanas en realidad, no sé si te puedo contar algo que hace mucho rato tengo dentro.
— Maga, querida, no nos conocemos hace mucho, pero a veces simplemente hay cosas que se deben soltar, y te prometo que sea lo que sea yo te voy a escuchar, porque sé lo que es sentirse sola y no tener con quien hablar.

La rubia sonrió. Procedió a contarle a Magnolia todo lo que había ocurrido.

— ¿Lo denunciaste?
— Sí, en la Universidad y legalmente, de la Universidad lo echaron pero... a pesar de ser de Uruguay el tiene contactos acá que hicieron aue la denuncia de quede archivada.
— Que hijo de puta.

Maga asintió, y prosiguió con todo lo que había ocurrido con Enzo y, sin dar mucha información más que una "relación abierta", le explico como estaban las cosas entre los dos.

— Ahora no sé qué hacer, no sé si solo tiene miedo de que siga muy vulnerable o qué.

Lía quedó un poco pensativa.

— Mira, de lo que conozco a Enzo, sé que suele ser la clase de chico que se asusta cuando sus emociones son confusas y crecen muy rápido.— dijo ella— probablemente no te va a decir nada, así que te diría que si quieres saber que es lo que le pasa, se lo preguntes de manera directa.

Pasaron la tarde en la cafetería, mientras Lía le daba más consejos a Maga y le aseguraba que estaba ahí para ella.

La estudiante sintió alivio al saber que tenía a Lía, la verdad es que le parecía que no iba a poder quedarse con todo dentro por mucho rato más, y hablarlo con Matías, a pesar de ser también un amigo muy cercano, no se le hacía cómodo.

Cuando llegó finalmente a su casa y vio a Enzo, sintió nuevamente el revoltijo de emociones que tenía antes de la charla, pero no por tener dudas, sino porque sabía que la charla que vendría a continuación sería una difícil.

El sentimiento de ansiedad incrementó cuando el mayor volteo a verla y vio la cara ajena preocupación y molestia.

— ¿Estás bien?— preguntó él con voz más grave de lo normal.

La muchacha asintió.

— ¿Por qué no contestabas?
— Se me acabo la batería.
— No me avisaste que salías hoy hasta tarde.
— Son las ocho, Enzo, no es para tanto.
— Ya está oscuro, Magdalena, no me avisaste que salías y no contestaste mis llamadas.

Quizá Enzo tenía razón y había hecho mal en no avisarle que salía, pero se sentía como en un interrogatorio que no le gustaba nada. Además le había dicho Magdalena, y él jamás le había dicho así.

— ¿Qué pasa, Enzo?
— ¿Cómo que qué pasa?— preguntó molesto— ¿te parece bien a vos preocuparme así?

Maga se acercó a él.

— Bo, te estás preocupando solo, nunca hemos tenido un acuerdo en el que te tenga que decir donde estoy.

El mayor se pasó las manos por el rostro, exasperado.

— ¿Y eso que tiene que ver?, avisar donde estás es un gesto que se tiene con alguien con quien convivís.— dijo
— No lo había hecho nunca antes de que nos besáramos.

Ahí estaba, Maga lo había dicho.

Aquella acción que ninguno de los dos había querido discutir ahora estaba puesta sobre la mesa.

Algo que a Enzo lo asustó y mucho, pues lo último que quería hacer era hablar al respecto.

— ¿Qué decís?
— Que no te había preocupado tanto antes de todo lo que pasó Enzo, antes de que nos acercáramos como lo hicimos.

Deseaba que ella dejara de hablar de eso, porque no se sentía correcto, había pasado los últimos meses preocupado de ella en silencio y conteniendo las ganas de ir a matar a Ramiro.

No quería hablar de eso con ella porque sabía que le iba a costar no querer besarla de nuevo, y también sabía que ella necesitaba tener su espacio luego de lo que aquel imbécil había hecho.

— No sé a que querés llegar con esto.

Así que entre su encrucijada de emociones, había decidido que lo mejor era evitar a toda costa el tema, aunque por alguna razón ello implicara que se comportara moo un patán.

— Enzo, no está mal empezar a sentir cosas por alguien de nuevo...
— Pará, pará, eso no es así.— dijo para dar una pausa larga. — mirá nena, no tenés de que preocuparte, no me voy a enamorar jamás, ya vi que eso no me funciona a mi.

Habiendo dicho aquello se fue a encerrar en su cuarto, entre molesto y triste.

Molesto consigo mismo, por no poder admitir que últimamente lo que más deseaba era poder tener la capacidad de enamorarse nuevamente.

Triste, porque la cara que hizo aquella chica cuando dijo esas palabras, como si le pudieran doler físicamente.

Y ahora odio, también dirigido hacia si mismo, porque juraba que todo esto lo decía para evitar hacerle daño a Maga.

Y sin embargo ya lo había hecho.

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holis

disculpen la demora aún estoy en época de exámenes y estoy mueriendo.