PAPER RINGS | I like shiny things but I'd marry you with paper rings!
En el que Daisy Grant pretende
ser la novia falsa de Lance Stroll
y todo se va al caño en menos de
un mes
LANCE STROLL x OC!FEMAL...
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capítulo trece foolish one
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🌆 REAL LIFE 📍 Montreal, Canadá. 🇨🇦 🗓️ 11 de Mayo, 2023 ⌚️ 4:23pm ━━━━━━━━━━━━━
Mi mamá creía fervientemente en que Lance era algo así como mi alma gemela, y yo estaba comenzando a sentir otro tipo de cosas que no debería estar sintiendo cuando estaba con él. Era como una sensación de cariño, protección y seguridad que nunca antes había experimentado. La peor parte de todo esto era que no podía decir nada.
Ya tenía una decisión tomada: le diría a Lance que no seguiría siendo su novia falsa después de la boda, cuando ninguno de los dos sintiera que le debía algo al otro. Tenía claro que no podía seguir pretendiendo que no me gustaba Lance; con el tiempo, iría peor.
Sin embargo, el jueves por la tarde, mientras mi papá se instalaba en casa gracias a que quería verme antes de irme por a Italia, Lance se apareció. Era la primera vez que lo veía después de la boda, ya que tampoco se había comunicado o dicho algo.
—Entonces, tú eres el chico —dijo mi papá. Los dos estaban sentados en la sala y se estaba reproduciendo un partido de hockey en la tele mientras mi mamá y yo intentábamos sacar un postre del molde sin morir en el intento.
—Sí, creo que ese soy yo.
—Bueno, debes saber que Daisy no es alguien con quien quieras jugar —le dijo mi papá. Mi mamá y yo nos miramos con ganas de reír—. Se encariña rápido, ese es su único problema.
Carraspeé, solo para que les quedara claro que los estaba escuchando y no estaba siendo discretos.
—Yo pienso que es linda —le dijo Lance.
Mi mamá me miró con una sonrisa y yo coloqué los ojos en blanco, relamiendo mis labios para disimular la mueca feliz que se venía asomando.
—Obvio, es mi hija de la que estás hablando —mi papá hizo una mohín—. Me da gusto haberte conocido, sales mucho en ESPN.
—Daisy se parece mucho a usted —observó Lance.
—Yo le enseñé todo lo que sabe.
—Desgraciadamente —murmuró mi mamá.
¿Dónde quedaron las buenas vibras, eh?
Tomé mi chaqueta y me dirigí a la sala. No podía dejar a Lance y a mi papá en una misma habitación si no quería ser criticada furtivamente toda la tarde.
—Ya regreso —fue lo único que les dije.
Entonces, mi papá agregó: —Apenas te estás yendo, amor, no puedes decir que ya regresas.
