¿Qué hiciste?

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(Narrado por Billie)
Desperté con un dolor de cabeza severo y me senté en la cama, consciente de mi situación.

¿Qué he hecho? Dios mío.

Me encontré desnuda junto a Elizabeth, y mientras los recuerdos se intensificaban, me asaltaba la desesperación al comprender mis acciones.

Acabo de ser infiel a Jane, y he perdido mi integridad.

Siento los brazos de Elizabeth alrededor mío, tratando de acercarse, pero rápidamente la aparté. No voy a cometer el mismo error dos veces.

-¿Qué está pasando? Me duele mucho la cabeza - se queja.

-Por favor, vete - le digo mientras la miro con disgusto.

-Siempre lo mismo, ayer dijiste lo mismo y aquí estamos - parece divertirse con la situación.

-No estoy bromeando, Elizabeth. Te estoy pidiendo que te vayas - mi voz revela mi enojo esta vez.

Ella se levanta y comienza a vestirse con la ropa de la noche anterior.

Me concentro en cubrirme y evito mirarla, sintiéndome profundamente decepcionada conmigo misma.

-Me voy, cariño - se acerca para tomar mi rostro entre sus manos, pero la aparto.

-¿Qué te pasa? Anoche no significó nada, ¿entiendes? Nada. No volveremos por esto. Olvídalo y no te acerques más a mí - intento sonar firme.

-Pensé... - intenta hablar pero la interrumpo.

-No, entre nosotras todo ha terminado hace mucho. Fue un error. Por favor, vete. Ya no quiero verte - mis palabras casi se quiebran.

La veo alejarse y minutos después oigo la puerta cerrarse. Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. Me siento utilizada y sin dignidad, profundamente herida. ¿Qué he hecho?

He pasado toda la mañana en la misma situación, recostada en la cama entre las sábanas, sumida en lágrimas. ¿Cuál es el siguiente paso ahora? ¿Cómo debo abordar esto con Jane? Es evidente que nuestra relación no puede continuar después de haber traicionado su confianza.

Escucho mi celular sonar, es mi hermano. No contesto deliberadamente, simplemente deseo distanciarme de mí misma y de esta situación.

Su insistencia me obliga a tomar el teléfono y enviarle un breve mensaje: "No puedo hablar ahora, ocupada. Te llamo mañana. Hasta luego." Observo el reloj, son las 12:38 PM. No he comido ni he atendido mis necesidades básicas debido a mi estado de tristeza.

Con las últimas fuerzas que me quedan, me levanto de la cama y me dirijo al baño. Realizo mis necesidades y lavo mi rostro con agua fría, esperando que esto me anime aunque sea un poco.

Me dirijo a mi armario en busca de ropa cómoda. No tengo ánimos de salir, solo desearía que la tierra me engulla y desaparecer.

Me visto con un suéter amplio y unos pantalones cortos de tela negra.

Coloco unas medias y camino descalza por la casa, siempre me ha relajado estar sin zapatos.

En ese momento, el timbre suena y asumo que es mi hermano, persistente como siempre. Me acerco a la puerta y la abro, pero me sorprendo al encontrarme con Jane, sosteniendo un ramo de rosas. Mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente al sentir la culpa.

-Quería disculparme por ayer. Fuí muy inmadura - dice con sinceridad.

-¿Por qué lloras, mi amor? - pregunta con ternura.

Nuestra relación... no puede continuar - no quiero profundizar más y cierro la puerta en su rostro.

Ojalá pudiera desaparecer.

ENTRE LAS DOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora