Billie Eilish.
Mi amigo y yo estábamos en la sala, Jesse, amigo de mi hermano, ahora se ha convertido en uno de mis mejores amigos. Desde que se mudó cerca de nosotros, hemos pasado mucho tiempo juntos, compartiendo risas y confidencias.
—¿Pero Elizabeth y tú andan? —dijo, arqueando una ceja con curiosidad.
—No, solo amigas —respondí, intentando sonar casual.
Yo ya había dicho antes que con Elizabeth por ahora solo había amistad, con derechos, pero sería secreto.Sin embargo, mantenerlo en secreto a veces se sentía como una carga.
—Bueno, es que la noté rara hoy —dijo él, observándome con atención.
—No me di cuenta, en realidad disfruto mi tiempo contigo —respondí, sonriendo para aliviar la tensión.
—Igual, Bi —dijo él, devolviéndome la sonrisa.
Jesse y yo habíamos sido novios, aunque estoy segura que no hay nada más entre nosotros que amistad. Nuestra relación había evolucionado de una manera natural y sincera. A veces, me encontraba pensando en lo diferente que sería si las cosas hubieran funcionado entre nosotros, pero rápidamente descartaba esos pensamientos. Lo que teníamos ahora era especial, una amistad sólida y sin complicaciones que ambos valorábamos profundamente.
—Como tú sabes, yo he sido amigo de Elizabeth aunque nos distanciamos un poco —dijo él, con un toque de nostalgia en su voz.
—Ella puede ser así a veces, no te preocupes por ella —dije, tratando de tranquilizarlo.
La relación entre Jesse y Elizabeth siempre había sido algo complicada. Ambos tenían personalidades fuertes y, a veces, chocaban. Sin embargo, sabía que en el fondo se preocupaban el uno por el otro, aunque no siempre lo mostraran. Mientras hablábamos, no podía evitar pensar en cómo las relaciones pueden ser tan volátiles, cambiando de cercanas a distantes en un abrir y cerrar de ojos.
—¿Y ya andas con alguien entonces? —me pregunta, mirándome con curiosidad.
Me lamo los labios, es algo que suelo hacer cuando estoy nerviosa o miento.
—No, estoy sola —dije, intentando sonar convincente.
—¿En serio? No te creo —dice él, esbozando una sonrisa escéptica.
—Créeme, y tú, por ahí escuché algo de una tal Valentina. Ya estás de regreso con tu vida, tu música... estoy muy feliz por ti —dije, cambiando hábilmente el tema.
—No me cambies de tema, enana, lo presiento. Sé que hay alguien, vamos, dime, ¿quién es el o la afortunado? —insiste, mirándome fijamente.
—No, tú no me cambies de tema. ¿Qué pasa con la otra chica? —digo, intentando desviar la atención.
—Si tú me dices, yo te digo —responde, con una sonrisa desafiante.
Me sentí atrapada en un juego que ambos conocíamos bien. Jesse siempre tenía una forma de hacerme hablar, pero esta vez, no estaba dispuesta a ceder tan fácilmente. La verdad sobre Elizabeth era algo que aún no estaba lista para compartir, incluso con alguien tan cercano como él.
—No, ya te dije que no me gusta nadie y no salgo con nadie —dije, tratando de sonar convincente.
—Qué aburrida eres —dijo él, soltando una carcajada.
—Claro, pero no tú. Ahora cuéntame —respondí, insistiendo.
—¿Tú me contaste? —preguntó, levantando una ceja.