9. inevitable

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Si le preguntaran qué persona ocupaba sus pensamientos casi por completo en esos días, Enzo tendría que admitir que esa persona era Maga. No quisiera que fuera así, pero esa era la verdad.

En otras circunstancias estaba seguro de que las cosas serían mucho más fáciles, si la hubiera conocido de manera normal probablemente la habría invitado a salir, la habría besado ya apropiadamente y no tendría este inmenso vacío dentro suyo que ahora sentía, al casi no cruzar palabra con la chica después de aquella pelea.

Había sido bastante idiota y lo sabía. La había tratado como si fuera una empleada más suya cuando ambos sabían perfectamente que lo que sea que tuvieran iba más allá de una simple relación laboral. No lo era incluso antes de que alguno sintiera algo por el otro, y tampoco lo era ahora.

Ahora, La Maga le hablaba solo para cosas estrictamente necesarias, sonreía solo cuando debían sacar una foto para las redes sociales y era su verdadero ser frente a él solo cuando habían más personas en el lugar. Y no podía creer lo mucho que aquello le dolía.

Una persona con la que había notado que sí que podía ser ella misma era Matías. Ambos se habían vuelto muy cercanos y aquello lo carcomía por dentro.

— ¿No son novios ustedes?
— Es complicado, Agus.
— ¿Relación abierta?
— Eh... algo así.

El rubio miró con sospecha a su amigo, se había entusiasmado cuando este le pidió salir para conversar de algunas cosas que le sucedían. Por supuesto aceptó gustoso, pero el uruguayo no era capaz de soltar mucha información.

— Mirá, claramente hay algo más acá, pero si no podés decirlo está bien.— dijo Agustín— lo mejor que podés hacer siempre es hablar las cosas, sino estás condenado a asumir lo que piensa la otra persona.

Enzo se sintió mucho mejor después de hablar con Agustín, y si bien las cosas no eran tan simples como solo hablar con Maga, sabía que tenía que arreglar la relación entre ellos, al menos a la amistad que habían tenido hasta ese momento.

Aquel día llegó a casa más temprano de lo normal, dispuesto a hablar con Maga. Mas, sus planes se vieron interrumpidos.

— ¿A dónde vas?

Le preguntó eso a penas la vio terminando de maquillarse en el espejo del living.

— Saldré con Mati un rato.
— ¿Ahora?
— ¿Qué te parece a ti, Enzo?— le preguntó obvia.

La Maga resultaba ser una chica bastante dulce en general, sobre todo con sus amigos y, por lo tanto, hasta hace poco también lo era con Enzo.

Desde esa discusión algunas cosas habían cambiado, sobre todo la relación de compañerismo que habían tenido hasta ahora.

— Quería hablarte de algo.

El intercomunicador sonó.

La chica le hizo un gesto a Enzo para que esperara y fue a contestar.

"¿Hola?, Ah Mati, sí, esparáme abajo, en seguida voy", se escuchó.

— Está bien, pero hablemos cuando vuelva, procuraré hacerlo temprano.

Él quiso protestar, pero de inmediato se dio cuenta que no contaba con ese privilegio, al menos no si su deseo era arreglar las cosas. Terminó por asentir y verla salir, preciosa como siempre, al encuentro de Matías.

Mala hora en que se lo presentó.

"¿Así se habrá sentido Agus cuando aún no eran nada con Lía y yo le coqueteaba?", se preguntó.

Lo último que quería hacer era admitir lo que le ocurría, admitir que no había vuelta atrás y que La Maga le gustaba mucho. Solo admitiría que quería arreglar las cosas y volver a la normalidad de siempre.

maga || enzo vogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora