Capítulo 2: Papá por accidente.

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—Kemy, antes de irnos iré a Laboratorio para avisarles que le tomen muestras de sangre al papá de Ayari para un análisis, cuídalo unos minutos, por favor— Ordena Shōto regresando a paso rápido, ella lo ve confundida.

—¿Ocurre algo, doctor?

—Estoy 99% seguro de que es él, iré a que me tomen muestras a mí también— Murmura, mirando fijamente al bebé.

—¿De qué rayos está hablando?

—Mi destinado, Kemy, estoy seguro de que es él. Avisa a recepción que seré yo quien se hará cargo del cachorro hasta que el paciente despierte.

Ella abre sus labios con una perfecta "o" asintiendo.

—Vaya a hacerse los análisis, yo cuidaré a Ayari mientras tanto— Recibe al pequeño entre brazos y Shōto corre por el pasillo, ella frunce el ceño en cuanto percibe cierto olor —Oh, te cagaste.

—Vaya a hacerse los análisis, yo cuidaré a Ayari mientras tanto— Recibe al pequeño entre brazos y Shōto corre por el pasillo, ella frunce el ceño en cuanto percibe cierto olor —Oh, te cagaste

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—Doctor, este no es el camino a mi casa, ¿Se trata de un secuestro?

—Vas a acompañarme, iremos a comprar algunas cosas.

Se estacionan en en centro comercial e ingresan a una tienda especializada en la maternidad y cachorros para conseguir todo lo necesario.

Ayari descansa en el hombro del bicolor, este palmea su espaldita con suavidad mientras Kemy lleva el carrito. Terminó comprando una pequeña cuna colecho, algunos conjuntos de ropa, baberos, dos biberones de vidrio, una pañalera, termo, fórmula, tina, mantas, un cambiador, pañales, paños, un fular y una carriola Doona.

—Es increíble, gastó más de lo que yo gano en todo el mes— Se asombra Kemy cenando, Shōto la recompensó por su ayuda comprándole algo de comida —Ay, si tan solo hubiera estudiado obstetricia también.

—No habría funcionado, no tienes cabeza para ello, sin ofender.

Shōto opina enfocando su vista en el cachorro que yace dormido en su nueva carriola, sí, es muy lindo.

Le llega un mensaje de Kyōka, la analista, enviándole un archivo adjunto, lo abre y lee.

—Lo sabía.

—Entonces... ¿Sí es su destinado?

—Así es.

—Quién lo diría, todos nos preguntábamos porqué el doctor más guapo de toda Obstetricia seguía soltero, oyeras los rumores, algunos dicen que tu destinado te rechazó, otros que lo rechazaste, incluso dicen que falleció sin que se conozcan.

—Bueno, casi es así.

—Ya, al menos cabe la esperanza de que despierte... ¿No le da curiosidad su cachorro? Ningún alfa ha venido a reclamarlo o buscarlo... Tampoco lo llamó nadie preguntando por él, solo le llegó un mensaje de su jefe diciéndole que estaba despedido por falta injustificada. Parece que... No tiene a nadie.

Tardío [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora