Narra Lana
Entré en su casa y me invitó a sentarme.—Sabes... Gillies estuvo hoy en la tarde y me reclamó. —Me sorprende, Gillies es mi amiga, y no conozco esa faceta conflictiva de ayer y la que mostró hoy.
—Bueno, me resulta extraño en ella. No es una persona conflictiva, pero Ariana ya tiene fama de mujeriega y ha tenido numerosas infidelidades. Sin embargo, esta vez está a la defensiva, no entiendo por qué no se divorcian. —Elizabeth es la más grande de las ingenuas.
Ha llegado en numerosas ocasiones borracha y desconsolada a mi casa, después de enterarse de que Ariana ha vuelto a romper su corazón.
—Sí, reconozco mi culpa, pero ella me trata como si yo obligara a su esposa a estar conmigo; es más, fue ella quien me lo pidió. —Billie cruzó los brazos, visiblemente enojada por la situación.
—Es bueno que lo reconozcas, querida, pero entiéndela. Ella ama a su esposa y está cegada por ese amor. —dije.
—Pensé que no llegarías. —cambió de tema de manera repentina.
—Lo siento, amor, estaba ocupada. —respondí.
—Mañana seré entrevistada, ¿me acompañarías? —Asentí rápidamente.
—Claro, mañana estaré ahí contigo. —aseguré.
(***)
—Esta tarde tenemos con nosotros a la ganadora de 9 Grammys y nuevamente nominada a los Oscars este año, ¡Billie Eilish! —Vi a Billie aparecer después de ser nombrada.
—¡Hola a todos! —saludó Billie con la mano.
—Es un placer tenerte de nuevo, ya es la cuarta vez que nos acompañas en nuestro programa. —dijo el conductor.
—Gracias, para mí también es un placer volver a charlar contigo. —respondió Billie, ambos sonriendo antes de que él comenzara con las preguntas.
—¿Te gustaría empezar? —propuso el conductor.
—Claro. —dijo Billie, sonriendo.
—En este contenedor tenemos algunos papelitos con preguntas de tus fans. No te preocupes, si no quieres responder, puedes simplemente tomar un trago que yo te ofreceré. —Observaba entretenida desde atrás.
—No confío en ti, Jorge. Ya me has hecho pasar por esto cuatro veces. —dijo Billie, desconfiada.
—Vamos a ser justos, tú también puedes preguntarme lo que quieras. —Billie sonrió maliciosamente ante la propuesta.
—¡Empecemos! —dijo Billie, metiendo la mano en el contenedor y mezclando los papeles.
—Ya lo tengo. —exclamó Billie. —Dice: ¿Cuál es tu última foto en tu galería? —Billie sacó su teléfono y mostró una foto de su perro. —Te toca. —le dijo al conductor.
El conductor mostró en la pantalla de su celular una foto de un reloj con una forma extraña, que parecía ser de su hijo de 5 años.
—Eres tan burlona, pero ya me tocará. —amenazó Jorge a Billie, quien seguía riendo.
—Bien, bien, siguiente. —Billie tomó otro papel. —¿Tienes pareja actualmente? —Escuché atenta su respuesta. —No por ahora. —contestó ella con naturalidad.
Dejé de prestar atención al programa, sintiendo mi corazón romperse, me negó y, en el fondo, sabía que lo haría.
(***)
—Has estado muy callada. —me dijo Billie.
—No es nada. —mentí.
—Si es por lo de la entrevista de hoy... yo... —No tenía ganas de continuar, ya estaba cansada.
—¿Tú qué? —dije mirándola fijamente. —Me estoy empezando a hartar de esto. Te amo mucho, pero si no quieres formalizar nuestra relación, tendremos que terminar. No voy a seguir escondiéndome con alguien que no sabe lo que quiere. Si estás lista para tomarme en serio, llámame. —Caminé en dirección opuesta.
(***)
No he visto a mi "novia" en tres días; no la he llamado y ella tampoco a mí.
La extraño mucho, pero creo que ha tomado una decisión.
Siento que estoy comenzando a caer en un profundo pozo de tristeza.
Me recuesto en mi cama en posición fetal, derramando lágrimas,el amor duele tanto.
Escucho el timbre de la puerta y respondo con un "Voy" bastante cansado.
Me levanto, me dirijo hacia la puerta y la abro.
Veo a Billie con una apariencia similar a la mía,sus ojeras eran más pronunciadas y se veía tan cansada como yo.
—¿Ya te has decidido? —le pregunté, mirándola fijamente.
—Sí, ya tomé una decisión. —me preparé para escuchar su respuesta. —¿Puedes revisar mis historias? —Intrigada, revisé mi celular.
En sus historias encontré una foto nuestra con un extenso diálogo, confirmando nuestra relación. Bajé el celular con una sonrisa en el rostro, reflejada también en el suyo.
—¿Podemos seguir siendo novias? —preguntó con una sonrisita.
—Por supuesto que sí,linda. —me acerqué a ella y la besé apasionadamente; había extrañado sus labios.
—La gente se está volviendo realmente loca. —dijo Billie, después de separarnos.
—Claro que sí, dos guapas como nosotras juntas, la estamos rompiendo. —Billie soltó una carcajada ante mi comentario.
(***)
Subí una foto nuestra, que rápidamente se llenó de "me gusta" y comentarios.
—Suelta ese celular. —escuché la suave voz de mi novia.
Ella se sube encima de mi,jugando coquetamente con el elástico de mis pantalones.
—Hay cosas más divertidas que podemos hacer.—Amaba está nueva faceta.
—¿Sí? ¿Por qué no me lo muestras?— Ella besa mi cuello.
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BILLIE YA NO TENGO PACIENCIA